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En desarrollo de su tesis doctoral, la profesora e investigadora Amelia Andrea Espitia Arrieta, adscrita al programa de Química, de la facultad de Ciencias Básicas, de la Universidad de Córdoba, descubrió la forma de fabricar plástico biodegradable a partir de desechos naturales como la semilla del mamón y del campano.

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En el trabajo, que es su tesis doctoral, lo que hizo fue “tomar estas semillas que normalmente son subutilizadas, extrajimos el almidón para convertirlo en un producto sostenible como el bioplástico y mejorar las propiedades, lo que sería el valor agregado a la investigación”, dijo la docente que es egresada de esta alma mater, magíster en Ciencias Químicas y próxima a graduarse de su doctorado en Ciencia, Tecnología e Innovación.

Agrega que la idea con esta investigación, es apostarle a los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), proponiendo a la humanidad alternativas para que no haya dependencia de los combustibles fósiles para la fabricación de plásticos convencionales, que están causando un gran impacto ambiental negativo.

Cortesía Unicórdoba

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Explica que el bioplástico producido a partir de estas semillas se degrada en un periodo entre los 40 y 45 días, disminuyendo de manera considerable el daño a nuestro medio ambiente.

“Este bioplástico inicialmente se puede utilizar para fabricar bolsas para embalar cosas y la idea es avanzar en la investigación para darle mayor resistencia, que permita mayor aplicabilidad al producto”, explica la docente.

Esta investigación es el producto del doctorado en Ciencia, Tecnología e innovación que la profesora Espitia Arrieta cursó en la Universidad Rafael Belloso Chacín, Venezuela, pero el trabajo se realizó en los laboratorios de Unicórdoba.