Salvatore Mancuso aseguró en audiencia con la JEP que las Convivir son la madre de las AUC

Por espacio de tres horas Salvatore Mancuso Gómez, exjefe de las Autodefensas Unidas de Colombia, AUC, relató las circunstancias que permitieron el surgimiento de este grupo al margen de la ley que se extendió militar y políticamente por la Costa Norte y otros territorios del país.

Según la declaración ofrecida en la Audiencia Única de Verdad, el maridaje entre las paramilitares y las entidades del Estado se gestó a través de las Convivir, que surgieron como una manera de apoyar la ilegalidad a través de la legalidad.

'Inicialmente el entonces comandante de la Policía, coronel Gustavo Leal Pérez, quien creó las bases de patrullaje rural. Se conformaron grupos de ‘celadores rurales’ y de la creación de lazos que generaron mecanismos de defensa entre ganaderos y empresarios de la zona que intercambiaban información con la Brigada 11, pero cuando fui a pedir ayuda y protección al Estado frente a las extorsiones de la guerrilla, terminé reclutado por el Ejército, por medio del mayor Frattini Lobascio, quien pidió colaboración como guía y como informante para poder actuar contra los insurgentes', dijo Mancuso.

Agregó que 'además de comprar radio con frecuencias especiales y antenas repetidoras, nos enseñaron a manejar códigos de comunicación. Si yo quería decir que la guerrilla estaba pasando por mi finca decíamos '050729', por ejemplo. Frattini, el Ejército y la Policía nos capacitaron', sostuvo.

A partir de información declarada ante Justicia y Paz, la magistrada Heydi Baldosea pidió a Mancuso que indicara específicamente cuáles eran los roles, funciones o responsabilidades que se le asignaron en calidad de guía o informante de los batallones Junín, Vélez y Voltígeros.

Mancuso afirmó que el esquema montado en Córdoba fue el que replicaron en todo el norte.

'Las personas agobiadas por la guerrilla nos pidieron creación de grupos de autodefensas (...) el mismo Francisco Santos solicitó la creación del Bloque Capital. De hecho, en uno de sus editoriales en periódico El Tiempo, prácticamente justificó la operación paramilitar en Colombia', indicó.

También hizo referencia a otras peticiones que recibieron sobre la presencia de las Autodefensas, como fueron las solicitudes realizadas por los Géneco, en el Cesar; en los Montes de María, el mismo Jorge Bisbal Martelo, presidente de Fedegán; el director de Fenalco, que fue ministro de Interior, Sabas Pretelt de la Vega, quien presuntamente trasladaba la preocupación de los comerciantes por el cierre de las vías y también las empresas las carboneras por la vía férrea.

La magistrada Heydi Baldosea pidió a Mancuso que profundizara su declaración ante Justicia y Paz en 2017 sobre las funciones específicas de los batallones Junín y Voltígeros en el apoyo a la Convivir Horizonte Ltda. como estrategia paramilitar.

'Carlos Castaño vio las Convivir como un instrumento valiosísimo para el fortalecimiento de las autodefensas (...) Algunas personas eran reticentes al discurso de las autodefensas, pero a través del aparato legal de las Convivir era más fácil convencerlas. Así fue como se logró que apoyaran a través de la legalidad la ilegalidad. Se combinó esta bisagra que fue un entramado profundo de todos los grupos que se crean y se engranan en una bisagra entre la fuerza pública y la autodefensa ilegal', agregó Mancuso.

Mancuso relató que paralelo a la anexión de grupos paramilitares en la Costa se fueron conformando más Convivir.

'Por ejemplo la de Javier Piedrahita que tenía el grupo de Buenavista y tenía un grupo en Sucre. Con él ejecutamos muchas acciones con la Policía', dijo.

La magistrada Baldosea le pidió a Mancuso que se centrara en responder la pregunta sobre el relacionamiento con las Convivir, su participación en los grupos paramilitares entre los años 80 y 90. Asimismo, le pidió indicar el tipo de relación que tenía en esa etapa con la fuerza pública.

'Yo tenía carnet del Ejército entregado por la Brigada 11. Tenía carnet de Policía Cívico. Chapa de la Policía Cívica. Tenía uniforme de la Policía Cívica, para entonces ya era conocido por el comandante de la Primera División, el general Iván Ramírez Quintero, por el gobernador de Córdoba y el secretario de gobierno Benito Osorio. Todo el mundo sabía quién era yo', narró.

Continuó diciendo que 'en medio de ese combate me extrajeron en helicóptero con la tropa que estaba bajo mi mando. Luego, fuimos trasladados a la Brigada 17 a pesar de que íbamos vestidos de guerrilleros, porque nos hacíamos pasar por guerrilla, para mezclarnos. En la Brigada 17 nos recibió el mayor Quiñones, comandante de la compañía Ballestas. Y el comandante de la Brigada 11, quien gestionó para trasladarlos a la base de Tierralta. Allí lideré el plan de rescate de los ciudadanos suecos usando planos de fuerzas especiales americanas. Vean cómo me llamaban para que planificáramos operaciones. Cómo comandé una operación directa contra la subversión y cómo de manera irregular dentro de esas operaciones acusábamos a los campesinos de ser guerrilleros por las marcas del morral en la espalda', dijo Mancuso.

Mancuso dijo que podía referirse al caso del secuestro de Leonor Palmera, la hermana de Ricardo Palmera, alias 'Simón Trinidad'. Relató que allí, la Convivir bajo su mando, contó con apoyo del Ejército, a través del general Iván Ramírez Quintero, y de la Policía, que los escoltó

Según Mancuso, el actual alcalde de Buenavista, Félix Gutiérrez, fue un activo colaborador de la causa paramilitar en la subregión del San Jorge, sur de Córdoba.

'Recibíamos información de quienes el Ejército consideraba que eran colaboradores o aliados de la guerrilla. El ex comandante de la Policía Córdoba, Coronel Raúl Suárez nos pasó los nombres de los líderes indígenas Zenú, Clemente Polo y Manuel Atencia para darle de baja, como así sucedió. Esa arma de la infamia y la estigmatización de la guerra en Colombia nos llevaba a recibir los informes como una verdad incontrovertible. Y eso convertía automáticamente a las personas en objetivo militar y en la pena de muerte', dijo Mancuso.

La magistrada Baldosea pidió a Mancuso que relatara si hubo otros casos en los que existiera una articulación o coordinación para cometer ejecuciones extrajudiciales que luego fueran presentadas como bajas en combate por la fuerza pública.

'El comandante Camilo, Armando Pérez, en el Catatumbo, en 1999, ejecutó a cuatro víctimas: Néstor Campo Sánchez, Alfonso Álvarez, Diomar Barros Vega y una persona sin identificar. Fueron entregadas al teniente Daladier Rivera Jácome y los legalizó como bajas en combate', dijo Mancuso.