El Heraldo
Personas observan hacia una vivienda donde fue ultimado un hombre días atrás en el barrio Chiquinquirá. Luis Rodríguez
Judicial

Las maniobras para combatir el crimen en B/quilla y su área metropolitana

El alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo, propone unos cambios, entre esos integrar a más actores para mejorar la seguridad ciudadana de B/quilla y su área metropolitana.

Sumar actores a la investigación para contener el delito propuso recientemente el alcalde de Barranquilla, Jaime Pumarejo Heins, en el marco de la primera crisis en seguridad de este 2023 impulsada, al parecer, por las viejas figuras del crimen, Digno Palomino y Jorge Eliécer Díaz Collazos, alias Castor, el primero privado de la libertad en la ciudad bajo la medida de detención domiciliaria y el segundo, supuestamente, preso en una cárcel de Venezuela.

Sobre ese tema y basado en la información policial, el mandatario de los barranquilleros habló de una pugna entre los dos bandos o facciones que lideran hoy los integrantes de la estructura criminal ‘los Costeños’, pero cabe detallar que quienes resultaron afectados por ese choque de días atrás fueron los comerciantes de la llamada ‘zona rosa’ del sur de la ciudad, ubicada en la carrera 8, luego de que los obligara al cierre temporal de algunos establecimientos, incluso en el fin de semana que es cuando más suman las cajas registradoras. 

Sin embargo, también existe la hipótesis de investigadores y de los propios vecinos de ese sector que lo que ocurrió allí fue derivado de retaliaciones por cobros extorsivos. No hay que pasar por alto que fue asesinado un comerciante y dos negocios terminaron con sus fachadas afectadas con impactos de bala y con el lanzamiento de una granada de aturdimiento. Y todo parece indicar que la orden de afectar el comercio de esa zona de la ciudad fue obra de Ober Ricardo Martínez, alias el Negro Ober, preso en la cárcel La Picota de Bogotá. 

En ese sentido, el alcalde detalló que se llevarían a cabo unas mesas de trabajo que le “permitirán a la fuerza pública esclarecer estos casos y, por supuesto, judicializar o poner tras las rejas a los responsables y a sus cómplices”.

Para ello citó que se integraría a la “Cámara de Comercio, la Universidad del Norte y jueces del circuito judicial de Barranquilla, para proponer unos cambios drásticos que puedan darle herramientas a la Policía, la Fiscalía y a los mismos jueces para atrapar y enviar a la cárcel a los bandidos”. 

Y ese mensaje de Pumarejo finalizó con el anuncio de más entregas de recompensas este año “para quien nos diga dónde están los delincuentes con armas de fuego en los barrios, porque vamos a perseguir el porte ilegal de armas”.

Aporte de la academia

Barranquilla cerró el 2022 con 370 asesinatos, registrando, de acuerdo con las cifras entregadas por el Instituto de Medicina Legal y Ciencias Forenses, una reducción en el número con referencia a los reportados en 2021, que fue de 382 casos. 

Hay que hacer mención en que del indicador homicidios de 2022, un total de 21 víctimas fueron producto de seis masacres ocurridas en cinco meses del año. 

En el caso del hurto a personas, según estadísticas de la Policía Nacional, se denunciaron en Barranquilla 14.993 hechos entre el 1 de enero y el 31 de diciembre de 2022. 
Y de la extorsión, otro de los delitos de alto impacto, víctimas reportaron o denunciaron 363 casos del 1 de enero al 31 de diciembre, es decir casi que uno por día. 

Ante esa perspectiva, Janiel Melamed Visbal, abogado, docente y director del Observatorio del delito de la Universidad del Norte, señala que el aporte de la academia en estos temas “es fundamental porque con una gruesa investigación científica se permite una adecuada caracterización de los fenómenos y se puede llegar a un diagnóstico mucho más certero que permita entender mejor las problemáticas sobre las cuales hay más preguntas que respuestas”.

Y que con base en una comprensión “se pueden diseñar efectivamente unas estrategias y metodologías de acción encaminadas a contener el desborde de estas problemáticas, especialmente, en el ámbito de seguridad ciudadana”. 

La academia, de acuerdo con lo explicado por Melamed, tiene un valor adicional que permite la toma de decisiones de política pública en materia de seguridad.

“Necesitamos es voluntad política fundamentalmente. La academia y sus capacidades están al servicio de contribuir a las discusiones a las problemáticas que al final terminan siendo prioritaria en la agenda de la ciudad y el departamento”, expone. 

Frente a casos de éxito por evidencia científica detalla que la Universidad Eafit de Medellín y la de Los Andes, en Bogotá, por ejemplo, a través de estudios de caracterización que se realizan han servido para entender fundamentalmente el fenómeno de la extorsión y dinámicas de violencia en el Pacífico colombiano, respectivamente.

Policías en vigilancia en la calle. Cortesía
Panorama completo

Nelson Patrón, jefe de la Oficina de Seguridad y Convivencia Ciudadana del Distrito, sostiene que contar con expertos académicos contribuye a tener un panorama más completo, sumando a los esfuerzos que ya la administración Distrital, desde la Oficina para la Seguridad y Convivencia Ciudadana, viene realizando con la articulación de las instituciones y entidades que hacen parte del Sistema Distrital de Seguridad, Convivencia Ciudadana y Justicia.

“Además de la academia, hemos invitado a trabajar de la mano a diferentes actores como el sector privado desde la Cámara de Comercio, a la Rama Judicial, la Fiscalía General de la Nación, incluso a alcaldes de otras ciudades y municipios para buscar o plantear entre todos, las maneras que permitan contrarrestar la delincuencia, brindándole herramientas y recursos a la Policía para que puedan ejercer una verdadera contención de delitos. Esto lo hemos visionado desde un espacio académico que esperamos materializar”, detalla.

Sobre cambios que deban hacerse en la forma de investigar las dinámicas criminales de la ciudad y de los delitos que están afectado actualmente la seguridad ciudadana, el funcionario responde que “siempre va a ser necesario replantear o implementar nuevas metodologías o herramientas para la investigación criminal porque va de la mano con las necesidades que se presenten. Es decir, a través de los años se van desarrollando nuevas modalidades de crimen, van surgiendo nuevos actores criminales, nuevas estrategias para trasgredir la ley y eso hace necesario actualizar, reforzar o cambiar las maneras de llevar a cabo investigaciones de este tipo. La compresión debe adaptarse más a los cambios sociales y analizar factores estructurales para poder combatir la raíz de las problemáticas”.

“No se puede afrontar una problemática social con las mismas dinámicas de hace 10 años porque todo va cambiando y cada necesidad tiene, por ende, una forma distinta de abordarla”, opina.

Vinculación de la comunidad

Por otro lado, el general Jorge Urquijo, comandante de la Policía Metropolitana de Barranquilla, menciona que está “dispuesta a participar activamente, como lo ha hecho siempre, de las acciones tomadas por la Administración Distrital en pro de la seguridad y convivencia ciudadana”. 

Añade que frente a la convocatoria de la Alcaldía Distrital deben ser consideradas de total importancia, pero que se debería sumar la comunidad en general.

En cuanto la inclusión de las administraciones de los municipios que integran el área metropolitana, teniendo en cuenta el cambio en las dinámicas criminales, el jefe de Policía sostiene que en Barranquilla y en cada municipio del área metropolitana, la Policía Metropolitana ha dispuesto de grupos interdisciplinarios de investigación que han sido fortalecidos con personal y herramientas para facilitar el trabajo en cada una de las jurisdicciones. 

“Sin embargo, cada uno de estos equipos, denominados unidades básicas de investigación criminal, están apegados a los lineamientos institucionales y, por supuesto, a las cápsulas investigativas determinadas de acuerdo con el comportamiento delictivo de la jurisdicción. Es decir, ya existe una agenda de investigación metropolitana toda vez que las indagaciones que se desarrollan en coordinación con la Fiscalía generan resultados que benefician a cada uno de los entes territoriales”. 

Análisis

El investigador y docente de la Universidad del Norte, Luis Fernando Trejos, plantea que se debe liderar una estrategia metropolitana ya que el crimen organizado evidencia que se mueve por todos los municipios del Área Metropolitana.

Propone que la Oficina de Seguridad y Convivencia Ciudadana “debe convertirse en una Secretaria de Seguridad y Convivencia Ciudadana, con el fin de que coordine, articule y lidere los esfuerzos y políticas del Distrito en temas de seguridad y convivencia”. Y en referencia al cambio en las dinámicas criminales de la ciudad y en los municipios, “debe reconocerse la naturaleza y magnitud del problema ya que si el diagnóstico es errado las políticas que se formulen para su superación serán insuficientes”.

Indica que se debe abrir un proceso de gobernanza de la seguridad y convivencia ciudadana involucrando a los gremios más afectados como Asocentro y Undeco, organizaciones de la sociedad civil y universidades que pueden aportar enfoques, metodologías y conceptos que sirvan como insumos en la formulación de políticas públicas.

Uniformado requisa a un motorizado. Cortesia
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