La crisis del sistema de salud en el Atlántico quedó en evidencia durante la Jornada Especial de Atención al Usuario liderada por la Superintendencia Nacional de Salud en Barranquilla, donde las personas acudieron para exponer las fallas en la atención, especialmente la demora en tratamientos vitales y la no entrega de medicamentos.
De acuerdo con María Echeverry, delegada de la Supersalud, en el Atlántico se registran actualmente cerca de 3.200 Peticiones, Quejas, Reclamos y Denuncias (PQRD) abiertas contra diferentes EPS. La funcionaria aseguró que la meta es llegar a cero casos represados.
Las EPS con más quejas en la región son Nueva EPS, Sura, Salud Total, Mutualser, Cajacopi, Sanitas y Coosalud, según precisó la delegada. En varios casos, los usuarios denunciaron que ni siquiera con tutelas judiciales logran que las entidades cumplan con la entrega de medicamentos o la autorización de procedimientos médicos.
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“Tenemos que irnos de Barranquilla con cientos de medicamentos entregados, cirugías programadas y quimioterapias represadas resueltas. Ese es el mandato que tenemos”, enfatizó Echeverry, al reconocer que el sistema presenta fallas estructurales que siguen afectando a miles de pacientes.

La voz de los afectados
Una usuaria zenith Retamozo, visiblemente afectada, relató el calvario que enfrenta para que su esposo, paciente oncológico, reciba sus medicamentos.
“Ni con tutela he podido lograrlo. Todos los meses tengo que venir a rogar para que entreguen la droga de mi esposo, que no puede descontinuar. Yo misma tengo problemas de salud, pero aquí estoy, cargando con tutelas y órdenes que siguen sin cumplir. No es justo, ¿quién va a cuidar de él si yo caigo enferma?”, denunció.
Alberto Salerre también expuso su inconformidad frente a la ineficacia del sistema.
“Nos sentimos abandonados. Hice tres requerimientos por medicamentos ante la Secretaría de Salud y otros tres ante la Supersalud, pero nadie responde. Si ni la autoridad reguladora logra que las EPS cumplan, ¿qué podemos esperar los usuarios? Con todo respeto, en este país está prohibido enfermarse”.
Por su parte, Javier Gutiérrez, usuario de Coosalud, narró el caso de su hija, quien necesita controles médicos tras una cirugía reconstructiva.
“Desde noviembre no le autorizan los controles. Hay un fallo judicial que ordena la atención, pero la EPS lo está desacatando. No podemos esperar a que Supersalud venga cada seis meses para que obliguen a las EPS a cumplir. Están vulnerando los derechos de nuestros hijos y eso no puede seguir ocurriendo”.
Otro de los reclamos lo hizo Nora Vargas, madre de una menor con problemas de piel y alergias. “Hace seis meses me dieron la orden para cita con un alergólogo y aún no la han programado. La EPS me dice que es culpa de la farmacia y la farmacia culpa a la EPS. Mientras tanto, mi hija sigue sin tratamiento. ¿De quién es entonces la responsabilidad?”.
Los relatos de estos usuarios reflejan una misma preocupación: la vulneración del derecho fundamental a la salud en la región. Ante la falta de cumplimiento de las EPS y la ineficiencia en los procesos de respuesta, los asistentes exigieron a la Supersalud que las soluciones no se limiten a visitas ocasionales, sino que se traduzcan en un control efectivo y en sanciones que obliguen a las entidades a cumplir con sus obligaciones.