Nueva información gira en torno al caso de la patrullera de la Policía del Atlántico, María Alejandra Guerrero Montiel, cuya muerte se presentó a finales de abril pasado en el conjunto residencial Vipa Azul, localizado en Caribe Verde, en la franja suroccidente de Barranquilla.
Cabe recordar que en la madrugada del lunes 28 de abril, a eso de las 12:40 de la madrugada, uniformados de la Policía Metropolitana fueron alertados por vecinos del complejo habitacional sobre la caída de una mujer desde el quinto piso de la torre 14 de la unidad residencial.
María Alejandra Guerrero estaba en un apartamento en compañía del subintendente de la Policía Andrés Alfonso Castro Gómez, con quien, al parecer, mantenía una relación.
Desde ese momento, la familia de la joven y colectivos en la defensa de las mujeres se han mantenido en la posición de que su muerte debería ser investigada como un hecho basado en violencia de género y no como un suicidio o, por otro lado, como un accidente por un supuesto trastorno de sonambulismo. Las dos últimas, unas versiones entregadas por el uniformado Castro Gómez.
Es importante mencionar que la Fiscalía General de la Nación desde el primer momento empezó una investigación de este caso y se dijo que se determinaría si la caída de María Alejandra se dio de manera “voluntaria o forzada”.
En tal sentido, el abogado John Faber Buitrago Vargas, apoderado de la familia de la uniformada fallecida, en diálogo con EL HERALDO, explica que en torno al caso se han adelantado investigaciones, entre estas una pericia física forense con acompañamiento del cuerpo técnico de investigaciones de la Fiscalía, para establecer realmente cuáles fueron las circunstancias de tiempo, modo y lugar en los cuales perdió la vida la joven María Alejandra.
Se trata de un “informe técnico de reconstrucción de caída a desnivel”, realizado por una firma llamada Unidad de Investigación Forense y Criminalística Profesional, con el cual se sostiene la teoría de que la joven no se habría lanzado por su propia voluntad sino que pudo haber recibido un impulso.
“Esta pericia ha establecido que no hay coincidencia entre lo narrado inicialmente en lo encontrado o en los vestigios que se pudieron hallar en el lugar de los hechos. Por ejemplo, la posición del cuerpo, las heridas del cuerpo no son coincidentes con el relato. Significa, lo dice la ciencia forense, que María Alejandra recibió un impulso, una fuerza externa al momento de presentarse la caída. De allí, la ubicación del cuerpo en relación a los rangos de la caída inicial y la posición final del cuerpo. Ese es el primer hallazgo más importante, es decir, que la ciencia forense ha establecido que no estamos frente a una caída libre como inicialmente se manejó por su acompañante (el subintendente de la Policía Andrés Alfonso Castro Gómez), en la cual manifestó que ella se para adormitada, se acerca a la ventana, se sienta en la ventana lo mira y se lanza de espalda…Si eso hubiese sido así, el cuerpo de Mar Alejandra hubiese quedado en una posición diferente, las lesiones o patrones de lesiones en el cuerpo hubiesen también sido diferentes”, expresa el jurista.

A lo que abogado Buitrago se refiere es a la versión que pudo haber entregado el uniformado Castro Gómez, sobre el supuesto sonambulismo y lo ocurrido aquella madrugada en el apartamento 504 del conjunto Vipa Azul.
Por otro lado, el apoderado de víctimas se centra en unos patrones de heridas que fueron encontradas en el cuerpo de María Alejandra.
“Llama la atención notoriamente una lesión con arma cortopunzante en la región escapular, es decir, en la región de la espalda. María Alejandra fue herida con un arma cortopunzante, causándole una herida circular”, detalla.
Y adicionalmente indica que se le encontraron en el cuerpo otra serie de patrones de heridas como, por ejemplo, a nivel de sus extremidades superiores específicamente en los antebrazos.
“En las muñecas fueron encontradas señales que dan cuenta de unas lesiones defensivas. Igualmente abrasiones en uno de sus costados de sus brazos. Además tiene una lesión considerable que da cuenta o mejor que no es coincidente con el lugar de la caída, es decir, que María Alejandra fue lesionada antes de caer”, expresa Buitrago.
“Esto nos da cuenta que no nos encontramos frente a una circunstancia de suicidio, como inicialmente se planteó, y estamos a la espera de que la investigación siga su rumbo y sean llamadas próximamente a responder por estos hechos las personas que la Fiscalía considere que deben ser llamadas a juicio”, concluye.
