Fundación sepultó su dolor: Los 33 niños muertos en la tragedia fueron enterrados
El sepelio colectivo de 28 de los 33 niños víctimas del incendio de un bus en Fundación simbolizó el último adiós de una tragedia que enlutó al país.
El vía crucis comenzó a las 8:00 a.m. Desde las instalaciones de Medicina Legal (carrera 23 calle 53) en Barranquilla partió el cortejo fúnebre que les daría el último adiós simbólico a 33 niños que el pasado 18 de mayo murieron en un trágico accidente que conmocionó al país.
Escoltada por 160 policías, la caravana fúnebre emprendió su recorrido por las calles de Barranquilla en busca del Puente Pumarejo, para comenzar desde allí un recorrido de 135 kilómetros hasta Fundación, el pueblo olvidado que por más de una semana brilló tanto como lo hizo fugazmente Aracataca tras la muerte de su nobel.
A lo largo del camino, los habitantes de los pueblos aledaños salían al paso del cortejo fúnebre y se unían en un mensaje de solidaridad elevando carteleras con mensajes y lamentos para los niños fallecidos.
En Ciénaga, los pobladores salieron a las calles en pleno sol del mediodía cargados de globos y camisetas blancas en señal de duelo. Ubicados a ambos lados de la Troncal del Caribe, cientos de estudiantes de los colegios del municipio también salieron al paso y se unieron por breves minutos al paso de la caravana.
Tras 6 horas de un lento recorrido, la caravana con los cuerpos de los niños fallecidos arribó a Fundación, donde desde temprano esperaban para el último adiós (ver mapa del trayecto de la caravana fúnebre).
El adiós en Fundación
En el cementerio Ángeles de Luz, el pueblo entero recibió al cortejo con 28 de los 33 cuerpos de los niños fallecidos y de inmediato pasaron a los actos fúnebres.
El pueblo de luto y todos sus habitantes se volcaron con los dolientes enviándoles mensajes de aliento. Incluso, los comerciantes decidieron no abrir sus negocios en señal de duelo, mientras que un grupo de mototaxistas realizó una procesión en memoria de las víctimas.
Pese a que el calor fue inclemente –varias personas tuvieron que ser socorridas por desmayos- las personas lo sobrellevaron y acompañaron a los niños hasta su última morada.
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El presidente de la República, Juan Manuel Santos, también hizo una fugaz visita a los familiares de las víctimas. El primer mandatario descendió de un helicóptero y, por un lapso de 15 minutos, compartió con algunos de ellos para luego abordar nuevamente la aeronave y partir de regreso.
Con dolor despedimos a niños que murieron injustamente en Fundación. Solidaridad con sus familias. Medidas para que jamás ocurra de nuevo.
— Juan Manuel Santos (@JuanManSantos) May 28, 2014
La despedida de Keiver en Barranquilla
Mientras que en Fundación se adelantaba el sepelio de 28 niños, en Barranquilla, la familia de Keiver Erazo, uno de los niños que perecieron en la tragedia, lo sepultaba con el mismo dolor.
Keiver tenía 8 años y cursaba tercero de primaria. Era oriundo de Planeta Rica y desde hace dos años vivía en Fundación para estar más cerca de su padre un soldado profesional que trabaja en Valledupar.
"Keiver, te amo por siempre", escribió su mamá en la tumba que se convierte en un símbolo de una tragedia que las autoridades deberán encargarse de que no se repita.
En Santa Marta despidieron a dos niñas de la tragedia
En la capital del Magdalena, varias palomas blancas liberadas se tradujeron en un símbolo de adiós para dos de las niñas fallecidas en la tragedia de Fundación: Luz Celia Ibarra y Danna Daza.
Durante el acto religioso, los familiares de las dos niñas protagonizaron escenas de dolor. "Señor devuélveme a mi niña, Danna te amo", dijo su mamá Lenny entre llanto.
En el momento que el cuerpo sin vida de Danna quedaba en su tumba, una familiar leyó una nota donde expresaba su sentir ante su repentina partida. "…Siempre te vamos a extrañar y no te olvidaremos", fueron algunas de las palabras de la nota.
Luz Celia Ibarra era la hija de Manuel Ibarra, el líder espiritual que hoy se encuentra detenido junto al conductor del bus que se incendió.
"Esto ha sido terrible para nosotros, se destruyó nuestro hogar porque mi hija está muerta y mi esposo preso", relató Josefina Ortiz, madre de la menors, quien se encuentra aún interna en el Hospotal Fernando Troconis, debido a las quemaduras que sufrió cuando ayudaba a algunos niños a salir del bus.
La mujer recibió un permiso especial para salir del centro asistencial y asistir al entierro de su hija.
Otros dos niños víctimas de esta tragedia ya habían sido entregados a sus familiares para darles el último adiós: el niño Antonio Pabón, quien había sido sepultado en Fundación el pasado sábado 24 de mayo, y Belkys Pau, cuyo cuerpo fue entregado a sus familiares para llevarlo al vecino país de Venezuela.
