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Noviembre cerró con un saldo trágico en Cartagena con 29 homicidios en solo 30 días, una cifra que vuelve a encender las alarmas por el comportamiento de la violencia en la capital de Bolívar. Detrás de cada número hay una historia abruptamente interrumpida, una familia golpeada y un patrón criminal que sigue repitiéndose.

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Entre las víctimas se encuentran un ingeniero industrial, una docente, un médico y un portero de discoteca, cuyas muertes, registradas en distintos puntos de la ciudad, se convirtieron en los casos más impactantes del mes.

Los casos que conmocionaron la ciudad

El 13 de noviembre, el ingeniero Manuel Enrique Suárez Ramos, de 32 años, fue asesinado dentro de la casa de su pareja, en el barrio Fredonia, cuando un sicario irrumpió y le disparó en repetidas ocasiones.

Dos noches después, el 15 de noviembre, el portero Alexander Altamar Hernández fue baleado mientras cumplía su jornada laboral en una discoteca de Blas de Lezo, en un hecho que subrayó la exposición al riesgo de quienes trabajan en entornos nocturnos.

El 18 de noviembre, el médico Giancarlo Gómez Arnedo, de 35 años, fue asesinado dentro de su vehículo en el barrio El Campestre. El crimen generó consternación en el gremio de la salud, pues el profesional era reconocido por sus servicios en atención médica domiciliaria.

El último asesinato de alto impacto fue el 25 de noviembre, cuando la docente Beatriz Elena Suárez Martínez, de 43 años, fue víctima de feminicidio en el barrio La María. Su expareja la esperó a la salida del colegio donde trabajaba y le disparó tres veces antes de quitarse la vida.

Un mapa de violencia

Los 29 homicidios registrados en noviembre evidencian un escenario donde el sicariato continúa siendo la principal modalidad criminal, seguido de muertes ocurridas en riñas que escalaron de manera violenta, además de casos cuyo origen aún está bajo investigación y del feminicidio que estremeció a la ciudad. Este comportamiento refleja una tendencia que ha persistido durante el año: asesinatos por encargo vinculados a disputas territoriales, conflictos personales que derivan en tragedias y hechos aún sin claridad investigativa. Con estos crímenes, Cartagena llega a 326 homicidios en lo corrido del 2025, una cifra que mantiene en alerta a las autoridades y a la comunidad.

Las demás víctimas de noviembre

Además de los casos más mediáticos, el mes dejó una extensa lista de asesinatos por sicariato, entre ellos Kleiner Escobar Martínez, Juan David Muñoz Balanta, Doiler Blanco Ramos, Erick Espejo Canabal, Willy Alfredo Correa Paternina, Brayan Mendoza Cienfuegos, Rubiel Junior López Ávila, Carlos Cesar Marrugo Novoa, entre otros nombres registrados en diferentes barrios y corregimientos.

En cuanto a las riñas, perdieron la vida personas como David Alfredo Pimienta Ocampo, Jesús David Arteaga Díaz, Richard David Tobías Díaz y Juan Camilo Aurela Álvarez, en conflictos que, en su mayoría, comenzaron como discusiones y terminaron en desenlaces fatales.

El arma de fuego, presente en casi todos los crímenes

De los 29 homicidios, 24 fueron cometidos con arma de fuego, una cifra que evidencia la circulación constante de estos artefactos en manos de bandas, sicarios y agresores. El resto de las muertes fueron causadas con arma blanca o elementos cortopunzantes.Con el feminicidio de la docente Beatriz Suárez, Cartagena suma 17 mujeres asesinadas en el 2025, incluyendo tres casos tipificados como feminicidio.

Una cifra que no es solo estadística

Noviembre dejó un doloroso retrato de la violencia en Cartagena. Más que números, los homicidios representan historias truncadas y una ciudad que exige respuestas y acciones eficaces.Los 29 asesinatos del mes reflejan una problemática que continúa creciendo y que plantea retos urgentes en seguridad, justicia y prevención.