EL HERALDO conoció que, ninguno de los menores sufrió lesiones de gravedad tras ser valorados y ya se encuentran en sus casas.
Al parecer, los niños, de entre 10 y 13 años, tendrían quemaduras de segundo y tercer grado, en rostro, brazos, piernas y espalda.
Se trata del Colegio Santa Fe de Icotea, un espacio dedicado a la educación, el arte, la cultura y el deporte.
Julián Quintana, abogado de los padres de la menor, cuestionó la posición de la institución y aseguró que el debate debería centrarse en las presuntas responsabilidades de las directivas y docentes.
El comandante de Bomberos de Cundinamarca indicó que hay varios interrogantes alrededor de la muerte de la menor de 10 años que no se han resuelto.