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La pantalla televisiva conoce a Carlos Calero como el presentador alegre y carismático, pero detrás de esa imagen pública se esconde un hombre que ha atravesado momentos de profunda vulnerabilidad. En una entrevista para el pódcast ‘Los hombres sí lloran’, conducido por Juan Pablo Raba, el reconocido comunicador colombiano decidió abrir su corazón y compartir las pruebas más difíciles que ha enfrentado como esposo y padre.

Su testimonio se centra en dos episodios que sacudieron los cimientos de su hogar: el diagnóstico de cáncer de seno de su esposa Paulina Ceballos en julio de 2024, y años antes, la noticia de que su hijo Carlos, entonces de 14 años, debía someterse a tratamiento por un tumor cerebral.

“El día que nos dijeron, yo me fui a llorar al baño. Quería mostrarle fuerza a ella, pero estaba destrozado”, confesó Calero con la voz entrecortada al recordar el momento en que recibieron el diagnóstico de su esposa. La noticia no solo transformó la dinámica familiar, sino que puso a prueba su fortaleza emocional de una manera que nunca había experimentado.

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El presentador, conocido por mantener siempre una actitud positiva en público, admitió sin reservas que el llanto se convirtió en su compañero constante durante esos momentos críticos. “Yo lloraba de la angustia”, reveló, añadiendo que “uno no se puede hacer el fuerte todo el tiempo. Yo lloré como nunca. A escondidas, en público, con amigos… No sabía qué más podía pasar”.

Paulina Ceballos, por su parte, enfrentó el proceso con una determinación que impactó profundamente a quienes la rodean. Uno de los gestos que más conmovió fue su decisión de raperse voluntariamente la cabeza antes de iniciar las quimioterapias, un acto que simbolizó tanto su fortaleza como el duelo silencioso por la pérdida de la normalidad.

La experiencia previa con la enfermedad de su hijo había preparado parcialmente a la familia para enfrentar nuevos desafíos médicos. Carlos hijo, quien hoy tiene 20 años y goza de buena salud, fue diagnosticado con un tumor cerebral cuando apenas tenía 14 años. “Eso nos derrumbó la vida a todos, fue un momento bastante duro”, recordó el presentador, describiendo cómo el tratamiento incluyó quimioterapia y radioterapia, procesos que llevaron a su hijo a perder el cabello y enfrentar efectos secundarios devastadores.

“Hemos sido muy creyentes en Dios y la Virgen, empezamos a orar”, explicó Calero, atribuyendo la recuperación de su hijo tanto a la fe como a los tratamientos médicos. “En su momento no lo operaron, pero sí lo trataron con quimioterapia, radioterapia, perdió su pelo, etc. Fue muy duro verlo así”, agregó, enfatizando una reflexión: “Nadie está preparado para eso”.

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La sinceridad del presentador ha generado una ola de admiración en redes sociales, donde los usuarios han elogiado su valentía para mostrarse vulnerable. “Gracias por hablar de esto. Muchos hombres creemos que debemos guardar todo, y no es así”, fue uno de los comentarios más repetidos.

“En momentos difíciles como este es importante tener bases sólidas. Hemos tenido crisis, no de pareja, sino familiares”, reflexionó el presentador.

Actualmente, Calero continúa acompañando a su esposa en los controles médicos regulares, celebrando cada avance como una victoria personal y familiar. “La vida nos cambió, pero el amor también se fortaleció”, concluyó.