Derrumbes e inundaciones, lo que dejó la lluvia del miércoles

En medio del barullo, el desespero y el olor a agua empozada, las ocho familias que tuvieron que ser evacuadas del arroyo Hospital, debido a que el aguacero del miércoles socavó completamente los andenes y parte del frente de sus casas, acudieron ayer a sus viviendas, pero esta vez a recoger los objetos de valor y prendas para los próximos días.

Según informaron, el Distrito los instaló en un hotel mientras se adelantan los trabajos de recuperación del sector, en el que durante más de 24 horas los obreros se dedicaron a retirar los escombros.

Cuestión de minutos, según contó Claudia De la Tour, afectada por las fuertes lluvias, fue lo que demoró en caerse el andén que estaba frente a su casa.

“No pasaron más de diez minutos cuando escuchamos el estruendo de afuera. Creímos que todo, incluida nuestra casa, se iba abajo”, contó, rodeada de las otras vecinas de las viviendas que colindan con la suya. “Vivo junto a mis dos hijos y mi papá, un señor mayor. El suelo de la sala de la casa se resquebrajó todo. Nos asustamos mucho, todavía no lo procesamos”, agregó la mujer.

Para entrar a sus casas, debido al derrumbe del andén, las personas tuvieron que entrar a ellas con escaleras que iban desde el arroyo hasta las puertas de las viviendas.

Este jueves en la mañana, menos de 24 horas después del fuerte aguacero de la tarde del miércoles, los obreros y vecinos del sector retiraban los escombros que cayeron sobre los trabajos de canalización del arroyo Hospital, en donde se acumuló la corriente de agua que terminó por socavar sus alrededores.

“No hemos parado”, dijo uno de los trabajadores, empapado en sudor, justo en el momento en que una volqueta dejaba una montaña de arena junto al lugar del derrumbe. La zona, en la que antes los residentes se quejaban por los malos olores y el temor de que –debido a la acumulación de agua– se propagaran los insectos, ayer estaba inundada, con las tuberías al aire libre y embadurnada por un olor a cañería.

Incluso, en medio de las reparaciones, varios vecinos se amenazaron con insultos, palos y empujones, debido a que algunos jóvenes estaban rompiendo los tubos para luego venderlos en el mercado. Según contaron los testigos de los altercados, cada uno de los afectados estaba reclamando “su derecho” a conservar los escombros que quedaron frente a sus casas. “Eso lo pueden vender por $100.000 o $150.000, que en estos momentos –debido a la situación– es bastante”, comentaron los trabajadores.

Frente a los sucesos en el arroyo Hospital, el director de la Agencia Distrital de Infraestructura, Alberto Salah, manifestó que “hacía varios días se había pensado en evacuar”, y que incluso, durante la etapa de socialización de las obras, el contratista “avisó a los habitantes del sector que esta situación podía ocurrir”.

“La prioridad en estos momentos es estabilizar el terreno, para así poder culminar el levantamiento del armazón de hierro. Con respecto a las lluvias, hay un plan de contingencia, pero es que estamos trabajando con agua; y es difícil adivinar cuándo va a caer”, explicó Salah.

Ante las quejas de la ciudadanía con respecto a la demora en las obras de canalización del arroyo Hospital, Salah indicó que los retrasos se deben a que en este sector “están las redes de servicios públicos más antiguas de la ciudad”, por lo que, a la hora de reemplazarlas, el trabajo se ha extendido, según indicó el funcionario.

Municipios

El aguacero no solo dejó estragos en Barranquilla. Según reportes hechos por la ciudadanía a través del servicio de Wasapea de EL HERALDO, en Malambo y Puerto Colombia también se presentaron desastres la tarde del miércoles. En Malambo, según contó Rildo Mendoza, se inundaron dos estaderos, un restaurante y un taller de motos. Todos estos, ubicados en la entrada principal del municipio, sobre la carretera Oriental.

“Esto ocurre por las basuras que se acumulan en las rejillas, que cuando llueve no aguantan la cantidad de agua y se desbordan. No es la primera vez que sucede, y han sido voluntarios o gente que le pagan desde los negocios de la zona para que limpien las rejillas y retiren el agua”, denunció.

También, en otros reportes hechos por la ciudadanía, los usuarios presenciaron corrientes de agua que se acumularon en la zona central de Malambo, cerca a la Alcaldía, que se presentaron debido a la fuerte lluvia del pasado miércoles.