Los crímenes que llevaron a Manuel Zapateiro a la cárcel

El 21 de febrero Rafael* sintió con sus propias manos cómo la vida de su hija se desvanecía. La joven de 17 años había dejado de respirar. La Policía informó que murió por asfixia mecánica, debido a que fue hallada con un zuncho ajustado en su cuello.

Ella había sido encontrada por un familiar en el callejón de su casa, en el barrio Santa María, de Barranquilla, tirada en el suelo, inconsciente. Los gritos de alarma se escucharon por toda la cuadra, su papá pedía un cuchillo para cortar el sujetador.

Luego la llevaron al hospital, pero la camilla que ocupó fue una de la morgue, pues allá confirmaron la mala noticia.

Ese día, según testigos, ella sostuvo una larga discusión con el hombre con el que había tenido una relación durante los últimos dos años. No hubo fluido eléctrico aquella noche por cierto. Vecinos contaron que los vieron entrar al callejón, a la pareja, y que después todo quedó en silencio.

Tras ello él desapareció, por lo que fue señalado y aprehendido por las autoridades, pues una turba de personas iba a agredirlo.

Al día siguiente, en la mañana de ese martes 22 de febrero, a las afueras de Medicina Legal de Barranquilla dos mujeres, tía y prima, dejaron entrever en su relato que lo que le ocurrió a la 'mella', como la llamaron, aparentemente, había sido el final de la crónica de una muerte anunciada.

'Ese hombre la mató. La golpeaba, la amenazaba y hasta le cortó el cabello (…) nosotros tuvimos problemas con él porque también nos amenazó, y lo hizo de muerte', apuntó una de ellas.

Mientras tanto, dentro de las instalaciones del instituto de ciencias forenses estaba su progenitora, haciendo diligencias, viendo el cadáver de su hija.

Una de sus familiares continuó diciendo lo siguiente: 'Él también tenía una relación con la hermana de la occisa, con la otra mella, es decir, era pareja de las dos. La que murió tuvo un hijo con él y la otra tuvo dos, pero les quitaron a una porque él la golpeó hasta prácticamente dejarla discapacitada'.

Aparentemente, de acuerdo con sus seres queridos, el hombre tenía subyugadas a las dos hermanas. En esa entrevista las parientes de la joven de 17 años dieron un detalle final, uno muy importante.

'Él estuvo preso porque en 2011 mató a una muchachita, dicen que la ahorcó en un baño, pero salió en 2017. Su nombre es Manuel Zapateiro Romero'.

Mientras huía, en un operativo relámpago la Policía Metropolitana de Barranquilla capturó dos días después en Sabanalarga, Atlántico, al hombre de 32 años, también apodado con el alias de Mane, que había sido retenido por la muerte de la adolescente en Santa María, pero dejado en libertad por falta de pruebas el día del suceso.

Investigadores habían iniciado las pesquisas luego de detectar en el cadáver de la joven de Santa María signos de violencia y, sumado a aquello, desempolvaron un viejo expediente en el que el individuo aparecía como procesado por el asesinato de otra menor de edad, hechos ocurridos hace 11 años, en el barrio Siete de Abril.

'Después del feminicidio, se logró rápidamente solicitar por medio de la Fiscalía la orden de captura en contra de Zapateiro Romero', destacó la autoridad a través de un comunicado.

En medio de las audiencias preliminares, el fiscal del caso reveló un video de cámara de seguridad de una ferretería, grabado en la mañana del 21 de febrero. Se dijo que él había comprado un zuncho blanco por 800 pesos, idéntico al que le hallaron a la mella en el cuello.

El investigador también señaló que ese mismo día, hacia las 8:30 de la noche, familiares de la víctima 'vieron a Manuel con la menor en el callejón discutiendo porque, al parecer, este se había enterado de que salía con otro sujeto, pese a que mantenía relación con la otra hermana melliza'.

A su vez, el fiscal añadió que tanto médicos del centro asistencial al que fue llevada como los forenses de Medicina Legal determinaron 'una presión en el cuello de la menor, y se informó que la muerte de la niña fue por asfixia, estrangulamiento, muerte violenta'.

En la misma diligencia, la Fiscalía también hizo referencia a una condena vigente del capturado por el delito de homicidio en 2011: 'Zapateiro Romero fue condenado por el Juzgado Tercero Penal del Circuito a 480 meses de prisión el 14 de septiembre del año pasado (2021), pero por una apelación que hoy está en el Tribunal fue dejado en libertad', mencionó el ente acusador.

Días después, el juez Séptimo Penal Municipal con control de garantías de Barranquilla envió a la Cárcel Distrital El Bosque a ‘Mane’ por el crimen de la joven de 17 años en Santa María.

Hoy, un mes después de su crimen, su papá contó que además del dolor, que para él cada vez incrementa, ha llegado la incertidumbre.

'A mi hija, la otra mella, han venido a decirle que ese hombre la va a mandar a matar', dijo.

Rafael aseguró que ahora va 'llevando la vida, todo el tiempo me acuerdo de ella. Era la primera persona que veía cuando llegaba del trabajo. Desde entonces me acuesto a eso de las diez de la noche, pero a las dos de la mañana ya no hay más sueño para mí'.

Y a esa hora de la madrugada es cuando comienza a recordar a su hija.

'Esto que estamos pasando es muy duro (…) ella dejó un bebé y él irá creciendo, y lo hará sin poder conocer a su mamá. Diariamente pienso en mi nieto, ustedes no se imaginan cuánto. Me siento más tranquilo, porque un hombre así no es para que esté en la calle y espero que dure esos 40 años completos en la cárcel', finalizó el hombre, agregando que 'la otra mella está viviendo conmigo, la estamos cuidando'.

'Ya era hora de que hicieran justicia, tuvo que morir otra adolescente para que realmente vieran el desastre de persona que es ese individuo. Le doy gracias a Dios que por fin Manuel Zapateiro esté entre las rejas, aunque eso no me va a devolver a mi hija'.

Cuando Deisy Esther Cárdenas se enteró de que ese hombre que había asesinado a su hija de 13 años en 2011 ahora estaba siendo señalado de haber acabado con la vida de una joven de 17 años, no lo podía creer.

Él, según la mujer, 'fue el homicida' de su hija, Mileidys Cárdenas Cabrera.

Contó la mujer que en aquel entonces determinaron que la joven de 13 murió al ser asfixiada con una cabuya. Ella también tuvo un hijo con Manuel.

'Después de la muerte no volví a ver a mi nieta, pero hoy me quedo con que sé que ese hombre ya no va a hacer más daño a otras familias. Siempre le pedía a Dios que se hiciera justicia, pero como dicen por ahí, todo llega a su tiempo', acabó la mamá de Mileidys.