Las soluciones que plantea el Conpes para La Mojana

Ahogada por las aguas del río Cauca e incapaz de ser un importante escurridero hídrico de tres ríos, el cual históricamente es una de sus principales funciones ecosistémicas y de regulación para el país, la región de La Mojana afronta –al igual que en 2010– una de sus peores desgracias.

Desde el pasado 27 de agosto, tras el rompimiento del jarillón de protección ubicado en el sector de Cara ’e Gato, en San Jacinto del Cauca, Bolívar, las pérdidas en una región donde hay más agua que tierra han sido incalculables a raíz de las constantes inundaciones que han acabado miles de hectáreas fértiles para el cultivo y desplazado a cientos de familias.

Como consecuencia de este evento, según datos revelados por la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo a finales de 2021, se han reportado 36.747 familias y 126.800 personas damnificadas.

Asimismo, en términos de infraestructura, se establece que para 10 municipios de los departamentos de Sucre, Córdoba y Bolívar se han registrado 2.969 viviendas afectadas, 3.291 averiadas y 500 destruidas, junto con 10 puentes vehiculares destruidos.

Soluciones.

En medio de ese oscuro panorama, de pérdidas irreparables, de gremios ganaderos molestos con el actuar de la Ungrd, de megabolsas recién instaladas que luego se las ha llevado el Cauca y la desazón de miles de familias pobres que no encuentran consuelo a su situación –literal con el agua en el cuello–, el Consejo Nacional de Política Económica y Social aprobó el primer documento conpes de Declaración de Importancia Estratégica Regional (DIER), una serie de acciones e inversiones por más de $1,8 billones que buscan acabar con los desastres desencadenados por las inundaciones que enfrentan 11 municipios (10 en la Costa y uno en Antioquia).

Estos trabajos, según el Gobierno nacional, le pondrían el tapón al chorro de Cara ’e Gato y todas las situaciones, naturales y generadas por el hombre, como el represamiento, alteración de drenajes y cambios en las coberturas vegetales, que han azotado a la región.

El proyecto plantea que, a partir de los estudios y diseños correspondientes, se lleve a cabo la construcción de obras de infraestructura en los cascos urbanos de los municipios (exceptuando los municipios de Nechí en Antioquia y de Ayapel en Córdoba) como la construcción de tablestacados (tipo de contención flexible de tierras, permanente o recuperable, que se encuentra formado por elementos prefabricados, usualmente de acero) con profundidades de empotramiento variables, obras de protección de cauces, estaciones de bombeo, diques perimetrales con geometría independiente para cada caso y la construcción de viviendas palafíticas.

Asimismo, según está establecido en el documento, para la zona rural se reforzará un dique de 122 km de longitud con 33 puntos de conexión hidráulica con el río Cauca y dos puntos en el río San Jorge.

Además, se llevaría a cabo la implementación de soluciones basadas en la naturaleza (SBN) para 'la rehabilitación y mantenimiento de canales o caños que hacen que La Mojana sea un área de amortiguación hídrica natural, así como la restauración de los ecosistemas que son la fuente principal del desarrollo económico de los pobladores de la región'.

Los trabajos, que están garantizados con recursos del Sistema General de Regalías (29 %) y el Presupuesto General de la Nación (71 %), se iniciarían en junio del presente año y culminarían a mediados del 2026.

'Este es un proyecto enmarcado en tres frentes específicos de trabajo poco abordados. El primero es el de infraestructura, enfocado en la construcción de diques para evitar inundaciones en los cascos urbanos; el segundo es la rehabilitación de los canales para la conectividad hidráulica y el flujo natural de las aguas, evitando el riesgo de desbordamiento, ejecutando labores de limpieza y mantenimiento para facilitar la navegabilidad y reactivar el comercio; y el tercer frente es el de restauración ecológica, para devolver las características naturales al ecosistema. Estoy segura de que con esta estrategia traeremos tranquilidad a los habitantes de La Mojana, porque cada una de estas soluciones no fue pensada desde Bogotá, sino desde el territorio y en trabajo constante con las autoridades regionales', aseguró la directora del Departamento Nacional de Planeación (DNP), Alejandra Botero Barco.

Otros beneficios.

Por otro lado, según el Gobierno, con las intervenciones se beneficiarán los diferentes ecosistemas de la región dado que el ingreso controlado de agua de los ríos Cauca y San Jorge hacia los municipios permite el desarrollo de la conservación de los ecosistemas terrestres y acuático terrestres.

'Estos son soportes de servicios paisajísticos, de transporte, comerciales, de abastecimiento de agua, de fauna y flora a los habitantes de La Mojana, disminuyendo de esta manera los impactos negativos por eventos de sequías', explicaron.

El único lunar, según los diferentes líderes de la zona, es que la billonaria inversión 'tardó demasiado' y que los inicios de los trabajos se harían paralelamente con la temporada invernal en la región Caribe, una situación que les genera zozobra por lo ya vivido: la destrucción de trabajos de nivelación y protección destruidos por el río Cauca.

El reclamo de la comunidad tiene su razón de ser y es un punto de vista con el que concuerda el Gobierno. De acuerdo con los estudios realizados por el Centro Nacional de Modelado en el marco de la intervención integral para la reducción del riesgo de inundaciones en la región de La Mojana, se ha evidenciado que los escenarios de inundación que se pueden llegar a presentar en la zona en los próximos años 'pueden ser más severos que cualquier evento históricamente registrado para la región'.