Aunque el Gobierno confirme que tramita la extradición del fugitivo exdirector del Dapre, está en mora de asumir responsabilidades en las gestiones a su favor.
Ante los alarmantes efectos de este reclutamiento sin control, el Gobierno debe implementar medidas internas y buscar cooperación internacional para enfrentarlo.
Casi un año después de ser intervenida, siguen sin llegar soluciones que impidan se cronifique la crisis de la empresa envuelta ahora en supuesta corrupción.
Ante este magnicidio se precisa de verdad, justicia y garantías del Estado para que la violencia política no divida aún más al país ni condicione las elecciones.