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Política

20 años después de llegar al poder, ¿qué pasó con el Movimiento Ciudadano?

Archivo EL HERALDO"El exalcalde Bernardo Hoyos Montoya impulsó en el pasado proceso electoral la figura del voto en blanco.

Poco o nada queda ya del Movimiento Ciudadano, una agrupación política emergente que con el exalcalde Bernardo Hoyos a la cabeza llegó al poder hace 20 años, en un momento de hastío por la clase política tradicional, cuya actuación dejó mucho que desear.

Barranquilla presentaba en aquella época pésimos indicadores en materia de servicios públicos, infraestructura, salud y educación a finales de los ochenta.

Esa coyuntura permitió que Hoyos llegara a la Alcaldía en 1992 de la mano del M-19, amparado en un discurso social y de reivindicación de los sectores marginados de la capital del Atlántico.
Nadie puede desconocer que su primera administración permitió el resurgimiento de la ciudad en muchos aspectos.

De hecho, Hoyos arrinconó a los políticos del momento gobernando a su antojo y abriéndole camino a nuevos actores de la política local.

De ese proceso aparecieron los nombres de Guillermo Hoenigsberg, Carlos Altamar Arias, Rodolfo Leal Salcedo, Óscar Manduca, José Matías Ortíz, Porfirio Castillo Zamora, Antonio Bayona, Boris Polo Padrón, Arturo Vargas Nucci, Iván Insignares Logan, Antonio Bohórquez, Rafael Sánchez Anillo, Roberto Rosanía, Alfredo Correa de Andreis, Alfredo Castro Haydar, Carlos Ramos, José Pérez, Hermes Lara Villamil, Gladys Oliveros, Janeth Suárez Caballero, Dina Rovira, Emma Flórez Maldonado, Milciades Púa, entre otros. Algunos de ellos guerrilleros desmovilizados; otros militantes del Partido Comunista, y otros más, combativos luchadores sociales.

Transcurrido ese proceso luego vendría la elección de Édgar George, quien al final terminó gobernando solo como consecuencia de su ruptura política con Hoyos.

Los escándalos. En 1998 el sacerdote salesiano regresó a la Alcaldía. Su segundo mandato quedó en entredicho por una cadena de hechos que fueron motivo de investigación por parte de los entes de control.

El primero de ellos, la dudosa contratación para adquirir el edificio del Banco de la República donde hoy funciona la Alcaldía de Barranquilla, en el Paseo Bolívar. El valor real de inmueble se habría inflado en un 200%.

Después vendría la compra de un lote en Juan Mina que sería utilizado para construir un proyecto de vivienda de interés social, dirigido a la población desplazada por la violencia del conflicto armado en el país.

El contrato nunca se perfeccionó y por ese hecho se perdieron más de$1.000 millones del pago de las arras. La Alcaldía no hizo nada por recuperar el dinero.

A estas investigaciones también fue vinculado Guillermo Hoenigsberg , entonces Secretario de Hacienda, el exgerente de Fonvisocial Alcibiades Bustillo y un contratista.

La muerte política de Hoyos, quien fue condenado por la Justicia por el caso del Banrepública, se hizo evidente tras un fallo de la Procuraduría en 2008 que lo inhabilitó por 12 años para ejercer cargos públicos.

Esa misma suerte corrió Hoenigsberg, quien recibió una sanción de 10 años y en la actualidad enfrenta un proceso penal que no le permitió terminar su período como alcalde, que comenzó en 2004, siendo postulado por su antiguo jefe. Actualmente tiene la casa por cárcel.

En la lista de militantes del Movimiento Ciudadano se destaca el exdirector de Metrotránsito Carlos Altamar Arias, procesado por las denuncias del DAS sobre anomalías en los contratos que la liquidada autoridad de tránsito de la ciudad realizó en su administración con la Cooperativa de Trabajo Asociado Comunitario (Coomuna), Cubisa Ltda., comercializadora Pointer y el restaurante El Dogout.

Los hechos investigados ocurrieron en el 2007 y se relacionan con irregularidades descubiertas en la asignación de cupos a vehículos de servicio público en Barranquilla, para lo cual fueron falsificados documentos, improntas y las firmas de los verdaderos dueños de los automotores.

Altamar fue condenado a 13 años de cárcel siendo recluido en el Distrito Sumarial Modelo de Barranquilla los pelícanos. Durante la administración Hoenigsberg, quien terminó reventado con el cura Hoyos, se produjo una fractura en el Movimiento Ciudadano dando paso a los llamados ‘Pelícanos’, un nutrido grupo de seguidores de Hoenigsberg que logró elegirse en el Concejo y la Asamblea en 2008. Entre ellos se encuentran Roberto Rosanía, Juan Carlos Ospino, Elvis Beleño y Rodolfo Leal Salcedo.

El único sobreviviente es Ospino, quien tras una reclamación en la última elección logró la curul en el Cabildo.

EL HERALDO consultó la opinión del exalcalde Hoyos sobre las personas que lo acompañaron en el proceso, a quienes calificó de oportunistas.

“Ellos llegaron al Movimiento con el discurso de que querían trabajar por esta sociedad, pero eligieron el camino de la politiquería y el burocratismo. No eran de los ciudadanos de los que verdad quieren un cambio y una transformación. Venían de otros movimientos y de la izquierda. Querían unas esquirlas de poder. Se acabaron y no continúan en el trabajo social que yo sigo haciendo en los barrios subnormales de Barranquilla”, comentó el exsacerdote.

Hoyos lamentó que todo el capital político logrado por su movimiento se hubiese dilapidado por el afán del dinero. “Se dilapidó la oportunidad de servir a la gente. Da cierto malestar. Hubiéramos hecho algo más grande, pero ahora estamos tranquilos porque tenemos organizaciones serias y estructuradas en todos los barrios. Es una lección que la historia nos da”, apuntó.

Finalmente señaló que una muestra de ese trabajo social fue el logrado en el pasado proceso electoral con el gran impulso que tuvo el voto en blanco.

Protransparencia

Este movimiento fracasó porque no tuvo clara su apuesta ética y política. Hizo cosas, desde luego, que deben reconocerse a nivel de obras en sus distintos gobiernos, pero como proyecto político no logró construir una ciudadanía democrática fuerte, que sepultara para siempre las prácticas malsanas de la vieja política, y la conducta de varios de sus dirigentes, incluyendo la de su máximo líder, quien no estuvo a la altura de los estándares de probidad y transparencia que se esperaba de ellos y, para rematar, en el manejo de las finanzas de la ciudad fueron irresponsables al conducirlas a la quiebra y promovieron unas concesiones lesivas.

Por Redacción Política

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