
La bienvenida que le tenían preparada los hinchas de Atlético Nacional a su equipo al arribo ayer a Barranquilla solo la pudo observar el personal que a esa hora transitaba por el aeropuerto Ernesto Cortissoz.
Más de 70 aficionados, mezclados entre barranquilleros y paisas, llegaron puntuales y con cánticos empezaron a alentar al cuadro verdolaga, que llegaba a la Arenosa para afrontar el compromiso de esta noche ante Junior por la Superliga.
Los coros se incrementaban con el pasar de los minutos, todos esperaban que su equipo apareciera para mostrarle lo que habían ensayado.
'Esta es la hinchada más grande de Colombia. Nacional tiene afición por todas partes, los estamos esperando para brindarles nuestro apoyo y mañana (hoy) vamos para el estadio', comentó uno de los aficionados del conjunto antioqueño.
Pero Nacional los dejó con los crespos hechos y con la garganta cansada, pues el equipo de Juan Carlos Osorio, que arribó sobre las 6 de la tarde no dio la cara y salió por otro costado del aeropuerto. Cuando la afición se enteró de lo sucedido salió corriendo para tratar de hallarlos, pero el intento fue en vano.
La prensa barranquillera, que también estaba esperando una reacción, quedó sorprendida con la medida que tomó el conjunto antioqueño. Por eso se trasladó hasta el sitio de concentración, pero allá los verdolagas mantuvieron el hermetismo y entraron raudos al hotel. Después de una larga hora el asistente técnico, Pompilio Páez, hizo pasar a la prensa, que finalmente pudo hacer su labor.

























