Su elaboración es rápida, sencilla y no requiere técnicas complejas, lo que la hace ideal para quienes buscan una comida sabrosa y con espíritu casero.
No necesitará de proteínas para acompañar el platillo.
Aunque a veces se confunden, el plátano y la banana no son exactamente lo mismo.
Solo tardará de 25 a 30 minutos en su preparación.
Esta receta, que combina la suavidad del pollo con la intensidad de los quesos y la frescura del tomate, destaca por su versatilidad y su facilidad de preparación, además de que se trata de una opción más saludable.