El Heraldo
La ciénaga de San Juan de Tocagua es una de las más afectadas del Atlántico, por el material sólido que depositan. Johnny Olivares
Atlántico

En Atlántico habitantes exigen acciones para recuperar los cuerpos de agua

Los pobladores  manifestaron  su “angustia” por los posibles daños en los humedales, que son fuente de su sostenimiento,  al poseer una gran masa de residuos.

La sedimentación, el vertimiento de desechos sólidos y sustancias industriales de compañías que operan en las poblaciones, así como la práctica de la minería, son algunos de los factores que día tras día han generado contaminación en los recursos hídricos del departamento.

Los cuerpos de agua del Atlántico –que representan alrededor de 21.697 hectáreas entre ciénagas y pantanos– sufren cada vez más los “daños” de las actividades humanas, porque han pasado a convertirlos en “basureros a cielo abierto”.

La situación causa “preocupación” en los habitantes de los municipios, ya que el bienestar de los ecosistemas se encuentra en “riesgo” y hasta no ahora existe una intervención permanente de autoridades locales y ambientales para evitar que desaparezcan.

Un equipo periodístico de EL HERALDO recorrió algunos municipios del Atlántico para conocer a fondo cuáles son los causantes de la polución en los cuerpos de agua.

Los pescadores claman una limpieza en la ciénaga de Malambo por el exceso de basura que existe. Johnny Olivares
Comunidad habla

Silfredo Sarmiento Silvera, representante de los pescadores en el corregimiento de San Juan de Tocagua, jurisdicción de Luruaco, manifestó que la ciénaga está muy “contaminada” debido a las basuras y el agua sucia que entra de los arroyos. “Esto ha provocado que los peces no crezcan como antes, ni tampoco tengan el mismo sabor”.

Abel Angulo, otro habitante del sector antes mencionado, afirmó que el grado de contaminación que rodea la ciénaga ha ocasionado, en varias oportunidades, una mortandad de peces “inexplicable”, lo que podría traer consigo la extinción de los mismos.

Por otro lado, Humberto Currea Yepes, ambientalista de Luruaco, se refirió a las lagunas de San Juan de Tocagua y Luruaco, apuntando que el flujo permanente de residuos sólidos, domésticos y de  material de hidrocarburos está matando los seres vivos que las habitan.

Currea indicó que el cambio climático es otro de los factores que afecta la vida de los peces y la capacidad hidráulica de los dos cuerpos de agua, los cuales –en su concepto– están en riesgo de desaparecer si no se toman las medidas preventivas por parte del Gobierno nacional, la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA) y la Alcaldía municipal.

“En estas zonas es notorio el secamiento de los cuerpos de agua por el cambio climático y la deforestación agresiva”, señaló Currea Yepes.

A su vez, solicitó el apoyo de las autoridades ambientales con el fin de que desarrollen proyectos para proteger los recursos naturales y la seguridad alimentaria de la población.

En Malambo

Joice Sánchez, presidenta de los pescadores de Malambo, dijo que la Ciénaga Grande del municipio está “totalmente contaminada” porque es el botadero a cielo abierto de empresas que funcionan en la zona ribereña, ya que los ácidos que estas producen van a dar a los cuerpos de agua.

Según la líder de los pescadores, el interior y los alrededores de la ciénaga muestran un panorama “lamentable” porque el exceso de basuras y tarullas impiden la presencia del pez y dificulta la actividad pesquera.

Luzmarina Navarro, moradora del barrio El Pasito, en este municipio, subrayó que la comunidad está “desesperada” porque no hay respuesta alguna por parte de las autoridades a esta problemática.

“No se ha visto mejoría para la biodiversidad de Malambo, por eso le pedimos al alcalde una vez más que nos abra unas compuertas en la ciénaga para que esta se oxigene y entren peces en abundancia”, apuntó.

¿Qué dice la CRA?

Ayari Rojano Marín, bióloga de la Corporación Autónoma Regional del Atlántico (CRA), le expuso a EL HERALDO que es muy difícil hablar de “contaminación” en los cuerpos de agua del Atlántico, ya que estos estarían afectados por diversas variables.

No obstante, la funcionaria ambiental afirmó estos al igual que los del resto del país están impactados por “tensores ambientales”.

Rojano explicó que los cuerpos de agua asociados al río Magdalena –como son los de Malambo, Soledad, Palmar de Varela, Santo Tomás y Sabanagrande– presentan “sólidos muy altos”, porque el río arrastra mucha sedimentación.

Respecto a las denuncias de la ciénaga de San Juan de Tocagua en Luruaco, afirmó que hay presencia de especies bacterianas denominadas “coliformes termotolerantes”, las cuales sobrepasan los límites del agua.

“Este es un corregimiento que no tiene alcantarillado y es evidente que incide en la calidad del agua”, explicó la bióloga.

Paralelo a esto, la CRA, detalló que la ciénaga de Luruaco ha sufrido procesos de eutrofización en ciertas zonas, sobre todo en las áreas donde desemboca el arroyo Limón, que después de hacer su recorrido por la cabecera municipal arrastra con residuos sólidos y vertimientos domésticos que se disponen inadecuadamente en el centro poblado.

Por otro lado, la bióloga de la autoridad ambiental se refirió a Malambo explicando que el sistema de humedales de este municipio está constituido por tres ciénagas: La Bahía, Ciénaga Grande de Malambo y El Convento, ubicadas en la zona hiporreica del río Magdalena, siendo este su principal afluente.

Dijo que la ciénaga Grande de Malambo registra cargas residuales que se ve reflejado en los coliformes totales y coliformes termotolerantes.

En aras de disminuir los problemas ambientales que se presentan en el departamento, la CRA invitó a los habitantes de los municipios tener más compromiso con la protección de estos cuerpos.

¿Qué dicen los Expertos?

Andrea Monroy Licht, profesora e investigadora del Departamento de Química y Biología de Uninorte, dijo que los cuerpos de agua del Atlántico sufren un impacto negativo por la “influencia antrópica”, asociado a descargas de aguas residuales, a residuos sólidos y otros vertimientos provenientes de actividades agrícolas y pecuarias que reducen la calidad del agua en términos de contaminación química (materia orgánica, productos como plaguicidas de los grupos organofosforados y clorados, metales pesados, contaminantes emergentes como residuos de fármacos, exceso de fósforo y nitrógeno).

¿Qué planes se han puesto en marcha?

Peter Kepes, jefe asesor de la oficina de Planeación de Malambo, informó que con base a la problemática se están realizando mesas de trabajo conjuntas con las autoridades locales, departamentales y las empresas de servicios de servicios públicos para establecer una hoja de ruta, con el propósito de establecer un plan de acción que permita mitigar el impacto que se está generando en los humedales por los vertimientos de aguas negras y el mal manejo en los residuos sólidos.

“Aspiramos que dentro de 20 días podamos hacer entrega finalmente al operador de la Ptar para poner en marcha esta obra que disipará la afectación en los cuerpos humedales”, afirmó el funcionario.

Este medio quiso conocer las acciones que se adelantan en Luruaco para atender la problemática de contaminación de la laguna de Luruaco y la ciénaga de San Juan de Tocagua. Sin embargo, no se obtuvo respuesta alguna por parte de la alcaldesa Marly Gutiérrez y funcionarios de su administración.

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