Los problemas ambientales y de movilidad del área metropolitana de Barranquilla no se deben a este tipo de desarrollos, legales y cuidadosos, sino a un histórico desorden que solo hasta hace poco se ha intentado remediar. Creo que las prioridades deben revisarse.
Además de cuidar lo que queda del bosque seco tropical, lo que implica respetar el patrimonio ambiental sobreviviente, es imperativo que los proyectos urbanísticos garanticen una funcional infraestructura vial.
Lo que hay detrás de Ciudad Mallorquín es trabajo serio y gente comprometida, que todos los días le apuesta a una ciudad más ordenada, más justa y más sostenible.
Expertos en movilidad señalan que además de un pico y placa, es necesario trabajar en mejorar el transporte público colectivo.
La medida busca prevenir la siniestralidad vial en las vías del departamento. La iniciativa ya fue discutida con alcaldes y se encuentra en su etapa final de revisión.