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En plena pandemia por la Covid-19 los empleados del sector oficial de la salud siguen recibiendo tratos indignos que se reflejan, de manera especial, en el no pago de los servicios prestados.

En razón a ello, este viernes los médicos, auxiliares de enfermería y conductores de las ambulancias de la ESE Hospital Inmaculada Concepción, en Galeras, renunciaron.

Les adeudan a los empleados vinculados a través de contratos entre tres y cinco meses de salario.

'Llegamos y no encontramos atención en consulta externa porque el personal renunció', dijo uno de los usuarios que llegó desde la zona rural a buscar atención.

Solo están atendiendo las urgencias vitales.

EL HERALDO llamó a la gerente de este hospital, María Angélica Amell, con el propósito de saber por qué no le han pagado al personal médico, pero no obtuvo una respuesta de su parte. Cuando respondió la llamada y se le preguntó que si era ella la gerente dijo que si, y al conocer que era de un medio de comunicación que la llamaban entonces la que respondió --con un tono de voz diferente al inicial-- fue su secretaria diciendo '… que pena está hablando con la secretaria, la doctora María Angélica en el momento no se encuentra'.

En el Hospital Universitario de Sincelejo (HUS) los empleados que fueron despedidos tras la intervención por parte de la Supersalud también reclaman sus pagos.