
Consternados amanecieron los habitantes del corregimiento Alto de la vuelta, al norte de Valledupar. Un macabro hecho sacudió a la población, que en 35 años, ha tenido solo tres homicidios. Andrés David Arias Rojas, de 17 años, fue salvajemente asesinado a machetazos. Su cuerpo fue hallado por un lugareño en medio de un cultivo de yuca.
Los habitantes del Alto de La Vuelta habían concurrido en su mayoría al estadero Don Germán, en la primera fiesta del año que se organiza para recaudar fondos a fin de celebrar el reinado del Carnaval. Allí estuvo Andrés, quien hacia las 11 de la noche del sábado desapareció del lugar.
El festejo continuó, pero la preocupación se hizo más fuerte para la familia del joven, al ver que pasaban las horas y no había rastros de él. “No era su costumbre quedarse en la calle, no vino a dormir y eso me llenó de angustia”, relato Yuleida Rojas, madre del menor.
El presentimiento que la embargó toda la noche y madrugada se lo confirmó un amigo de su hijo. Andrés había sido encontrado muerto con cinco machetazos en el cuerpo. La tragedia movilizó a la población hacia el sector donde estaba el cadáver.
A las 6:20 a.m., Pedro Moya, dueño del cultivo de yuca donde estaba el cuerpo observó un bulto inerme, cuando se acercó se percató que se trataba del joven que vivía con su familia a unos 200 metros del lugar.
De inmediato Moya informó al corregidor Jeison Díaz, quien dio parte a las autoridades. La víctima era el tercero de los cinco hijos de Yuleida Rojas y Jorge Julio Arias, en noviembre pasado se graduó en básica primaria y hoy iniciaba sus clases en el colegio de bachillerato del corregimiento de Badillo.
La muerte del joven se ha convertido en un misterio debido a que no tenía problemas, ni enemigos. “Era un muchacho sano”, dijo un amigo.
Las autoridades comenzaron a atar cabos en la investigación; para comenzar encontraron rastros de sangre y unas gafas del occiso en una bodega distante a 50 metros del sitio donde fue hallado el cuerpo, por lo que se presume que no habría sido asesinado en el lugar donde lo encontraron.
El sino de la tragedia parece perseguir a esta familia. Hace un año, en enero de 2010, un hermano mayor de Andrés fue ultimado en Venezuela, y hace seis años su abuelo paterno también fue baleado en el Alto de La Vuelta.
Valledupar.