
La Sala Penal del Tribunal Superior absolvió a Francisco Ospino Polo del crimen del canadiense John Patrick Haid, porque la testigo estrella de la Fiscalía fue preparada con anterioridad para que señalara una foto suya como el responsable de esta tragedia.
Así lo anunció el magistrado Jorge Mola Capera, quien resolvió la apelación interpuesta por el abogado Evaristo Meza, defensor de alias Francisquito, contra la sentencia de 48 años de prisión que en octubre pasado profirió el Juzgado Tercero Penal del Circuito.
Mola estimó que lo declarado por una persona en entrevistas, previo al juicio oral, “no tiene vocación de prueba”.
Y citó lo dicho por la propia mujer ante el juez: “Quiero que no se condene a un inocente. Los de la Sijín me dijeron que el otro testigo había dicho, que solo tenía que reconocer, que no me pasaría nada (...) Me prepararon y me dijeron que reconociera una foto específica (...) Siempre dije que ese no era”.
En sus determinaciones, el Magistrado compulsó copias para que se indague disciplinariamente a los policías por presionar a la testigo, a quien también ordenó investigar.
“Con el afán de dar resultados, implicaron a una persona ajena a esta muerte”, dijo Mola, que criticó además la actuación de la Fiscalía y el Ministerio Público.
Haid fue asesinado la noche del 10 de febrero de 2008, en la calle 70B con 32, barrio Olaya. Un sujeto le disparó en el pecho, tras acercársele e intentar en vano robarle un portátil.
Por Germán Corcho Tróchez