La altísima mortalidad de sus terremotos se debe a una combinación letal de pobreza, décadas de guerra y un terreno implacable.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) situó el epicentro del seísmo principal, de magnitud 6.0, a 27 kilómetros al este de la provincia de Nangarhar y a una profundidad de ocho kilómetros, lo que suele amplificar el poder de destrucción.
El conductor del camión fue identificado como José Laureano Severino y el de la camioneta Chalmay Senson Agapito, quienes resultaron ilesos.
Los baleados fueron trasladados a centros asistenciales de la capital guajira, donde oficializaron el deceso de los dos menores.
La misión diplomática de Estados Unidos en Bogotá emitió una alerta en la que solicitó a sus ciudadanos “reconsiderar viajar a esta zona”, al advertir que “los delitos violentos, como el robo a mano armada y el homicidio son comunes”.