El proyecto de construcción de la segunda calzada de la vía entre Barranquilla y Cartagena no cuenta con un horizonte claro todavía. Aunque el plazo de entrega de los 12 kilómetros de vía venció el pasado 30 de junio, la obra no está ni cerca de mostrar avances significativos en su ejecución.
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En su momento, el Instituto Nacional de Vías -Invías- informó que había un avance del 93 % en la intervención de los 9,1 kilómetros de la doble calzada, y que el corredor vial estaría habilitado en el primer semestre de 2021.
Además, que había un tramo de 1.8 kilómetros que estaba pendiente por financiación del Gobierno nacional, quien destinó $50 mil millones en el mes de octubre del año 2020, para una inversión total de más $153 mil millones para la ejecución de la obra.
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Posteriormente, Invías reportó retrasos en la entrega de la obra en el año 2021 por un deslizamiento que se presentó en un talud ubicado a la altura del kilómetro 85+030 por las intensas lluvias de aquel momento.
Un equipo periodístico de EL HERALDO constató el estado de las obras y evidenció que si bien hay maquinaria amarilla y volquetas trabajando en la zona, todavía falta mucho para terminar el proyecto.
En ese sentido, el deslizamiento que provocó afectaciones en la parte final de la calzada no ha sido intervenido; el agua se represa al fondo de la carretera y se encuentra expuesto a una posible emergencia.
Por otro lado, hay equipos técnicos realizando estudios topográficos en el sector y hay personal removiendo arena y escombros.
El proyecto de doble calzada en el mencionado corredor vial beneficia a 25 municipios de Atlántico y Bolívar. Además, promueve el desarrollo y la competitividad de las dos principales ciudades del Caribe.
Entre los beneficios de este proyecto ubicado en la Vía al Mar se destaca la disminución en tiempo de recorridos para los usuarios entre 10 y 15 minutos aproximadamente, impulsando la integración multimodal de los puertos y un menor impacto en materia ambiental.
Voces de la ciudadanía
Ángel Narváez, estudiante de medicina en Barranquilla, contó que se desplaza hacia Cartagena frecuentemente para despejar su mente de las clases, y que ha visto cómo pasan los años y no se termina la calzada entre las dos ciudades.
“Suelo venir a Cartagena para disfrutar de las playas con mis amigos uno que otro fin de semana, pero siento una inquietud siempre que estoy al volante porque al ver el estado de la calzada de arriba uno se preocupa por la ruta que lleva y si puede ocurrir una emergencia parecida, la cercanía es peligrosa y el aspecto que tiene no brinda seguridad a los usuarios”, comentó.
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Igualmente, Javier Ardila, comerciante barranquillero, mencionó que la operación de transporte de mercancía hacía la ciudad de Cartagena es más complicada desde el derrumbe que hubo en la segunda calzada.
“El mercado actual demanda menos tiempo de desplazamiento, en ocasiones dejo de enviar un pedido hacia otra parte y pierdo dinero porque no me da el tiempo y no puedo planificar con cualquier imprevisto que pueda surgir en esa vía”, dijo.
Agregó que “hay que pensar qué solución, en la prontitud, se le da a este proyecto porque los gremios pueden empezar a perder sus ingresos”.

¿Qué dicen los gremios?
Héctor Carbonell, presidente de la Cámara Colombiana de Infraestructura (CCI), capítulo Norte, fue enfático en señalar que el proyecto se encuentra prácticamente “abandonado” desde hace un buen tiempo y nadie da respuesta.
“Hay un problema bastante grande con la entrega de este tramo, porque mientras más se tarden en arreglarlo, más se le dificulta a la ANI asumir la operación y mantenerlo. Ese es un tramo que no cuenta con señalización y cuya capa asfáltica se encuentra en deterioro, todavía no ha rehabilitado el sector donde hubo los derrumbes hace dos años”, declaró.
Expuso, además, que los gremios han estado pendiente del estado de este tramo pero no han obtenido respuesta por parte de las autoridades.
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“Desde la CCI y el Intergremial del Atlántico hemos pedido en repetidas ocasiones al Ministerio de Transporte y al Invías claridad en relación a este tema y nuestras solicitudes han sido ignoradas. Hoy no sabemos qué pasa con el tramo, así que hacemos un llamado al Gobierno nacional para que no abandone al departamento con las obras de vía que es de vital importancia para los habitantes”, comentó.
Resaltó la importancia que representa para el desarrollo y la economía del departamento este tramo de la doble calzada.
“Este corredor vial disminuye el tiempo de desplazamiento de los vehículos entre los departamentos del Atlántico y Bolívar, lo que se traduce en una operación logística y económica más efectiva para todos. Mientras no se rehabilite el tramo iremos perdiendo competitividad con otros territorios en temas de turismo y desarrollo urbanístico, porque también las condiciones de seguridad vial son muy malas actualmente en ese sector, esto no puede seguir así”, detalló.
Ante este complicado panorama, Carbonell manifestó la expectativa que hay para entablar diálogos con la nueva ministra de Transporte, María Constanza, para tratar los temas respectivos al proyecto de la segunda calzada.
“Tenemos muy buena relación con la doctora María Constanza, que siempre ha sido una persona muy activa con los proyectos que hay en el Caribe y el Atlántico, así que estaremos enviando un comunicado por parte de todos los gremios en los próximos días para que nos eche una mano con este tramo de la doble calzada que necesitar ser entregado. A su vez, incluiremos información de otros proyectos que necesitan ser priorizados en el departamento como el Aeropuerto Internacional Ernesto Cortissoz”, puntualizó el dirigente gremial.






















