¿Monómeros puede perder su licencia para operar en Colombia? Es un interrogante que surge a escasos días del vencimiento de la licencia otorgada por Estados Unidos y que fue autorizada por la Oficina de Control de Activos Extranjeros (Ofac) de ese país. Con este permiso, la petroquímica venezolana con sede en Barranquilla puede realizar transacciones financieras y comerciales, incluidas las de dividendos, pese a las las sanciones que mantiene el gobierno estadounidense sobre el régimen de Venezuela y sus empresas.
De acuerdo con Bloomberg, citando a personas cercanas a esta decisión, la licencia podría no ser renovada, como se ha hecho en otros años, incluso cuando estaba Juan Guaidó como presidente interino de Venezuela.
Pero, ¿qué tanto puede esto tener un impacto en la compañía? EL HERALDO consultó a la empresa, sin embargo no ha habido ningún pronunciamiento oficial hasta el momento.
Para el excongresista barranquillero César Lorduy, quien conoce de cerca el funcionamiento de la filial de Pequiven, esta goza en la actualidad de dos licencias: una general y otra específica. “La licencia específica es la que le permite a Monómeros operaciones internacionales de compra y venta de materias primas, así como transacciones de carácter financiero”.
Pero agregó que la licencia general está contenida dentro de la misma ley que permite el otorgamiento o no de este tipo de licencias, en el sentido de considerar que a las empresas dedicadas a la producción de fertilizantes no se les puede aplicar medidas como las que posiblemente pudieran pensarse, en el sentido de que estén totalmente bloqueadas.
“Ya Monómeros en 2017 y 2019 tuvo una situación muy parecida, cuando operó sin licencia específica, pero trabajó con la licencia de carácter general. Esperemos que llegue el final de mes o el 25, pero ello no significaría que Monómeros esté ad portas de una liquidación”, sostuvo el excongresista.
No obstante, destacó el interés del Gobierno nacional por intentar lograr una adquisición de la compañía, y como una especie de propuesta dijo que lo más clave sería otorgarle líneas de crédito que le permitan obtener recursos financieros y así continuar operando.
Hay que recordar que la empresa venezolana quedó bajo máximo grado de supervisión denominado “control”, por parte de la Supersociedades, lo cual implica que el ente promueva la presentación de planes y programas de mejoramiento, como también convocar a la sociedad a un proceso de insolvencia.