El pasado seis de mayo las fuertes corrientes del río Cauca volvieron a romper el jarillón de Cara ’e Gato, dejando en evidencia dos preocupantes asuntos para los pobladores de La Mojana: la fragilidad de las obras de cerramiento que en la zona se habían realizado (se había abierto a muy pocos metros en 2021) y el cambio evidente de las dinámicas del cuerpo de agua, ocasionado por el envenenamiento producido por la minería ilegal en el departamento de Antioquia.
La ruptura del dique, crónica de una inundación anunciada por parte de los representantes de los 500.000 pobladores que hacen parte de la región, volvió a mandar al traste los millonarios recursos que se han invertido por parte de las últimas administraciones para proteger a una comunidad que lleva casi cuatro años bajo el agua. En la actualidad, según información entregada por Fedegán, hay más de 300.000 hectáreas afectadas, más de 40.000 animales desplazados y una incalculable cifra de cultivos perdidos. Además, una sociedad más pobre y con el agua –literal– hasta el cuello.
¿Qué le pasa al río? Carlos Carrillo, director de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo, Ungrd, reconoció un mal alertado por varios ganaderos hace años: las aguas del río Cauca están llenas de mercurio debido a la creación cada vez mayor de minas ilegales en municipios como Saragoza y Segovia, en Antioquia, que a la postre dejan como afectación un importante aumento de sedimentos en el río Nechí, que termina alimentando al río Cauca.
“Como se hace a través de dragas genera cambios muy complejos en la dinámica del río”, explicó Carrillo a medios de comunicación.
Sin embargo, los pobladores han empezado, de a poco, a desconfiar de las palabras emitidas por el Gobierno nacional con respecto a la actual crisis que se vive en La Mojana, que abarca a 13 municipios de cuatro departamentos: Sucre, Bolívar, Córdoba y Antioquia.
“¿Cómo el presidente va a decir que el río Cauca está buscando su cauce? En realidad está rompiendo su costa. El río se ha llenado de material de oro desde hace mucho tiempo en Nechí y el Cauca antioqueño. Estamos muy preocupados de lo que pueda pasar, de lo que el Gobierno quiera hacer porque la visión del Gobierno está errada”, advirtió el ganadero Marco Tulio Uribe en diálogo con el HERALDO.
En este sentido, según el líder regional, uno de los motivos de la tragedia actual son las 60.000 hectáreas que en los últimos años han sido desaparecidas en los sectores aledaños al río Nechí, una serie de acciones ilegales que han sido señaladas por el Gobierno a grupos armados ilegales como el Clan del Golfo.
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“El Gobierno no ha entendido nuestro problema. No se necesita más carreta, hay poca acción. Va a haber un desastre ecológico y humano sin precedentes en la historia de Colombia”, cuestionó.
El malestar con el Gobierno es cada vez más palpable. Los pobladores rechazan tajantemente una de las ideas del presidente Gustavo Petro, que a su juicio la mejor opción es dejar a un lado las obras hidráulicas y que las aguas del río Cauca sigan su curso como en la actualidad. En este sentido, de acuerdo con el mandatario, los pobladores deberían ser reasentados en otros territorios.
Sin embargo, aunque la comunidad reconoce que se debe realizar un reordenamiento alrededor del cuerpo de agua, consideran que el Ejecutivo ha ignorado la solución generalizada proferida por ellos: un dique de 65 kilómetros desde Nechí hasta Achí, en Bolívar.
En caso de que esta opción no goce de credibilidad, los líderes regionales solicitan que el Gobierno ejecute las obras planteadas en el Gobierno de Iván Duque: el proyecto plantea que, a partir de los estudios y diseños correspondientes, se lleve a cabo la construcción de obras de infraestructura en los cascos urbanos de los municipios (exceptuando los municipios de Nechí en Antioquia y de Ayapel en Córdoba) como la construcción de tablestacados (tipo de contención flexible de tierras, permanente o recuperable, que se encuentra formado por elementos prefabricados, usualmente de acero) con profundidades de empotramiento variables, obras de protección de cauces, estaciones de bombeo, diques perimetrales con geometría independiente para cada caso y la construcción de viviendas palafíticas.
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“Han desaparecido la mayoría de los ecosistemas de La Mojana. Se están acabando las poblaciones ribereñas y hasta el pescado está envenenado. No estamos de acuerdo con el reasentamiento del Gobierno porque genera desarraigo”, explicó Ramón Vides, líder de la región.

Nuevo paro
La lentitud con la que avanzan los trabajos para el cierre del boquete que hace 35 días se abrió en otro tramo del dique carreteable en el sector Cara ’e gato, situado en San Jacinto del Cauca, Bolívar, al igual que la ausencia del Gobierno nacional en lo que a entrega de ayudas humanitarias a damnificados se refiere, tienen indignados a los pobladores de la gran región Mojana.
Ante esta situación y otras afectaciones, en especial las que ahora tiene el gremio de agricultores que se quedó sin cosechas, pero con muchas deudas ante la banca, la población tiene programado un paro de carácter nacional.
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La hora cero para tomar las vías de hecho será establecida este viernes 14 de junio a partir de las 9:00 de la mañana en una gran asamblea que se desarrollará en el Polideportivo El Cauchal, un sitio que siempre ha servido de albergue a los damnificados, al igual que lo es la vía sin importar los otros riesgos a los que se exponen, entre ellos un accidente de tránsito.

Nuevos afectados
Además de las familias damnificadas por no estar en la comodidad de sus casas o fincas, de perder los cultivos y algunos animales, sus enseres, de que sus hijos no puedan asistir a las escuelas porque también se inundan y no hay vías ni medios de transporte disponibles, en la Mojana hasta los animales silvestres se ven afectados por esta ola invernal.
Recientemente, y por primera vez en medio de esta emergencia que ya está próxima a cumplir tres años, la Corporación para el Desarrollo Sostenible de la Mojana y el San Jorge (Corpomojana) lanzó un SOS por esos animales. El no tener qué y cómo comer los tiene en alto riesgo, por lo que pusieron en marcha una campaña de búsqueda, rescate y reubicación de animales.
En un primer recorrido por la zona afectada, Corpomojana identificó 543 animales silvestres afectados por las inundaciones, y de estos ha logrado el rescate de siete. Las especies se han visto atrapadas en al menos 14 pequeños parches de vegetación a manera de islas, donde cada día los recursos para sobrevivir son más escasos o no existen. También hay pérdida de vegetación nativa y con ello la fauna silvestre.
“Hago un llamado a la solidaridad del país entero, a que acudan y se vinculen a esta gran campaña que hemos iniciado, como entidad, como corporación no podemos hacerlo solos, ayúdennos a rescatar y ubicar estos especímenes de esta inundación”, indicó el director (e) de Corpomojana, Víctor Andrés Vásquez.
Estado de las obras en Cara ’e Gato
El director de la Ungrd, Carlos Carrillo, se refirió al estado actual de las obras para cerrar el boquete, que ascienden a $377 mil millones de pesos. “Hay un contrato firmado y vigente que me impide hacer inversiones allí. No puedo hacer otro contrato hasta que el vigente no se resuelva de alguna forma, sería un detrimento patrimonial”, dijo.





















