El Heraldo
Lugar de la trocha de Gapala donde fue hallado el cuerpo de la joven. Hansel Vásquez y Cortesía
Judicial

“Ella no hizo nada malo al salir embarazada”: madre de Margarita Gómez

Familia de la joven, quien fue hallada muerta en un trocha de Galapa, pidió justicia y que su feminicidio no quede impune.

La justicia por el crimen de ella es aclamada con desespero por su familia. El cadáver de Margarita Gómez Márquez, de 25 años, fue hallado en una zona enmontada de Galapa, Atlántico, este domingo, por moradores de la zona. Según se conoció, la mujer, quien tenía seis meses de embarazo, fue asesinada a golpes y disparos de arma de fuego.

¿Qué pasó? El suceso, de acuerdo con los seres queridos de la víctima mortal, sería un “feminicidio”.

Su mamá, quien calificó el crimen como un hecho “atroz”, entregó detalles entre lágrimas y suspiros; a su vez, sindicó al presunto responsable.

Yanet Márquez Blanco, progenitora de Margarita, contó que “hay un culpable claramente”. De acuerdo con la mujer, el sujeto responde al nombre de Alberto ‘Beto’ Sánchez, quien supuestamente era el padre de la criatura que la víctima llevaba en su vientre: “Ese hombre desde que se enteró de que mi hija salió embarazada de él no quería que el bebé naciera, la presionaba por teléfono y le decía que lo abortara”.

El calvario comenzó el pasado sábado, hacia las 6:15 de la tarde, cuando Margarita salió de su casa.

“Llegó un Indriver y ella se embarcó en el carro y se fue”, sostuvo Márquez, asegurando que se trató de un vehículo gris. Su hija le dijo que iba para donde un amigo en el norte de la ciudad, pero no entró en detalles.

El tiempo corrió y los mensajes habituales con los que solía reportarse no volvieron a llegar, fue cuando su progenitora sospechó que, posiblemente, algo malo había pasado.

Desde ese momento la familia emprendió la búsqueda de la joven. Momentos después se enteraron que Margarita había sido citada por ‘Beto’ para encontrarse con él en un centro comercial del norte de Barranquilla, según lo que les manifestó. 

Uno de los yernos de Yanet, después de saber la supuesta cita logró hablar con Sánchez.

“Él le dijo a mi yerno que se iban a encontrar, pero que ella no llegó. En ese momento le creímos y seguimos llamando a todas las personas que la conocían a ver si podían contactarla”, detalló la mamá.

Posteriormente, a eso de las 4 de la madrugada del domingo, un hermano de Margarita volvió a llamar a ‘Beto’ y este, según dice la familia, le respondió “con evasivas”.

“Le dijo a mi hijo que ella estaba viviendo con una familia”, dijo Yanet. Su hijo le preguntó que dónde estaba él, puesto que conocían que Sánchez vive en Cartagena; a lo que él le respondió que creía que en un hotel de manera dudosa. “Eso nos llenó de dudas”, aseguró la mujer.

Una noticia

Horas antes, la familia había encendido el computador de Margarita con el que se percataron de que el celular de la joven arrojó la ubicación de su última señal: Villa Olímpica.

En la mañana del domingo les llegó una noticia de EL HERALDO en la que reseñaron que en una trocha de Galapa habían encontrado sin vida a una mujer. Tras ello, salieron hacia Medicina Legal, pero no obtuvieron mayor información por lo que se trasladaron a la URI de la Fiscalía.

Luego de verificar algunas fotos del cadáver hallado, los parientes de la víctima lograron identifica a Gómez Márquez.  Parientes le confirmaron a este medio que la identificación se dio por medio de unos tatuajes que tenía la mujer en el brazo y en la pierna.

El cuerpo de Margarita había sido golpeado y registraba dos impactos de bala.

“Yo me pregunto que si ella iba al norte de la ciudad, por qué el carro tuvo que irse a Galapa. Nosotros creemos que en el carro iba el individuo, el asesino”, aseveró. Sin embargo, nadie ha podido responder esa pregunta.

“Era muy querida”

Margarita era estudiante de décimo semestre de Administración de Empresas de la Universidad del Atlántico. Sus parientes la definieron como una mujer alegre, servicial y trabajadora.

“Ella era de esas jóvenes que con su presencia generaba tranquilidad (…) era muy querida. No logramos entender quién puede tener tanto daño en su corazón para hacer algo así”, señaló un familiar de la joven a este medio.

Esas cualidades que describen sus familiares iban de la mano con sus sueños, los cuales quedaron truncados luego de que en la tarde del sábado recibiera una llamada con la finalidad de que saliera de su casa, ubicada en el barrio La Sierrita.

Reacciones

Danilo Hernández, rector de la Universidad del Atlántico, señaló que “la Udeatlántico está de luto por la pérdida irreparable de la estudiante Margarita Gómez Márquez, del programa de Administración de Empresas, una mujer llena de ilusiones, de vida. Rechazamos este crimen y nos unimos en un sentimiento de solidaridad hacia su familia”.

Entretanto, el Movimiento Amplio de Mujeres del Atlántico, en lo que va de 2021, con este nuevo  hecho de sangre, reporta que ya son 35 las mujeres asesinadas en el departamento, siete de estos casos han sido catalogados como feminicidios.

De confirmarse los indicios de los familiares de Margarita, el número de feminicidios aumentaría a ocho. Las autoridades adelantan sus investigaciones para esclarecer este crimen.

Al llamado de justicia de la familia de Gómez Márquez se sumó el Bloque Feminista del Atlántico y la Red Jurídica Feminista, quienes pidieron celeridad a las autoridades en medio de la investigación de este “macabro delito”.

Empero, el llamado que se alza entre todas las voces es el de su mamá, quien pidió a la justicia que la muerte de su hija no quede impune: “Que la justicia colombiana haga lo que tenga que hacer. Ella no hizo nada malo al salir embarazada. Estamos cansados de tanta impunidad”, finalizó Márquez Blanco.

Crimen con tinte religioso

Mensajes de texto con señalamientos de carácter religioso, entre ellos el de "fornicadora", hicieron parte de los calificativos que recibió Margarita Gómez Márquez.

Yanet Márquez Blanco, madre de la joven de 25 años, asegura que su hija –hace menos de un año– había conocido a un hombre en un encuentro de una comunidad religiosa en Barranquilla.

“Ella no hizo nada malo. Lo único que hizo fue tener relaciones con él, eso no justificaba que recibiera dos tiros en la cara”, señaló la acongojada mujer en las afueras de Medicina Legal.

La familia acusa a una persona llamada ‘Beto’ Sánchez, un hombre que, al parecer, “tenía su familia hecha” con una mujer en Cartagena, quien también hacía parte del grupo religioso.

“Ella salió embarazada de ese hombre, y desde que se enteró él quería que ella lo abortara, que no lo tuviera porque no estaba de acuerdo con que esa niña naciera”, dijo la mamá de Gómez.

Al ser consultada por este medio acerca de que el crimen podría tener una connotación religiosa, la mujer aseguró que sí, e indicó que esos mismos testimonios fueron entregados a las autoridades.

“Él (‘Beto’) pertenece a una secta con una doctrina donde muchas cosas están prohibidas. El que mata y reza empata”, señaló Gómez, al tiempo que le pidió al hombre, al que señalan de estar detrás del crimen, “que dé la cara y nos diga qué pasó. Si nada debe nada teme”, señaló.

En una llamada

Hacia las 4 de la madrugada del pasado domingo y en medio del desespero por no saber dónde estaba Margarita Gómez Márquez, la familia de la joven se le vino a la mente llamar al único hombre que, en ese momento, podría darles razón de su paradero: ‘Beto’ Sánchez.

“Después de que Margarita no contestó más su teléfono, a las 7 de la noche del sábado, comenzamos a indagar y nos dijeron que ella se iba a encontrar con él”, dijo Yanet Márquez, madre de la joven.

En la conversación, el hombre que dijo que no había llamado a Margarita indicó después que como a las 7 de la noche había llamado a la mujer, a lo que el hermano de la joven interpeló a ‘Beto’ diciéndole que por qué había dicho que no la había llamado y ahora decía que sí.

“Ella fue la que me llamó y me dijo que no le devolviera la llamada”, dijo el interlocutor, y añade que se le hacía raro  todo lo que estaba pasando y le dijo a los parientes que seguramente otros amigos de ella debían saber dónde estaba.

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