Tarifas de energía, cruz a cuestas para el Caribe en 2022, y ¿en 2023?
El Gobierno nacional puso en marcha un “pacto” para frenar las alzas. Expertos hablan sobre las causas y posibles salidas.
Las continuas alzas de las tarifas de energía han generado un complejo panorama en la región Caribe, del cual no se conocen todos los impactos a pesar del sinnúmero de salidas que se han planteado desde distintos sectores en busca de una “pronta solución”.
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A lo largo del presente año, millones de hogares y el sector industrial se han visto afectados debido a esta situación, al punto que al menos 5 mil familias cayeron en pobreza monetaria y se reportó una disminución de 0.6 % en la producción del sector manufacturero, de acuerdo con los resultados de un estudio desarrollado por Fundesarrollo y Frontiers Economics.
Durante los primeros meses del año, la situación pasó desapercibida para las autoridades del orden nacional. Empero, a partir del mes de agosto se dio inicio a una “cruzada” para lograr una reducción en las tarifas y, por ende, mejorar la calidad de vida de los habitantes de la región.
“Es un compromiso que el Gobierno asumió de manera directa. ”, sostuvo la ministra Irene Vélez al inicio de las negociaciones con las empresas de la cadena de generación de energía, que conllevaron a reducciones mínimas.
De acuerdo con los expertos, la escalada alcista que se ha vivido en el territorio del Caribe ha sido fuertemente jalonada por los servicios públicos, en particular el de energía, debido a que los cambios que han sufrido las distintas variables que conforman la ecuación para determinar la tarifa.
El exministro de Minas Amylkar Acosta sostuvo que el “régimen transitorio y especial” que se aprobó para el Caribe colombiano explica el incremento de las tarifas, puesto que se ha contemplado el reconocimiento de las pérdidas, que tanto para la empresa Air-e como para la empresa Afinia pasó de menos de 50 pesos por kilovatio/hora a más de 247 pesos.
“Es menester repensar, revisar y ajustar las normas regulatorias que rigen la formación del precio de la energía en el mercado mayorista, de tal manera que estas den señales apropiadas que combinen el incentivo del uso racional, así como la eficiencia energética en toda la cadena de valor del sector”, sostuvo el experto.
Fundesarrollo y Frontiers Economics identificaron –tras un estudio– que el alza de las tarifas ha generado una reducción en el ingreso per cápita de los hogares.
De acuerdo con los resultados del análisis, la región Caribe es la que tiene la mayor ganancia de hogares en clase pobre (1.41 %). Esto incluso por encima del nivel nacional, en donde el alza en las tarifas no supera ni el 1 % de contribución a dicha clase social (0.95 %).
Esta cifra se entiende en que cerca de 5 mil hogares cayeron en el rango de pobreza monetaria entre noviembre de 2020 y diciembre de 2021. Eso representa el 39 % de la que se maneja a nivel nacional.
También indicaron que un incremento del 10% en la tarifa de energía en la región Caribe genera una disminución del 0.6 % en la producción bruta del sector manufacturero. A nivel nacional, los aumentos en la tarifa de energía de igual proporción conlleva a una caída en la producción del 0.09%.
En el mencionado estudio se identificó que el componente de pérdidas es el que más ha contribuido a sus incrementos de las tarifas. En el caso de Air-e, en el 2021 supuso el 70 % del cambio y en el 2022, el 54 %. Mientras tanto, en el caso de Afinia, fue el 57 % y el 42 %, respectivamente.
“El modelo de ahora busca pagar lo que cuesta el servicio, eso implica tarifas más altas. La Costa tiene actualmente las tarifas más altas del país, cuando en el pasado eran las más bajas”, dijo Fernando Barrera, director de Frontier Economics.
Para Efraín Cepeda, presidente del Comité Intergremial del Atlántico, es necesario que se realice inversión pública en el mejoramiento de la infraestructura de distribución y una gestión más eficaz para reducir las pérdidas técnicas y no técnicas para que el Caribe colombiano pueda tener “tarifas justas”.
“Cerramos el año y aún no hay un avance en ese sentido porque los acuerdos entre generadores y comercializadores no son suficientes para bajar las tarifas más allá del 5 por ciento, una cifra insuficiente frente a alzas del 50 por ciento”, expuso.
Agregó que es “urgente” que se corrija esa inequidad que le resta fuertemente competitividad al sector productivo de la región y castiga severamente la economía de los hogares”.
Además, expuso que “el Gobierno nacional tiene los insumos necesarios para hacer cambios estructurales en el mercado que corrijan los factores que dan lugar a ese inequidad en contra de la Región Caribe. Eso sigue siendo prioritario y debemos concretarlo a la mayor brevedad posible”.
Por su parte, el alcalde Jaime Pumarejo ha expresado –en reiteradas oportunidades– que las autoridades locales tienen el “compromiso” de trabajar por una solución a esta problemática.
“Como región pedimos que sea rápido porque la gente está sufriendo. Nosotros daremos la batalla si es necesario que el Estado aporte dinero para que se adelante la inversión necesaria en la infraestructura eléctrica del Caribe colombiano”, expuso el mandatario.
Mientras que Norman Alarcón, representante de la Liga de Usuarios en la región Caribe, indicó que es necesario que se ataquen las diferencias de las tarifas entre el Caribe y el resto del país, teniendo en cuenta las condiciones climáticas que conllevan a un incremento del consumo.
“Entre más se demanda energía, debería ser más económica. Debe haber un régimen tarifario especial para el Caribe, no necesitamos más pañitos de agua tibia”, cerró.
