Dos años de la muerte de la subteniente Anlly Pérez y aún no hay justicia
Los procesos no avanzan ni en la Fiscalía ni en la Procuraduría del departamento de Sucre.
Cumplidos dos años de la muerte, en extrañas circunstancias, de la subteniente de la Policía Nacional Anlly Lorena Pérez Gómez, ninguna de las investigaciones avanza, no ha habido justicia.
Así lo dieron a conocer familiares desde el interior del país de donde era nativa la oficial de escasos 23 años que gozaba del aprecio y admiración de todos en el departamento de Sucre, en especial en su capital Sincelejo, no solo por su cariño sino también por su belleza.
La denuncia penal en la Fiscalía 23 Seccional de Sincelejo no avanza desde hace un año cuando el titular de esa dependencia, de apellido Cordero, le dijo a los abogados de la familia de Anlly Lorena que era necesaria la reconstrucción de los hechos por parte de personal experto de la dirección general en Bogotá, y ello no ha ocurrido.
En la Procuraduría de Sucre, convocada a este proceso con poder preferente, tampoco camina la investigación disciplinaria para establecer las responsabilidades por alteración del lugar de los hechos y que se registraron, según lo han expresado los abogados de la familia de Anlly, desde el mismo momento de la inspección cuando un patrullero tomó el arma con la que fue lesionada la subteniente y se la llevó metida en el bolsillo del uniforme.
Tampoco hay avances en la denuncia que instauraron en la Fiscalía 16 de Sincelejo en contra de Yeison Orozco, que era la pareja de Anlly, por el delito de falsedad en documento público.
En este último caso la defensa de la familia de la fallecida acudió a la justicia para demostrar que el subintendente Orozco en su afán de decir que llevaba varios años de convivencia con ella y acceder a su pensión mintió.
Dijo que convivían desde el año 2017 y para esa fecha la subteniente Anlly Lorena Pérez Gómez aún estaba en la Escuela de Policía General Santander en la ciudad de Bogotá.
Pero lo que más cuestiona la defensa y la familia de Anlly Pérez es que habiendo transcurridos 730 días de la muerte de la oficial aún la Fiscalía 23 Seccional de Sincelejo no haya realizado la imputación de cargos por el delito de feminicidio.
A través de dictamen de Medicina Legal establecieron, en su momento, que “no fue probablemente una muerte por suicidio” y para ello tuvieron en cuenta el cúmulo de lesiones que esta presentaba en los dedos de sus dos manos y en una pierna.
De allí que los abogados de la familia de Anlly insistan en su teoría de que ella fue asesinada con el arma de dotación de su pareja con quien estaría protagonizando una pelea en el interior de la casa que habitaban en el barrio Santa Catalina, de Sincelejo, el 31 de mayo del año 2020, en pleno confinamiento por la pandemia de la covid-19.
Anlly era la comandante del CAI Cruz de Mayo, en la zona norte de Sincelejo y llevaba 5 años y 6 meses en la Policía Nacional.
Era nativa de Ulloa, Valle del Cauca.
