Bombardeos con muerte de menores: la historia se repite
Una mala hora para Gustavo Petro, a quien la incoherencia de sus discursos y acciones le están devolviendo como un bumerán todas sus estrategias como opositor.
Una mala hora para Gustavo Petro, a quien la incoherencia de sus discursos y acciones le están devolviendo como un bumerán todas sus estrategias como opositor.
Colombia merece servidores públicos que honren su palabra, defiendan la justicia con altura y comprendan que el verdadero poder no se demuestra con insultos, sino con integridad.
Es necesario pasar de una economía de subsistencia a una economía agroindustrial exportadora, integrando crédito, logística y tecnificación dentro de un nuevo pacto de propiedad rural.
Ninguna democracia es perfecta. Es posible que en otros planetas haya un mejor sistema de gobierno.
El Caribe colombiano vive hoy una ola poderosa de dinamización empresarial. Eventos como Caribe Biz, Caribe Exponencial, XPO Probarranquilla y otras iniciativas son fuente de conocimiento para quienes intentan cruzar el temido “valle de la muerte”.
Lo cierto de todo este análisis es que si hoy Colombia tuviera un presidente serio, decente, responsable, con un muy buen equipo en sus ministerios e institutos descentralizados, con un país más seguro y productor, y obviamente con elevado respaldo popular, como máximo tendríamos una docena de candidatos, esos sí serios, capaces y con posibilidades, porque un mandatario que deje la vara bien alta, limitaría esta proliferación de individuos que la están midiendo por lo bajo con Petro.
Y aquí estamos, otra vez, con el Junior camino a otra estrella en diciembre. Su primer rival será Medellín, el primer clasificado del grupo de los ocho. Pero a partir de ahora es game over, borrón y cuenta nueva.
Las nuevas fuentes de energía son bienvenidas, pero frenar la exploración de petróleo y gas y reducir la producción de carbón es intrascendente a escala global, mientras debilita nuestra seguridad energética, elimina docenas de miles de empleos formales y deteriora las finanzas nacionales y territoriales.
Durante años el Estado promovió la colonización y entrega de tierras, inclusive con decisiones judiciales que, erradas o no, generaron derechos que deberían defenderse ante un juez.
El Gobierno norteamericano pondría en efecto la medida a partir del próximo 24 de noviembre, mientras tanto avanza en sus movimientos en el mar Caribe.