Grave y a la espera de un traslado a una clínica de cuarto nivel en Bogotá o Medellín está Rosario García Chacón, un mototaxista de 35 años que se tragó un hueso de costilla cuando degustaba una sopa en su casa, en Las Brisas, vereda del municipio Río de Oro, al sur del Cesar.
El hombre entró de prisa a la cocina porque afuera lo esperaba un pasajero, agarró un cucharón y bebió un sorbo del sancocho. Su intención era seguir su camino, pero el hueso se le atascó en la garganta y empezó su angustia.
“Él llegó a las tres de la tarde y, como no había almorzado, fue directo a la cocina, sacó un cucharón de sopa y se lo tragó. Ahí iba el pedazo de costilla que lo tiene hospitalizado”, relató su hermana, Elizabeth García, quien ayer trataba de conseguir el traslado de Rosario porque, según los médicos, su caso es de alta complejidad.
El gastroenterólogo Luis Fernando Lara Ustáriz, del Centro de Enfermedades Gastrointestinales del Cesar, señaló en su diagnóstico, luego de practicarle una esofagoscopia: “se observa un fragmento de hueso, el cual no es posible retirar, a pesar de múltiples maniobras con pinzas de cuerpo extraño”.
Elizabeth sostuvo que “a mi hermano le han practicado dos cirugías y no han podido sacarle el hueso. Es más, antes de las intervenciones podía hablar y se alimentaba con líquidos, pero ahora permanece entubado en la Unidad de Cuidados Intensivos”.
La mujer dijo que los médicos temen que se perfore el esófago, lo que agudizaría el estado de salud de su hermano. “Al parecer, el hueso es demasiado grande y requiere de procedimientos especiales para extraérselo”, puntualizó ella.
Valledupar