El ferry de Salamina reanudó su operación este sábado, luego que se ordenara su parálisis el pasado 17 de diciembre ante un nuevo proceso erosivo, registrado a solo 20 metros de la zona de embarque, en el sector Las Carmelitas.
Los dos equipos, el privado a cargo de Marvetrans y el del municipio operado por Flutecar, reiniciaron sus actividades de transporte entre Salamina y el Atlántico y viceversa, a partir de las cinco de la mañana.
Esta reactivación del ferry se hizo posible gracias a los trabajos de reforzamiento de orilla que hizo la Gobernación del Magdalena, el municipio de Salamina y el Invías.
'Todo hasta ahora ha sido normal, sin complicaciones', dijo Enrique Lara Arrieta, timonel del ferry municipal.
A su turno Maribel Martínez, gerente de Marvetrans, aseguró que se zarpó desde el mismo puerto, sin tener que proceder a buscar otro - como se había pensado - en un terreno más cercano al casco urbano de Salamina.
Se indicó que en puerto y en sus alrededores se harán monitoreos permanentes, para prevenir que se presenten erosiones con el ferry en actividad.
Lo que genera
La parálisis del ferry genera problemas sociales y causa un golpe a la economía de la región.
Según el representante legal de Agroribera, Ramiro Manjarrés, con la suspensión de este servicio de transporte entre Magdalena y Atlántico, se genera lo siguiente:
- -Desabastecimiento de alimentos y por consiguiente la especulación de costos por la subsistencias de lpehabitantes.
- -Desabastecimiento y falta de control a la salud pública.
- -Posible escasez de los insumos para los acueductos.
- -Devaluación de los excedentes agropecuarios de la región y desabastecimiento de agroquímicos.
Manjarrés plantea que estas comunidades requieren un plan de acción específico que garantice ciclos cortos de autoabastecimientos alimentarios, control de especulación en alimentos y medicinas, construcción de un puerto alterno de carácter transitorio y permanente.




















