Compartir:

La escopolamina o la también llamada burundanga ocasiona un estado de vulnerabilidad, de somnolencia, de debilidad, en el que no se es capaz de recordar nada. Este alcaloide, que por sus características en solitario es dañino, acompañado con otras sustancias, según expertos, puede ser mortal.

Aquel elemento silencioso que criminales suelen suministrar en la calle, en establecimientos comerciales, hasta en cualquier tipo de transporte público, puede 'domar' a una persona para que luego la despojen de sus pertenencias. Y en meses como junio y diciembre los casos tienden a dispararse por el flujo de dinero que hay con el pago de primas.

Bogotá ha sido una de las ciudades más afectadas por hurtos con el uso de la escopolamina, creciendo en un 80 % los casos desde enero hasta a abril del presente año. Según registros de las autoridades policiales, en el último mes se presentaron 174 casos y, para lamentar, en uno de estos la víctima resultó muerta no por daños colaterales en su salud, como en algunos casos sucede, sino porque el efecto de la sustancia lo llevó a atravesar una calle sin precaución y terminó arrollado por un automóvil.

{"titulo":"Hieren a bala a vigilante durante atraco en Santa Marta","enlace":"https://www.elheraldo.co/magdalena/hieren-bala-vigilante-durante-atraco-en-santa-marta-915969"}

Por este motivo las autoridades de la capital del país divulgaron recientemente un cartel de las ‘más buscadas’, en sentido de que la mayoría de los hechos, de acuerdo con lo expuesto por los afectados, fueron mujeres las que suministraron dosis de la sustancia a sus víctimas para robarlos. Sin embargo, los hombres también han estado inmersos en casos como victimarios.

El panorama en Barranquilla aparentemente es diferente al de Bogotá. El tema de la escopolamina se ha manejado en cifras pequeñas, claro está en referencia netamente a las denuncias, las cuales llegan a seis en lo que va corrido del año, según la Policía Metropolitana.

No obstante, en la memoria de la gente todavía están frescos los casos ocurridos en 2018 y en 2021, cuando resultaron muertos dos hombres en la ciudad luego de que les fueran suministradas vía oral dosis mortales del alcaloide.

El mecánico diesel Manuel Antonio Mojica Carmona, de 39 años y que se hizo viral por un video donde cantaba a su manera un ritmo africano, murió en junio de 2018 en un hotel del Centro de Barranquilla luego de que dos mujeres, una apodada la China y la otra la Pecas, le suministraran el tóxico en un bar de la carrera 8, en el sur de Barranquilla.

En aquel momento, según lo que manifestó el administrador del establecimiento, la víctima ingresó en horas de la madrugada en compañía de las dos mujeres, las cuales salieron posteriormente y se marcharon del lugar. En la mañana, de acuerdo con lo narrado por el administrador, al observar que el cliente no salía de la habitación procedió a abrir la puerta observándolo tendido en la cama sin vida.

En 2021, casualmente en el mes de junio de ese año, fue hallado sin vida dentro de un hotel del norte de Barranquilla un hombre identificado como David Eusebio Garzón Carrillo, de 39 años, quien era comerciante de sistemas de sonido para vehículos.

{"titulo":"Despachos judiciales de Barranquilla modifican horario de atención al público","enlace":"https://www.elheraldo.co/barranquilla/despachos-judiciales-en-barranquilla-cambian-su-horario-de-atencion-915101"}

El hombre, oriundo de Bogotá, según las autoridades, ingresó al negocio de la calle 79 con carrera 43 en compañía de dos mujeres durante la madrugada del sábado 19 y, al cabo de un par de horas, las mujeres abandonaron el sitio dejándolo a él dentro de una habitación.

En circunstancias similares al caso ocurrido en 2018, en el hecho del año anterior el hombre fue hallado muerto por el servicio del hotel durante la mañana del mismo día.

Tiempo después, luego de una investigación adelantada por la Fiscalía, las autoridades lograron la detención de Viviana López Arenas y de Yelly Andrea Ospina Prieto, de 20 años. La primera fue detenida en Barranquilla y la segunda en Tuluá, Valle del Cauca.

Ospina Prieto tenía una detención domiciliaria en Tuluá y, pese a ello, viajó a Bogotá y de allí a Barranquilla, donde se cometió el crimen, de acuerdo con la investigación del ente.

En su momento se dijo que las dos mujeres conocieron a su víctima en una peluquería de un centro comercial de la capital del Atlántico y, posterior a ello, se fueron a un bar de la calle 82 a tomar licor. Después de eso, terminaron por acordar irse hasta el hotel donde sucedió el hecho, cercano al establecimiento nocturno.

Hoy ambas permanecen en el centro carcelario El Buen Pastor.

Casos activos

EL HERALDO dialogó con un investigador de la Fiscalía, vinculado a la Seccional Atlántico, para tratar de conocer cuáles son los movimientos criminales y el uso de este tipo de sustancias dentro del territorio atlanticense.

En primera instancia, el investigador dio a conocer que hasta la fecha no hay bandas organizadas identificadas que se dediquen a cometer este tipo de delitos. Sin embargo, el investigador confirmó que sí hay casos activos en la ciudad y su área metropolitana, pero que pueden pasar simplemente por una mera denuncia verbal, y que no se complementan con pruebas.

'Usualmente las personas llegan hasta la URI o incluso a los CAI de la Policía para denunciar que se encontraban en algún sitio, que de un momento a otro salen mareados y se encuentran sin sus pertenencias. Pero el hecho está en que luego de exponer el caso no van hasta las instalaciones de Medicina Legal para hacerse un examen toxicológico, lo que demostraría realmente que los hicieron ingerir alguna sustancia'.

Eso sí, según el fiscal, cuando una persona llega a un centro médico con sospechas de intoxicación por el suministro de la sustancia en mención, ya sea un establecimiento de la red pública o privada, automáticamente el personal de salud debe alertar a la Policía.

El funcionario del ente acusador reveló que en el caso de haber alguna captura de bandas o individuos por este delito, denominado hurto calificado bajo el numeral dos, que entra en vigencia cuando 'colocan a la víctima en condiciones de indefensión o inferioridad o aprovechándose de tales condiciones', la pena que rige sería de ocho a 16 años de prisión.

Asimismo, el fiscal mencionó que en los últimos registros, en cuanto a tráfico de sustancias, no hay detalles de incautaciones de escopolamina, dejando en claro que no son usadas en grandes dosis en la ciudad. Por su parte, los decomisos de drogas de este tipo que ha realizado la Policía en coordinación con la Fiscalía, se han presentado con el clonazepan, el cual es un relajante para el cuerpo humano.

'Los criminales utilizan mucho más este fármaco para los mismos fines, solo que este no permite que pierdas la voluntad completa, solo adormece; pero, se ha logrado la desarticulación de 7 bandas que comercializaban este producto en 2021, y dos en el presente año', señaló el investigador.

Efectos de la droga

Senith Beleño, médica toxicóloga, explicó que la escopolamina es una sustancia que está en la naturaleza y la produce el fruto de una planta llamada Belladona. Dicha sustancia cuando ingresa en el cuerpo afecta al sistema nervioso, de tal manera que produce un estado de amnesia y también hace que las personas pierdan la voluntad.

'Esto también afecta a nivel cardiaco, aumentando la presión arterial, invade otros órganos como los riñones, las glándulas de sudoración lo que hace que a la persona se le eleve la temperatura, reflejando un tipo de fiebre, lo que puede ser mortal debido a que los procesos metabólicos como la digestión y la creación de proteínas se alteran', mencionó la especialista.

Usualmente, la escopolamina no se usa sola: 'Lo tienden a mezclar con benzodiacepina o con fenotiazina ya que ambas son sustancias depresoras del sistema nervioso, que lo que hacen es adormecer a las persona (…) cabe resaltar que si la persona está ingiriendo alcohol y le dan este tipo de drogas el efecto se agrava mucho más'.

'Sabemos que el fin de usarla desde el punto de vista delictivo es que la persona entre en ese estado de vulnerabilidad y de perdida de la voluntad, para hacerse de las pertenencias de las víctimas; sin embargo, los delincuentes no tienen en cuenta las afectaciones que pueden producir en los organismo, y mucho más si las personas tienen enfermedades de base', indicó Beleño.

Para la médica el agravante de esta sustancia es la dosis en la que se utilice, porque 'ellos no van a colocarse a calcular lo que le van a dar a sus víctimas, pero, a mayor cantidad más consecuencias.

A nivel del sistema nervioso hay problemas mucho mayores, porque cuando las dosis son mucho más altas hay una alteración en los pensamientos, es decir, las personas tienden a desarrollar más adelante estrés postraumático, comienza tener problemas en la memoria y en el aprendizaje'.

Los agravantes y consecuencias que pueden presentarse después de vivir una situación en la que hagan ingerir este tipo de alucinógenos, según Beleño, se evalúan al mes y a los seis meses después de haber ocurrido el hecho, así como también, en un caso 'satisfactorio' no se presentaría ningún efecto que colocara en le peligro la vida de la persona.