El Heraldo
Región Caribe

La temporada invernal empieza a arreciar en la región Caribe

Bolívar, Sucre, Córdoba y el Magdalena son los territorios donde las lluvias han causado más estragos.

El inicio de la temporada invernal del 2022 ya ha empezado a generar los primeros estragos en la región Caribe. Inundaciones, desbordamientos, rompimiento de jarillones de protección, derrumbes y casas destechadas han sido los primeros y más comunes reportes por parte de las distintas autoridades departamentales, que de a poco han empezado  a activar los diferentes comités de prevención y atención de desastres para mitigar los efectos adversos de las precipitaciones en la población.

Hasta el momento, la situación más crítica se mantiene en La Mojana, que desde hace un año está inundada por el ingreso de las aguas del río Cauca por el boquete de Cara ’e Gato, en San Jacinto del Cauca. Debido a lo anterior, varios municipios de Córdoba y Sucre se encuentran en alerta máxima. Asimismo, en Salamina, Magdalena, hay temor por el aumento del nivel del río en las últimas semanas.

Por su parte, Cartagena, Riohacha, Montería y Santa Marta han sido afectadas por las lluvias recientes y la inundación de varias de sus calles.

Además, en Bolívar se registró el rompimiento de varios chorros en los municipios de Margarita, San Estanislao de Kostka, El Peñón y Hatillo de Loba.

 

Alerta en Córdoba.

Las constantes lluvias que han caído sobre el departamento de Córdoba mantienen en alerta a las autoridades y organismos de socorro ante el incremento en los niveles de los río Sinú, San Jorge y la Ciénaga de Ayapel, donde desaguan los excesos del río Cauca, influidos especialmente por el chorro de Cara ’e Gato.

En las últimas horas se conoció que el Sinú presenta un nivel de 3.8 metros, según los monitoreos que se realizan por parte de la Oficina de Gestión de Riesgos de Montería, en la estación de bombeo ‘El Campano’.

El asesor del programa Municipal de Gestión de Riesgos, Luis Ordosgoitia Mora, informó que “hemos estado en constante monitoreo de sus niveles debido a que un aumento considerable podría ocasionar afectaciones en algunos sectores y es lo que se está previendo estando alerta”.

De igual manera informó que un grupo interdisciplinario institucional visitó la zona rural en el sector de ‘Bangaño’, donde se presentaron inundaciones por las prolongadas lluvias.

“Se evaluaron puntos críticos en cuanto a canales adyacentes a la comunidad, en la cual se evidenció cierta sedimentación, lo cual ralentiza la evacuación del agua; en conjunto con la Secretaría de Infraestructura se analizaron posibles soluciones para esta comunidad”, indicó Ordosgoitia Mora.

Sobre las variaciones del río Sinú, se supo que ha alcanzado sus máximos niveles desde el pasado 28 de abril, cuando la cota se ubicaba en 3.6 metros, en las últimas horas el río estaba a pocos centímetros de sobrepasar los 4 metros.

Recientemente la Gobernación de Córdoba confirmó que ocho municipios se han visto en la obligación de declarar la calamidad pública por causa de la actual temporada de lluvias, puntualmente las poblaciones de Ayapel, Cereté, Chinú, San José de Uré, Montelíbano, Ciénaga de Oro, Tierralta y Valencia.

Ante esta situación se ha declarado la alerta roja para la cuenca alta del San Jorge, que compete a las localidades de Puerto Libertador, Montelíbano y Buenavista; mientras que se mantiene la alerta naranja para la cuenca baja del Sinú, es decir Lorica y San Bernardo del Viento; y la cuenca alta del Sinú, correspondiente a Tierralta y Valencia.

Si bien hasta la fecha las autoridades no han entregado un consolidado de la cifra de damnificados en la actual temporada de lluvias, se logró establecer que al menos 200 familias resultaron afectadas en la más reciente creciente de la quebrada Uré, en el municipio de San José de Uré.

El desbordamiento del mencionado afluente afectó unos 10 barrios del casco urbano y varios sectores de la zona rural.

Según las autoridades, las lluvias registradas en las últimas horas son ocasionadas por un frente frío proveniente del Brasil, los especialistas informaron que las precipitaciones han aumentado durante el mes de abril en más de un 50 %.

Entre tanto, en el municipio de Ayapel siguen creciendo los niveles de las aguas de la ciénaga, por causa de la filtración del río Cauca a través del chorro en el sector Cara ‘e Gato, lo que deja más de 2 mil damnificados desde hace más de 8 meses.

 

Drama en Sucre.

A la altura del corregimiento El Cauchal, jurisdicción del municipio de San Benito, las aguas del río Cauca ya empezaron a sobrepasar la calzada de  la vía San Marcos-Majagual, la principal arteria vial de La Mojana. 

Debido a lo anterior,  unas 30 familias tuvieron que salir de sus hogares y asentarse en cambuches a un lado de la vía, al igual que en Las Chispas y La Plaza.

Cabe recordar que Sucre es uno de los departamentos más golpeados de la región Caribe por el invierno. En la actualidad, la principal preocupación que hay obedece a que las lluvias han recrudecido la situación en las zonas inundadas por el invierno del año pasado, lo que ha mandado al traste cualquier esperanza de que la situación mejore en este año.

 

Derrumbes en el Magdalena.

Sin la ocurrencia de casos que lleven el rótulo de tragedia, el Magdalena no ha sido la excepción en la emergencia invernal que azota al país.

El viernes, en un consejo departamental de Gestión del Riesgo, se aprobó declarar la calamidad pública en toda su geografía, esto con el fin de facilitar el acceso a recursos para atender las emergencias presentes y para prevenir las que se avecinan.

María Moscarella, jefa de la Oficina de Gestión del Riesgo y Desastres, Ogerd, dijo que la calamidad se aprobó por la emergencia de nivel 3 ocurrida en los corregimientos de Guacamayal y Sevilla (municipio de Zona Bananera), por causa del desbordamiento del río Sevilla, que afectó 1.200 viviendas; también por las amenazas del crecimiento del caudal del río Magdalena y de los afluentes que descienden de la Sierra Nevada de Santa Marta.

El Gobierno igualmente está en alerta por el creciente nivel del río Magdalena en el municipio de El Banco, en donde ya se decretó por parte de la Alcaldía la alerta roja.

Es también preocupante la situación de derrumbes en la zona cafetera, especialmente la región de Palmor, Sierra Nevada, en donde los deslizamientos han bloqueado la vía de acceso.

Tras intervenir 9 puntos críticos y retirar más de 4.000 metros cúbicos de material deslizado desde las montañas, el tránsito se normalizó pero con precaución.

La tarea fue llevada a cabo por el Gobierno departamental con su maquinaria amarilla y el apoyo de la comunidad.

Santa Marta también fue golpeada por la naturaleza, luego de que hace más de una semana fuertes lluvias inundaran barrios y se produjeran deslizamientos en sectores asentados en las faldas de los cerros.

Sin embargo, la contingencia ha sido superada por la intervención del Distrito y por la misma naturaleza, pues las lluvias están ausentes hace 10 días.

Por otro lado la Gobernación del Magdalena elaboró un plan de acción que consiste en la consolidación de acciones de apoyo frente a cualquier evento de riesgo que pueda presentarse.

Este incluye un inventario de capacidades y respuestas en donde se reporta el personal humano capacitado o voluntariado, así como la maquinaria amarilla, tanques de almacenamiento de agua potable y lugares para albergues.

Son acciones de identificación y diagnóstico establecidas para permitir la rápida activación de las mismas en una situación de emergencia.

Lo anterior, teniendo en cuenta que el mayor porcentaje de vulnerabilidad se ubica en la subregión Río, mientras que el 32 por ciento del departamento tiene áreas en condición de amenaza.

De acuerdo con el reporte actualizado de la Sala de Crisis Nacional, entre el 16 de marzo y el 29 de abril, las lluvias han afectado a 240 municipios de 23 departamentos.

En total, 447 eventos de diferentes magnitudes se han registrado. Los movimientos en masa y las crecientes súbitas representan el 75% de estos eventos.

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