El teléfono suena, pero ya nadie contesta del otro lado de la línea. Así es como nos damos cuenta que tras 30 años dedicados a una labor altruista y social, Nancy Naar Jaramillo, conocida como Mama Nancy, dejó nuestro mundo.
(Le puede interesar: Falleció Mama Nancy, lideresa social y creadora de la ‘Línea de la Ternura’)
Aquella mujer que dedicó su vida para ayudar a las personas más vulnerables a través de la ‘Línea de la Ternura’ parte del mundo terrenal no sin antes dejar un legado en todos aquellos que la acompañaron en algún momento.
Martín Naar, sobrino de Mama Nancy, contó a EL HERALDO que el trabajo de Nancy era su vida por completo.
“Las vivencias que tengo con ella son todas alrededor de la labor social que hacía, era una mujer abnegada a ese servicio a los demás, eso me lo demostró hasta en sus últimos años cuando ya estaba pensionada agarraba de ese dinero para realizar obras sociales. Siempre que la recuerdo solo pienso en el amor y respeto que debemos dar a los demás”, declaró.
(No deje de leer: Gobernación evalúa daños causados por lluvias en 5 municipios del Atlántico)
Particularmente, Martín recuerda a Mama Nancy por esa devoción hacia su ‘Línea de la Ternura’, que ayudó a muchas personas privadas de la libertad, trabajadoras sexuales y habitantes de calle, a quienes ofrecía apoyo de manera constante.
“A ella le decíamos ‘La Velita’, porque siempre estaba iluminada de alegría, luego nos decía que ella era la mamá de todos, y así era, con su programa se dio a conocer y ayudó a muchas personas. Recuerdo que en esa época no había líneas de atención en Barranquilla contra el maltrato ni para la salud mental, así que fue una precursora de todas esas estrategias actuales que hay, de las cuales ella se sentía muy orgullosa porque parecen legado suyo”, sostuvo.
Agregó, que uno de los casos que más recuerda que atendió Mama Nancy fue el de la muerte de los habitantes de calle en la Universidad Libre.
“La ‘Línea de la ternura’ fue uno de los pilares fundamentales para hacer justicia por ese terrible suceso de la matanza de varios habitantes de calle en el campus de la universidad. Ella sola se enfrentó a una institución y fue la voz civil para que no siguiera pasando ese tipo de sucesos”, comentó.
Incluso con su salud deteriorada, Mama Nancy nunca dejó de ayudar a los demás. Puso sus últimos esfuerzos para seguir siendo una luz en medio de la oscuridad para muchas personas.
“En sus últimos años ya estaba muy enferma y eso la frustraba porque quería poder ayudar a todos, pero no podía. La vi hace dos meses y reímos recordando cosas de mi infancia porque ella fue una de las personas que me crió. La sonrisa nunca se fue de su rostro, a pesar de que poco a poco iba perdiendo sus funciones cerebrales y la movilidad, seguía siendo un ser de luz”, detalló.
Hacia las 3:00 p. m. de este sábado, el corazón de Mamá Nancy dejó de latir. A sus familiares le informaron que había sufrido un infarto y no había nada que hacer; sin embargo, ya todos se sentían preparados para asimilar su partida de la mejor manera.
“Los médicos nos acompañaron en un proceso psicológico desde hace varios meses porque la isquemia cerebral que tenía era muy fuerte y teníamos que prepararnos para lo que pudiera pasar. Esta situación nos dio tiempo para reflexionar y hacer un compromiso con nosotros mismos, que es seguir su legado promoviendo los principios y valores del respeto y el amor dentro del hogar, ese era su principio básico, que prime la tolerancia con la familia y con las demás personas a pesar de su condición social o económica”, relató.
A su vez, Martín Naar mencionó que como parte de su legado, Mama Nancy pidió que las autoridades locales intensificaran las estrategias y líneas para atender la salud mental y denunciar los casos de maltrato en la ciudad de Barranquilla.
El último adiós para Mama Nancy se dará en una ceremonia católica alrededor de las 9:00 de la mañana en la funeraria Los Olivos, sede norte, en Barranquilla.

Reconocimientos
La labor de Nancy Esther Naar Jaramillo, como es su nombre de pila, se remonta hacia el año 1998. Luego de tres décadas y 78 años de vida, su legado persiste en innumerables reconocimientos. Por ejemplo, su labor con ‘La línea de ternura’ fue destacada como ejemplo nacional por el impacto que tuvo en comunidades vulnerables.
Por esta misma razón, en el año 2011 el jurado del Premio Nacional de los Derechos Humanos le otorgó la máxima distinción en la categoría de persona natural.
En su momento, en el acta del jurado se indicó que la decisión fue tomada “tras observar que la labor de la señora Nancy es significativa y trascendente en la comunidad atlanticense y bien merecería el apoyo gubernamental de las autoridades locales, regionales y nacionales”.
Asimismo, en 2017 la Secretaría de la Mujer y Equidad de Género de la Gobernación del Atlántico le otorgó un reconocimiento por la labor social que desarrolló durante tantos años.
Actualmente, la estrategia Chatlemos, del Distrito de Barranquilla, es un reconocimiento aparte que busca seguir con la labor de Mama Nancy en toda la ciudad.





















