Angélica Sáez, esposa del ganadero y empresario Esteban Urueta González, que fue asesinado en Córdoba junto a sus amigos y empleados Freddy Beleño y Gerardo Marzola, rompió su silencio tras ocho meses de la masacre para pedir justicia.
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A través de la red social Instagram, la mujer, visiblemente afectada por la ausencia de su esposo y padre de sus dos hijos (menores de edad), se dirigió en un video a las autoridades de este país y en especial a la justicia en aras de que los señalados asesinos, Cristian Mauricio Petro Almanza y Juan Fernando Soto Garcés, no queden en libertad por vencimiento de términos.
“ … Cristian Petro y Juan Fernando Soto están a punto de salir en libertad por fallas en el sistema judicial. Hoy acudo a las redes sociales. Hoy me expongo para pedir ayuda al Gobierno Nacional, al gremio ganadero, a la justicia, al gremio de comerciantes, a quienes conocían a mi esposo y sabían la clase de persona que era, que no merecía morir de esa forma ni él ni sus amigos.
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Hoy pido que se haga justicia y que estos criminales, Cristian Petro y Juan Soto, queden en la cárcel, que no queden en libertad porque sí representan un peligro para la sociedad, para mis hijos, para las familias de las otras víctimas y para todos los que de una u otra manera nos hemos visto afectados con esta masacre”, dice la viuda en el video que fue publicado este viernes 23 de mayo.
La masacre ocurrió en Chimá el 10 de septiembre de 2024. Lo que inició como un encuentro de trabajo en el que Cristian Petro, que era amigo y socio de Esteban, le iba a rendir cuentas sobre 700 reses a su cargo, terminó en tragedia.
Los dos amigos y trabajadores de Esteban habrían sido los primeros asesinados, quemados y enterrados en una fosa, situación que dificultó su proceso de identificación, retrasó sus exequias y aumentó el dolor de sus seres queridos.