Hace 26 años cuando estalló el burro – bomba frente a la Estación de Policía del municipio de Chalán, en los Montes de María, y mató a los 11 uniformados que cuidaban de ese pueblo, la institución se mostró inconforme porque no habían sido alertados sobre esa toma para ellos estar en alerta.
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En su momento el entonces subdirector de la Policía, general Luis Enrique Montenegro Rinco, calificó de cómplices a los habitantes de Chalán por no informar sobre la presencia de los guerrilleros que masacraron a los uniformados y dijo que esta población no merece la Policía que tiene.
De allí el estigma de guerrilleros que siempre ha acompañado, sin sentido, a sus pobladores que al igual que los policías y sus familias también han sido víctimas del conflicto.
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Para muchos en el pueblo ese ataque guerrillero, pero no con esas dimensiones, estaba advertido y varios hechos similares lo habían antecedido, entre ellos un hostigamiento el 5 de diciembre de 1.995 que los policías lograron repeler.
En su momento el alcalde Álvaro Martínez Buelvas le dijo a la prensa que no había amenazas en el pueblo 'pero sí se escuchaban comentarios sobre una toma guerrillera'.
{"titulo":"Conmemoran 25 años de la muerte de 11 policías por un 'burro-bomba'","enlace":"https://www.elheraldo.co/sucre/conmemoran-25-anos-de-la-muerte-de-11-policias-por-un-burro-bomba-801163"}
En el más reciente acto de reconocimiento que le hicieron las extintas Farc al municipio de Chalán y a sus habitantes como víctimas y que terminó con el pedido de perdón y los abrazos, estuvo Osmani Landero Fajardo, alias ‘Hernando González’, quien fuera el comandante del frente 35 de las Farc para ese entonces.
En entrevista con este medio ratificó que el ataque a la Estación de Chalán había sido un plan que desde el Secretariado de la organización armada ilegal lo trabajaron durante 5 meses.
Él estuvo presente en ese ataque y logró salir ileso al igual que uno del Secretariado, pero dos 'camaradas más murieron y dos más resultaron heridos'. Estos hacían parte de las 2 escuadras que participaron y que sumaban 24 guerrilleros.
'Yo participé en eso con un camarada que era miembro del Secretariado y que lo llamaban Bertulfo Álvarez, ya muerto. Ese era un plan que se venía coordinando por orientaciones de nuestro Secretariado y del bloque Martín Caballero. Ellos nos ordenaron hacer esa acción porque esta estación estaba siendo cómplice con los paramilitares', relató el exjefe guerrillero que dijo sentir pena con las víctimas de Chalán al tenerlas frente a frente en un acto que organizó la Comisión de la Verdad.
Alias ‘Hernando González’ le contó a AL DÍA que planearon el burro-bomba por ser, según ellos, 'la acción que menos afectaría a la población civil. De otra manera los tiros y el explosivo iban a causar grandes daños en la comunidad y por eso lo hicimos únicamente y exclusivo para esa estación, para no afectar a nadie más'.
Sin embargo, en un área de 600 metros quedaron regados los restos del animal, y la explosión causó destrozos no solo en la Estación sino también en la escuela Gabriela Mistral, en el colegio departamental de bachillerato, la Alcaldía, y en una vivienda. Entre las 7:15 de la noche del 12 de marzo y la 1:00 de la mañana del día siguiente continuaron los ataques con rockets, granadas y más explosivos.
Precisó el otrora líder guerrillero que el burro cargado con la leña en la que iba camuflado el explosivo era de propiedad de ellos, de la entonces guerrilla de las Farc, y lo utilizaban para transportar los alimentos, la leña y el agua que consumían.
En enero de 2000 alias ‘Hernando González’ es trasladado a San Vicente del Caguán y en su reemplazo a esta zona de los Montes de María llega alias ‘Manuel o Mane’.
Después del ataque del burro-bomba que cobró la vida del comandante de la estación, subintendente Fernando Luis Carrascal Mendoza y de los agentes José Rufino Alvarado Guillén, José Ramírez Montes, Néstor Marriaga Hernández, José Díaz Paternina, Jhon Fernández Ospina, Jhon Alexánder Julio Buelvas, Aristides Barrios Álvarez, Jesús Restrepo Mendoza, Samuel Díaz Julio y Heberto Fernández Rodríguez, el municipio de Chalán permaneció 7 años sin policías. La institución regresó en diciembre de 2002 con 55 uniformados, entre ellos una mujer que era subintendente, y quienes estaban al mando del entonces teniente Franco Lleras Zambrano.
La tarea de este oficial y sus compañeros, además de restablecer la seguridad aún con presencia activa de los frentes 35 y 37 de las Farc, era recobrar la confianza con los chalaneros que creyeron estar a salvo con la permanencia de la fuerza pública en el territorio, pero los alzados en arma de forma irregular se volvieron a hacer notar en Chalán. Lo hicieron la mañana del 17 octubre de 2002 asesinando al párroco, presbítero José Luis Cárdenas Fernández.





















