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“O se come o se paga el servicio de luz”. Esa frase se ha convertido en una realidad para muchas familias en la costa Caribe colombiana ante las altas tarifas de energía, que ha conllevado a acumular deudas que superan los 2 billones de pesos.

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Esta compleja situación ha conllevado a que la empresa Air-e adopte una nueva medida, consistente en la suspensión diaria del servicio de energía por seis horas en los sectores con menores índices de recaudo. Esta semana se puso en marcha en 13 sectores del departamento, generando alteraciones del orden público.

En medio de la “tensa calma” que se vive en el departamento a causa de la suspensión temporal de la medida, EL HERALDO se dio a la tarea de analizar la génesis de este nuevo capítulo de la extensa crisis energética que golpea a la región Caribe.

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Un equipo periodístico de esta casa editorial se trasladó hasta el municipio de Luruaco, uno de los más afectados por esta coyuntura. Este fue uno de los primeros territorios en sentir el rigor de los cortes diarios de energía, debido a una deuda que asciende a $32 mil millones.

A causa de las reiteradas suspensiones de energía –desde el 20 de julio–, las protestas no se hicieron esperar. La vía Cordialidad fue bloqueada en varias oportunidades por ciudadanos que rechazaron la implementación de la medida, teniendo en cuenta que afectaba “a justos por pecadores”.

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La situación es una verdadera encrucijada para los gobiernos municipales, a quienes el tiempo se les acaba para decidir si hacen un acuerdo con la empresa Air-e y asumen la deuda de los usuarios de los barrios subnormales y de difícil gestión. De acuerdo con los mandatarios de los municipios afectados, no cuentan con las autorizaciones pertinentes para destinar recursos para tal fin.

¿Qué dicen los habitantes?

El barrio 19 de Marzo es considerado un sector eléctricamente subnormal y tiene una deuda alta por el servicio en el municipio de Luruaco. En este sector, la mayoría de las casas son bahareque y escasamente cuentan con abanicos y una nevera. Sin embargo, allí los recibos llegan mensualmente hasta por más de un millón de pesos. Hay deudas acumuladas que superan los $20 millones.

Es el caso de Luz Elena Pacheco, un ama de casa que solo vive con su hija y su yerno, y cada mes la factura le llega por más de $700 mil con un consumo de 975 kilovatios: “Yo solo tengo en mi casa una nevera, un televisor, dos abanicos, licuadora. Nada más. Porque no tengo equipo, no tengo nada de eso”.

La deuda acumulada está por $23.788.120, valor que supera más de cinco veces el costo de su vivienda. Aseguró que la última vez que hizo un abono fue en diciembre, pero dejó de pagar al ver que la deuda no bajaba.

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“Antes pagaba, me venía de 25 mil y eso se cancelaba, pero desde que empezaron a aumentar de 200 de 300 mil hemos dejado de pagar, siempre abonábamos, pero eso no se refleja en el valor”, expresó con molestia la mujer.

Así como ella se encuentra Yerlis Rodríguez, quien vive con su esposo y su pequeño hijo. Este hogar subsiste de sacar fotocopias. Por más voluntad que tiene de estar al día, para ellos ha sido imposible seguir pagando sus recibos.

“Siempre nos ofrecemos por pagar, pero estos dos últimos meses, por más que queramos, no podemos. Antes nos venía por $12.000, después por $34.000, pero el último nos llegó en $288.000. Y lo único que pudimos abonar fueron $20.000”, mencionó.

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Anotó que en lo que va de este año la empresa ha hecho tres censos. Yerlis sostuvo que tal vez por eso es que les van subiendo el costo de la energía, aunque en su casa solo tiene el abanico, el computador y una impresora que “son nuestras herramientas de trabajo y solo se encienden cuando se van a utilizar”.

En este sector de Luruaco, todos los usuarios no tienen un contador propio, sino un totalizador, y con un estimado le cobran a cada vivienda. Estas familias de escasos recursos viven de las pesca, de la venta de bollos o del “rebusque” diario. Es por eso que le piden a las autoridades que revisen porque les llega unas facturas tan altas, “que son impagables” aseguran.

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Para Jair López, presidente de la Junta de Acción Comunal del barrio 19 de Marzo, lo que vive su comunidad es injusto: “Hay personas que nada más tienen un abanico y un foco y pagan 600, 500 mil pesos, que no es lo justo. Como el contador es comunitario, Air-e totaliza el consumo de energía entre todos”.

Por eso hacen un llamado para “ser normalizados y pagar lo justo. Eso es lo que nosotros pedimos, que normalicen el tema de las redes para nosotros pagar lo justo”.

Pérdidas económicas

José López tiene un negocio de venta de pollos y carnes frías, productos perecederos que requieren de refrigeración las 24 horas del día. Contó que las pérdidas económicas en su negocio durante los tres días que suspendieron la energía fueron muy altas.

“Tuve una pérdida con un bulto de pechuga. Un bulto de pechuga estaba valiendo casi 600 mil pesos. Me tocó regalarlas antes que se dañaran. Me toca regalarlo, venderlo para los animales”, dijo.

Pese a estar al día con su factura también se ve perjudicado porque la medida es para todo el municipio. En ese sentido, indicó que es algo “injusto”, porque reconoce que en Luruaco hay gente muy pobre “que no tiene ni para comer mucho menos para pagar un recibo tan alto”.

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Afirmó que tiene los recibos al día, pero no tiene para comprar una planta eléctrica, para proteger su negocio ante situaciones como la que se presentó la semana anterior: “Aquí hemos tenido cortes, pero nunca por tres días seguidos. Esto nos generó una gran pérdida y a quien le reclamo, esa plata se pierde”.

Pero en general todo el comercio se vio afectado durante estos días de cortes, y es la gran preocupación si después del 5 de agosto se retoma la medida de suspensión.

Las vendedoras de arepa de huevo también se ven afectadas, porque sin energía no tienen como moler el maíz, que es su materia prima. Además, se ven impactadas por el bloqueo de la vía. Ese mismo panorama lo vive todo el comercio, puesto que con la vía bloqueada las ventas bajan considerablemente.

JEISSON_GUTIERREZJeisson Gutiérrez

Comité de Paro

Jeferson Olivero hace parte del Comité de Paro que se organizó precisamente como mecanismo de presión para exigirle a la empresa Air-e y a las autoridades competentes flexibilizar las medidas adoptadas, que para él, atentan contra los derechos humanos.

Reconoce que tienen como usuarios una responsabilidad, pero que las facturas llegan por sumas altas, que en su mayoría son “imposibles” de pagar: “Nosotros estamos proponiendo, en virtud del acuerdo que se estableció ya entre el Ministerio de Minas, la Superintendencia de Servicios Públicos y la empresa Air-e que se establezca una ruta que permita revisar los casos de las personas que tienen deuda”.

Posición de Air-e

Ramón Castilla, gerente de Air-e en el Atlántico, aseguró que desde varios meses se vienen adelantando mesas de trabajo con los municipios para analizar esta problemática.

“Durante cuatro años, la empresa ha asumido y pagado la energía que se consume en estos sectores eléctricamente subnormales y zonas de difícil gestión, donde hay un bajo porcentaje de recaudo. Hemos planteado alternativas, hemos establecido líneas de acción y hemos pedido a las autoridades que conlleve a que los usuarios cancelen el servicio de energía”, expuso.

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Mientras que Jussy Faroy Zelaya, director de Negocio de la empresa Air-e, destacó recientemente que “todavía hay muchos usuarios que piensan que no deben pagar el servicio de energía. Estamos hablando de 360 mil usuarios, que pueden ser alrededor de 1.5 millones de personas. Nosotros hemos acumulado una deuda por 2 billones, porque no pagan ni el 5 % del consumo de energía”.

Además, destacó las inversiones que se han hecho para mejorar la calidad del servicio: “La calidad del servicio ha mejorado un 70 % en la región. Es decir, las inversiones han sido muy efectivas. Hemos estado enfocados en invertir para mejorar el servicio, porque sabíamos que era fundamental para conseguir un buen recaudo. Sí se ha visto una mejora en los pagos y una disminución de pérdidas, sin embargo, hay unos sectores donde esta mejora no se refleja en el índice de recaudo”.

Rechazo desde la Liga de Usuarios

Norman Alarcón, coordinador de Liga de Usuarios de Servicios Públicos en el Caribe, rechazó la pretensión de la empresa Air-e de convertir la deuda morosa de los usuarios en obligación pública de los municipios.

“Así como los usuarios no tienen manera de pagar dichos cobros excesivos, el municipio tampoco. Este valor no está incorporado legalmente al presupuesto de gastos e inversiones del municipio”, dijo.

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Además, expuso que “para los alcaldes podría constituir un detrimento patrimonial porque la obligación original no es suya, Los cortes masivos tienen visos de ilegalidad ya que al ser un corte indiscriminado no tiene en cuenta que muchos de los usuarios perjudicados ya pagaron sus facturas”.

Eduardo Sanín