Atípicamente los samarios protestaron por la crisis social y económica que atraviesa la ciudad. Promovida por los gremios, entidades cívicas, comunales, sindicatos, y otros sectores de las fuerzas vivas, se realizó una marcha que partió desde el colegio Liceo Celedón, y culminó en la Alcaldía.
El desbordamiento de la quebrada La Lata, el deterioro de las calles, el no pago de los maestros, la perdida de las playas de Santa Marta, las aguas negras del barrio Pescaito, y otras situaciones de caos, fueron los principales motivos por los cuales los samarios participaron del movimiento.
Por su parte el comercio cerró sus puertas y el transporte urbano de buses paralizó actividades.





