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Durante 2025, el Megabarrio Villas de San Pablo consolidó una agenda ambiental con amplio impacto comunitario, beneficiando a más de 1.500 personas a través de iniciativas orientadas a la educación ambiental, la gestión responsable de residuos y la sostenibilidad. Las acciones involucraron a niños, niñas, líderes comunitarios, comerciantes y adultos mayores, fortaleciendo el compromiso colectivo con el cuidado del entorno.

Uno de los principales avances fue la entrega del Parque Productivo – Huerta Comunitaria Villas de San Pablo, un espacio de 6.945 metros cuadrados destinado a la producción sostenible, el encuentro comunitario y la inclusión social. Actualmente, el lugar es gestionado por líderes formados en el programa GenerACTOR, junto a adultos mayores y el colectivo comunitario Huerteritos, integrado por 70 niños y niñas que participan activamente en jornadas de siembra, compostaje y mantenimiento.

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A través del programa Ecovillas, desarrollado en alianza con la Asociación de Recicladores ASORESCATAR, se sensibilizó a residentes del Megabarrio, integrantes de la Junta de Acción Comunal y estudiantes del Megacolegio sobre la correcta separación y disposición de residuos. Además, 10 unidades productivas del corredor comercial fueron capacitadas y dotadas para implementar prácticas responsables en sus actividades económicas.

El trabajo conjunto con los recicladores permitió la recolección de más de 19 toneladas de material aprovechable, impulsando la economía circular y reduciendo el impacto ambiental en el territorio. Parte de este proceso facilitó la articulación del colectivo Huerteritos con comerciantes del sector para la recolección de residuos orgánicos, insumo fundamental para el compostaje en la Huerta Comunitaria.

“El trabajo que hemos realizado este año ya está dando frutos. Hoy vemos una mayor conciencia ambiental por parte de las familias y los comerciantes. Para 2026 tenemos grandes retos con la Huerta Comunitaria: queremos que empiece a generar alimentos que contribuyan al bienestar de la comunidad, especialmente de los niños, niñas y adultos mayores”, señaló Judith Payares, líder comunitaria de la Huerta Urbana y del colectivo Huerteritos.

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En el componente educativo, el proyecto Plantú School, desarrollado en la Institución Educativa Distrital Villas de San Pablo, formó a más de 30 niños y niñas como líderes ambientales. A través de talleres prácticos, los estudiantes aprendieron sobre economía circular y reciclaje, participaron en el embellecimiento de la huerta escolar y recibieron kits escolares elaborados con materiales reciclados y sembrables.

“Para la Fundación Santo Domingo es fundamental que la comunidad sea la protagonista de su transformación. Involucrar a los niños y niñas ha sido clave para formar a los guardianes ambientales del Megabarrio y garantizar la sostenibilidad de estos procesos en el tiempo”, afirmó Sandra Romero, gerente del Megabarrio Villas de San Pablo.

Con estas acciones, Villas de San Pablo se consolida como un referente local en sostenibilidad, participación comunitaria y educación ambiental, apostándole a un desarrollo con impacto social y ambiental duradero.