Familiares creen que la profesora se encuentra secuestrada

El pasado jueves 29 de marzo se cumplió un año de la desaparición de la docente Julia Schmalbach Viñas, de 47 años, quien laboraba en la Institución Educativa Técnica Industrial y Comercial de Soledad.Desde ese día los familiares de la profesora no han desfallecido en su intento de buscarla, pero la falta de recursos los ha limitado, y la única esperanza a la que se aferran hoy es a lo que pueda hacer la Fiscalía, entidad que, según ellos, hasta ahora no les ha dado mayores detalles de la investigación.Hernando Schmalbach, hermano de la profesora, indicó que para él y su familia la extraña desaparición de su hermana es una pesadilla de la que aún no despiertan, pero la angustia y el dolor se acrecientan al no saber si su ser querido esté aun con vida.“Si por lo menos tuviéramos información de que mi hermana falleció, que apareciera el cuerpo o sus restos para darle cristiana sepultura, con eso quedáramos un poco tranquilos, pero esto es una incertidumbre que solo terminará cuando sepamos qué le pasó a mi hermana”, manifestó.El día en que Julia desapareció salió del colegio con su hijo mayor a una cita con el psicólogo, del cual se despidió una vez los atendieron porque luego se encontraría con una persona a la que le vendería un apartamento de ella.“Mi hermana siempre acostumbraba a llamar a mi esposa Nancy Romero para decirle que ya iba para la casa, por eso cuando eran las 5:30 de la tarde y en vista de que no sabíamos nada de ella, mi esposa la llamó, pero el celular estaba apagado”, dijo el hermano.Al día siguiente Hernando Schmalbach llamó al colegio donde laboraba la docente para ver si se había quedado donde alguna compañera, pero la respuesta fue negativa, lo que aumentó su angustia.Sin pensarlo dos veces se fue hasta la Fiscalía, donde colocó el denuncio, pero se lo recibieron por desaparición. “Nosotros pensamos que mi hermana no está desaparecida como dicen en la Fiscalía, lo que creemos es que a Julia la secuestraron, y quién sabe dónde la tendrán”.Problemas con el marido. Hernando Schmalbach contó que su hermana tenía una relación sentimental con Hernando Rafael Torregrosa Villanueva, con quien dijo tuvo serios problemas. En varias ocasiones Torres Villanueva agredió a la docente, quien tuvo que ir a Medicina Legal para una valoración en la que le dieron doce días de incapacidad por los fuertes golpes que recibió.Así quedó registrado en el informe técnico médico legal de lesiones no fatales de Medicina Legal practicado el 4 de noviembre de 2010.Debido a las frecuentes agresiones, tanto físicas como psicológicas a las que era sometida Julia Schmalbach por parte de su marido, la profesora solicitó medida de protección en la Comisaría Segunda de Familia, porque temía por su vida.En el documento la agredida asegura que se volvió una obsesión para Hernando Torregrosa y porque no comprendía los problemas económicos por los que estaba atravesando.En el mismo documento Rafael Torregrosa acepta haber agredido a la docente, pero dice que los mismos se dieron porque al parecer le descubrió muchas mentiras con relación a unos dineros, aún así, se mostró arrepentido y le pidió perdón a la docente.Hernando Schmalbach asegura que esas peleas se daban porque su hermana hipotecó un apartamento y un local que eran de ella, lo cual no le gustó a Torregrosa Villanueva.EL HERALDO indagó en la Fiscalía sobre la desaparición de la docente y encontró que Julia Schmalbach prestó grandes cantidades de dinero en varios bancos, así como a ciertos prestamistas. Una funcionaria dijo que el monto asciende a más de 100 millones de pesos y que no recibía un solo peso de sueldo porque todo se lo descontaban los bancos.Agregó que el proceso no lo pude archivar hasta saber qué pasó con la profesora.Murió de pena moralIlse Viñas de Schmalbach, madre de la docente Julia Schmalbach, falleció el 31 de octubre de 2011 sin saber del paradero de su única hija hembra. “Todas las noches antes de acostarse mi mamá me preguntaba por mi hermana, ella decía que su corazón le decía que estaba viva, ella lloraba todas las noches, ese fue otro duro golpe para nuestras vidas”, dijo Hernando Schmalbach.Por William Colina Páez