
Los tentáculos del Cartel de Sinaloa en Barranquilla
Informe de la Defensoría del Pueblo alerta que bandas criminales que operan en Barranquilla y su área metropolitana trabajan subcontratadas para los capos ‘manitos’.
El 7 de diciembre de 2017, tres semanas después de que agentes encubiertos de la DEA grabaran al líder de la Farc Seuxis Pausias Hernández Solarte, alias Jesus Santrich, concertar en su casa del barrio Modelia, en Bogotá, la supuesta entrega de un cargamento de coca para el Cartel de Sinaloa, el fiscal general de la Nación, Néstor Humberto Martínez, sostuvo una reunión en Cartagena para analizar con sus homólogos de Estados Unidos y de México –Jeff Sessions y Alberto Beltrán, respectivamente– la penetración de los carteles mexicanos en Colombia.
Para la Fiscalía ya estaba claro que estas organizaciones contaban con emisarios en el país, por lo que el trabajo se enfocó en seguirles la pista. Lo descubierto no es nada distinto a lo que cualquier televidente de ‘El señor de los cielos’, la exitosa serie de Telemundo retransmitida por el Canal Caracol, puede apreciar de lunes a viernes en la pantalla: los mexicanos ya no solamente vienen en plan de compra, ahora intentan tomar el control del negocio desde la producción y el transporte, incluso a través de ‘tercerizaciones’, como reveló días atrás EL HERALDO.
Según explicó el brigadier general Herman Bustamante, comandante de la Región Policía No. 8, en Barranquilla y otras ciudades del Caribe colombiano se ha detectado que el Cartel de Sinaloa tiene una subcontratación de delincuentes locales o lo que es llamado en inglés un ‘outsourcing’ para que hagan el trabajo sucio de subir la droga a embarcaciones a través de los contenedores que luego salen despachados hacia destinos internacionales.
Los carteles mexicanos son los responsables de la bonanza cocalera que se deriva del aumento histórico de los narcocultivos, lo que por poco le cuesta la descertificación a Colombia. De acuerdo con informes de inteligencia de la Fiscalía, en el país actúan, cada uno por su lado, delegados de los carteles de Sinaloa, ‘Los Zetas’ y ‘Jalisco Nueva Generación’, los cuales operan en diez departamentos, especialmente en las zonas de Cauca y Nariño, el Catatumbo, la Orinoquía, Nudo de Paramillo, Urabá antioqueño y la Costa, esta última como punto estratégico para la salida de la ‘merca’ hacia el exterior.
De los tres grandes carteles mexicanos el que más terreno ganado lleva es el de Sinaloa con ‘oficinas’ en Bogotá, Medellín, Tumaco, Bucaramanga y Cartagena. Desde la capital de Bolívar se controlan los embarques que salen por los puertos de Barranquilla y Santa Marta, según las autoridades.
Aunque en la capital atlanticense no funciona una oficina como tal, desde Cartagena se controlan los hilos tanto de los grandes cargamentos como del narcomenudeo, que se ha apoderado de la ciudad y su área metropolitana al extremo de que muchos profesores sienten miedo de ir a sus clases, ya que los colegios se han convertido en puntos de venta de droga.
A diferencia de la nueva generación de ‘traquetos’ colombianos, que le apuesta a vivir una existencia medianamente reservada para no despertar odio ni sospechas, los mexicanos que manejan las redes en Colombia se asemejan al estilo de los 80 y 90.
Desde la Costa, como en la época dorada del narcotráfico, siguen despegando aeronaves repletas de droga, pero hoy el papel preponderante se lo llevan los buques atracados en los muelles. Hace un parte de semanas, en el terminal de Santa Marta, la Policía descubrió 532 kilos de coca camuflados en una máquina compactadora con destino a Emiratos Árabes, y otros 435 en una embarcación que pasaba frente a Palermo. Muchos de los paquetes estaban marcados con el nombre del Cartel de Sinaloa y una calavera. Días más tarde fueron hallados otros 700 kilos en el puerto de Barranquilla, lo que ha llevado a incrementar los controles de carga y descarga.
“Estos criminales tienen gente en los puertos del Atlántico y del Pacífico. El trabajo comienza desde los camiones en los que transportan la droga. Luego abren los contenedores y los contaminan”, explicó el general Herman Bustamante, comandante de la Región de Policía No. 8.
Según el oficial, este año han incautado 17 toneladas de cocaína en la Costa.

Investigación
‘La Familia’, así se denominaban entre sí los integrantes del grupo del cual hacían parte Hernández Solarte, así como otros colombianos llamados Marlon Marín, Armando Gómez España, alias El Doctor, y Fabio Simón Younes. Todos ellos fueron objeto de seguimientos por parte de la Fiscalía General de la Nación y miembros de la DEA durante diez meses, entre junio de 2017 y abril de 2018. Al parecer, el Cartel de Sinaloa estaba cuadrando con estas personas la compra de diez toneladas de cocaína, por 15 millones de dólares y cuyo destino final sería la ciudad de Nueva York.
Una investigación de la DEA ya había registrado que el Cartel de Sinaloa “es una de las organizaciones criminal con presencia internacional, en comparación con otros grupos mexicanos”. Por allí han pasado el mítico Joaquín ‘El Chapo’ Guzmán Loera, extraditado el 19 de enero de 2017 a EEUU; Rafael Caro Quintero e Ismael ‘El Mayo’ Zambada, otro poderoso capo.
Precisamente, la Fiscalía citó al legendario capo Rafael Caro Quintero, alias Don Rafa, hoy convertido en uno de los 10 hombres más buscados por la DEA y el FBI de los Estados Unidos, como el negociador de coca con Santrich.
Según el ente investigador, el supuesto vínculo se evidenció luego de que los detectives infiltrados en la alianza de narcotraficantes encontraran una pintura realizada, al parecer, por Santrich. Esta tenía la dedicatoria “Para don Rafa Caro con aprecio y esperanza de paz”.
Para la Fiscalía, la pintura en blanco y negro y en la que aparece la figura de un hombre, habría sido una especie de gesto de cordialidad del exjefe guerrillero con el narco mexicano, en medio de la negociación del polvo blanco. La obra está fechada el 2 noviembre de 2017.
Los ‘Televisores’
Pero esta presunta relación ‘blanca’ que hoy tiene tras las rejas a ‘Santrich’ también destapó la participación de Barranquilla en los negocios del narcotráfico.
Una de las conversaciones telefónicas interceptadas por la DEA a la red de Santrich confirmaría esta situación. En ella, Marlon Marín, sobrino de Luciano Marín, alias ‘Iván Márquez’, jefe negociador del acuerdo de paz y una de las cabezas visibles del grupo político de la Farc, le dice a la gente de Sinaloa que “ya yo tengo acá este efectivo, tengo 5 mil televisores (kilos de coca), usted entrégueme allá en Quilla, allá en Barranquilla me entrega lo otro”.
¿Cómo se haría?
El informe de ‘Alertas Tempranas’ No.020-18 de la Defensoría del Pueblo evidenció desde el pasado mes de febrero un acuerdo existente entre las Autodefensas Gaitanistas de Colombia o el ‘Clan del Golfo’ con la banda criminal ‘Los Rastrojos Costeños’ para servir al Cartel de Sinaloa a través de un ‘outsourcing’ desde Barranquilla.
‘Los Costeños’, que hasta finales de 2015 habían heredado y mantenido el control territorial en el área metropolitana de Barranquilla, hasta que en el primer semestre de 2016 tuvieron una confrontación armada con el ‘Clan del Golfo’. “A raíz de ello conformaron una sociedad y establecieron una división de roles, la cual se mantiene en la actualidad”, reza el documento de la Defensoría.
‘Los Costeños’ se encargan del control del mercado local, a través de trabajos por encargos, también hacen outsourcing o subcontratación con grupos de criminalidad organizados de la región o locales como son las pandillas o combos, entre los que fueron identificados ‘los PVC’, ‘los Papalópez’, ‘los Calabazos’ y ‘los 40 Negritos’, entre otros grupos que se encuentran al servicio de estas estructuras criminales.
“Por su parte, el Clan del Golfo se encarga de realizar negociaciones con carteles de drogas para su comercialización externa, como el conocido Cartel de Sinaloa, de México. Una muestra de la relación comercial entre las Autodefensas Gaitanistas de Colombia y el cartel mexicano es la ocupación de bienes de testaferros del cartel de Sinaloa en Atlántico y Bolívar, en septiembre de 2011”, señala el texto.
Asegura además la Defensoría del Pueblo que, “como prueba de la injerencia del ‘Clan del Golfo’ en la ciudad y el área metropolitana, está la incautación de 100 kilos de cocaína en el barrio Los Olivos, en agosto de 2017”. Las autoridades aseguraron que la droga, valorada en 450 millones de pesos, era de propiedad de la estructura criminal, la cual tenía como destino Centroamérica. En el operativo fueron capturadas siete personas. En otro operativo en noviembre de 2016 fueron incautadas dos toneladas de cocaína en el barrio Chiquinquirá, pertenecientes al ‘Clan del Golfo’. La droga tenía un valor de $10 mil millones. En diciembre del mismo año fueron incautadas 1,3 toneladas de coca en un puerto de Barranquilla, de propiedad del ‘Clan del Golfo’. La droga, que fue valorada en $6.400 millones, iba a Bélgica.
Asimismo, en marzo de 2017 fueron incautadas más de seis toneladas de cocaína en la Sociedad Portuaria de Barranquilla, cargamento que superaba los 200 millones de euros. El ministro de Defensa, Luis Carlos Villegas, confirmó en su momento que la droga pertenecía al ‘Clan del Golfo’ y tenía como destino Algeciras, en España.
Casualmente, esta semana, autoridades en Algeciras reportaron el mayor decomiso de coca en Europa: 8,7 toneladas de droga que salieron desde el golfo de Urabá, otra de las zonas de injerencia del Clan del Golfo, los aliados de Sinaloa.