“Se ha muerto una parte de mi vida”: madre de joven fallecido en Gaira
Marta Ordóñez manifestó que recordará a su hijo como siempre lo veía: “sonriente”.
Globos blancos y verdes invadieron el cielo de Gaira durante el sepelio de Juan Diego Alzate y Laura De Lima Ordóñez, los primos hermanos que fallecieron en la tragedia vial de la madrugada del lunes en la Troncal del Caribe.
Durante el cortejo fúnebre, que partió del barrio El Bolsillo y terminó en el cementerio San Jacinto, no cesaron las voces de lamento por el triste suceso y de repudio por la irresponsabilidad de quien ocasionó la tragedia, el empresario Enrique Rafael Vives Caballero.
Camisetas blancas estampadas con las fotos de los primos y pancartas con letreros de "justicia" y "fortaleza" predominaron en el recorrido, el cual estuvo acompañado por mototaxistas quienes hicieron calle de honor al ingreso de los féretros a la iglesia, a donde fueron llevados antes de ser depositados en sus tumbas en el camposanto.
"Se ha muerto una parte de mi vida", dijo Marta Ordóñez, la madre de Juan Diego, para quien lo ocurrido "no tiene nombre".
"Que pague por lo que hizo", dijo la afligida mujer, refiriéndose al conductor de la camioneta causante del siniestro.
Manifestó que recordará a su hijo como siempre lo veía, "sonriente".
Karina Ordóñez, prima de las víctimas, recordó que la última vez que habló con Juan Diego él le dijo: "Agrandada cuídate". "Nos reímos y celebramos que le estaba yendo bien en el fútbol, deporte que era su pasión", anotó.
Jugaba en la posición de arquero y según sus compañeros de equipo "era una araña". Además, "llevaba la alegría del camerino".
De sus primos Karina dijo que "eran sociables, cariñosos, muy educados y serviciales".
Pidió a los padres a que tengan más cuidado con sus hijos, "pues no sabemos lo que les espera".
"En estos momentos lo que queremos es justicia y que no se impongan un apellido y el poder".