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Era el domingo 8 de junio de 1924. Decenas de barranquilleros se habían aglomerado en el antiguo Paseo Colón, actualmente Paseo Bolívar, para llevar a cabo una manifestación ante el ministro de Obras Públicas de Colombia, Aquilino Villegas.

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Pasadas las tres de la tarde, el hidroavión Tolima A-16, perteneciente a la Sociedad Colombo-Alemana de Transportes Aéreos, ‘Scadta’, ahora conocida como Avianca, sobrevolaba el cielo barranquillero con el propósito de hacer una campaña cívica a la canalización de Bocas de Cenizas para su desembocadura del río Magdalena.

La novedosa hazaña no terminó como se esperaba. El hidroavión cayó a tierra de manera inesperada seis cuadras después del Paseo Bolívar, específicamente en el patio de la familia Glen.

El accidente cobró la vida de los seis tripulantes que se encontraban dentro de la aeronave, entre ellos cinco alemanes y el barranquillero de 39 años Ernesto Cortissoz Álvarez-Correa, un pionero de la aviación comercial en Latinoamérica y primer presidente de Scadta.

Este 8 de junio se cumplen 99 años de aquella fecha que quedó marcada en la historia de la ciudad y el país como el primer vuelo en el que murieron tal cantidad de personas, teniendo en cuenta que el mundo de la aeronáutica apenas comenzaba a dar sus primeros aleteos.

Homenaje a tripulantes

Como un homenaje que perduraría para siempre en la historia de la ciudad, tres años después del lamentable suceso, se construyó un monumento para recordarlos. Se trata de un águila con sus alas abiertas, hecha de bronce, ubicada en el Parque Los Fundadores.

El monumento a los Mártires de Bocas de Ceniza cuenta también con una placa en la que reposa el siguiente mensaje: 'Colombia agradece a los héroes de la aviación-1924'. Además, el aeropuerto internacional de la ciudad lleva el nombre de Ernesto Cortissoz como un homenaje al legado que construyó a comienzos del siglo XX.

'El mayor legado que dejó mi abuelo fue invitar a soñar en grande. La aviación era algo impensable para la época y él junto a otras personas le apostaron a eso y lo lograron. Las nuevas generaciones deben conocer esta historia para que se inspiren a pensar en grande', expresa Jaime Cortissoz, nieto menor de Ernesto.

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Un hombre pujante

Ernesto Cortissoz nació el 30 de diciembre de 1884. Su hogar estaba conformado por Jacob Cortissoz Jesurun-Pinto y Julia Álvarez-Correa, dos inmigrantes judíos sefarditas provenientes de Curazao.

Sus padres se preocuparon por darle una sobresaliente educación a Ernesto enviándolo a estudiar su bachillerato a Alemania y estudios superiores en Suiza, Inglaterra y Estados Unidos.

Al regresar a su ciudad natal, en 1904, después de ocho años de educación en el exterior, comenzó a trabajar para los negocios de la familia en Cortissoz y Cía. Se casó con la católica Esther Rodríguez González en el año de 1908, fruto de este amor nacieron cinco hijos: Enrique, Clara, Cecilia, Ernesto y Fernando.

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Hacia el centenario

El próximo año se cumplirá un centenario de esta histórica fecha que aún es recordada por los barranquilleros como uno de los sucesos más impactantes en la historia reciente.

'Desde ya estamos preparando todo para conmemorar los cien años de la muerte de mi abuelo el próximo año. Se llevarán a cabo varios eventos para que la ciudad recuerde no solo a Ernesto sino también a los alemanes que también perdieron la vida', sostiene Jaime.

A propósito de la fecha, Juan Pablo Mestre, docente universitario e investigador comentó que Cortissoz entra en la historia como uno de los visionarios en los proyectos de fortalecimiento de la ciudad y la conexión que esta necesitaria con el mundo.

'Ernesto Cortissoz fue un visionario que proyectó y participó en procesos como la creación de la Liga Costeña en 1919 durante la presidencia de Marco Fidel Suarez. Su más grande aporte, sin lugar a dudas, fue vincularse ese mismo año, el 5 de diciembre, a la constitución de la SCADTA'.

Asimismo, otro de los datos que añadió Mestre fue que al momento de su fallecimiento en el accidente aéreo de 1924, se encontraba arrojando folletos desde el Avión ‘Tolima’ de la mencionada aerolínea, promocionando el proyecto local de los tajamares de Bocas de Ceniza.