Las perdidas inesperadas de familiares, la muerte de varios corgis (perros) queridos y una relación bastante tensa con su hermana, son algunas de las tragedias que ha tenido que sortear la Reina Isabel ll durante su vida.
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La actual monarca británica nunca estuvo destinada a ser reina, su tío, el Rey Eduardo VIII, abdicó al trono por el amor que sentía hacía Wallis Simpson, dejando que su padre, Alberto Frederick, se convirtiera inesperadamente en el Rey Jorge VI.
El padre de Isabel no estaba preparado para el trono, y tiempo después reveló en sus diarios como tomó la noticia cuando supo que tomaría tan importante lugar.
'Cuando le conté (a mi madre) lo que había sucedido, rompí en llanto como un niño'.
La Primera Guerra Mundial no representó mayores obstáculos para la futura reina, que solo vivió las huelgas que se desataron en Londres a raíz de la escasez de recursos provocada por el conflicto.
Sin embargo, a sus 14 años pudo presenciar la Segunda Guerra Mundial que tuvo lugar entre 1939 y 1945. Allí dio su primer discurso oficial dirigiéndose a los niños.
La muerte de su padre
El 6 de febrero de 1952, la entonces Princesa Isabel y su esposo Felipe se encontraban de gira real en Kenia, cuando recibió la noticia que su padre había muerto y que ella ocuparía su lugar en el trono.
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Ninguno de los dos estaban preparados para este acontecimiento que cambiaría el rumbo de sus vidas.
Isabel tuvo que pasar por momentos difíciles, no solamente tuvo que subir al trono más importante del Reino Unido el 6 de febrero de 1952, sino que tuvo que despedir a su querido padre.
La muerte de sus mascotas
El amor de la Reina Isabel por los corgis es sabido en todo el mundo. Se rumora que este cariño especial inició en su cumpleaños N° 18, cuando su padre le regaló a Susan, un corgi que iniciaría una dinastía de cría real.
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En 1959, la Reina Isabel tuvo que enterrar a Susan en su finca de Sandringham. Asimismo también inició la tradición de mandar a hacer lápidas personalizadas para cada uno de sus perros.
En 2018, el corgi de la reina, Willow, murió, muchos pensaron que podría ser el último. En ese momento, un informante del palacio real expresó: 'Ha llorado a cada uno de sus corgis a lo largo de los años, pero estuvo más afectada por la muerte de Willow que por cualquiera de ellos, quizás sea porque Willow era el último vinculo que tenía con sus padres'.
Elección de su esposo
El príncipe Felipe no gustó mucho cuando llegó como el candidato más probable para la Reina Isabel II. Ella en ese momento era una princesa y había decidido que Felipe era el elegido.
Pero el camino fue complicado, el resto de la familia real no lo quería, Felipe provenía de Grecia y tuvo una infancia inusual. Su madre, tras luchar contra su salud mental, se hizo monja ortodoxa griega.
Sin embargo, la pareja continuó su relación pese a la poca aprobación que tenían en el momento, anunciaron su compromiso el 9 de julio de 1947 y se casaron en noviembre de ese mismo año.
Curiosamente, muchos integrantes de la familia real se oponían a Felipe por el sentido del humor que este tenía, mientras que Isabel era muy reservada y diligente.
Una complicada relación con su hermana
La Reina Isabel II y la Princesa Margarita tuvieron siempre una relación difícil, pero cariñosa. El biógrafo de la realeza Andrew Morton dijo a Vogue: 'Siempre hay tensión porque el heredero tiene la última palabra y el respuesto por muy carismático que sea es siempre el segundo al mando'.
Parte de la presión provenía de sus diferentes personalidades, mientras que Isabel era reservada, Margarita era carismática y extrovertida.
Morton señaló que la hermana siempre le tuvo envidia por el papel de Isabel como monarca. Aunque evidentemente hubo algunas diferencias, las hermanas seguían queriéndose profundamente.
El retraso de Aberfan
Durante los 70 años que tuvo Isabel al frente del trono, hubo un acontecimiento que la llenó de remordimientos hasta sus últimos días. En 1966, la ciudad minera de Aberfan fue aplastada por una avalancha de residuos de carbón.
Una escuela quedó destruida en la tragedia que dejó 144 muertos, la mayoría de ellos niños.
El Príncipe Felipe llegó al día siguiente para mostrar su apoyo, pero la reina no lo hizo, creyendo que su presencia crearía violencia mientras el rescate estaba en marcha.
La reina tardó 8 días llegar a Aberfan, según las fuentes, tiempo después dijo que el hecho de retrasar su llegada fue uno de sus 'mayores arrepentimientos'.
1992 fue un 'año horrible'
La Reina Isabel ll dijo en un discurso el 24 de noviembre de ese año que: '1992 no es un año al que miraré hacia atrás con placer absoluto. En palabras de uno de mis corresponsales más compasivos, este año resultó ser un ‘Annus horribilis'.
Para empezar, el matrimonio del príncipe Carlos y la princesa Diana estaba en crisis. En junio de ese año, el biógrafo Andrew Morton publicó 'Diana: Her True Story – In Her Own Words'. El libro revelaba la infidelidad de Diana en su matrimonio y la implicación de Camila Parker Bowles.
Paralelamente, el Principe Andres y Sarah Ferguson se separaron. Luego la Princesa Ana se divorció de su esposo Mark Phillips, tras tener ambos aventuras durante el matrimonio.
Perder a su madre y a su hermana
La madre de la Reina Isabel, la Reina Madre, murió a los 101 años el 30 de marzo de 2002. La madre era un figura popular en el Reino Unido y muy querida por su hija.
La reina pronunció un discurso televisado la noche anterior al funeral de su madre, en el que abordó el eterno dolor de la pérdida de un miembro de la familia. El funeral de la Reina Madre se celebró en la Abadía de Westminster, en Londres, y para conmemorar todos los años de su vida, la campaña tocó 101 veces.
La hermana de la reina, la Princesa Margarita, murió menos de dos meses antes, el 9 de febrero del 2002, tras sufrir una serie de derrames cerebrales.
La muerte de la princesa Diana
La muerte de la Princesa Diana conmovió a la familia real y al mundo entero. La princesa del pueblo murió en un accidente de coche en París en el 31 de agosto de 1997.
La reina fue criticada por no regresar a Londres de inmediato tras la tragedia. En cambio, se quedó en el castillo de Balm oral, con los Principes de William y Harry, que acababan de perder a su madre.
Fue un momento devastador para toda la familia real, pero la reina fue la más afectada por el escrutinio público.
Duelo por el Príncipe Felipe
La Reina Isabel se enfrentó a la muerte de su esposo, el Príncipe Felipe, el 9 de abril del 2021, justo antes de su centenario. La pareja llevaba casada más de 70 años. La reina que tenía 94 años al momento del funeral de su esposo, tuvo una conducta tranquila en público, pero eso no significó que fuera fácil soportar aquel dolor.
El príncipe Andrés se refirió al dolor de su madre, declarando a la BBC: 'La reina como es de esperar, es una persona increíblemente estoica, ella lo describió como un gran vacío en su vida, pero nosotros, la familia, los que estamos cerca, nos estamos reuniendo para asegurarnos de que estamos ahí para apoyarla'.
El escándalo del Príncipe Andrés
El Príncipe Andrés se vio inmerso en un escándalo público por su amistad con Jeffrey Epstein. El príncipe afrontó una demanda civil que le acusaba de abusos sexuales por parte de una de las víctimas de Epstein, Virginia Guiffre.
La reina respondió despojándole de sus títulos militares y patrocinios reales. También se le prohibió utilizar su título de SAR en cualquier cargo oficial en el que futuro.
Finalmente, la pandemia de la covid-19 no fue ajena a la soberana, quien dio positivo con síntomas leves que no aquejaron en gran medida su salud.




















