El Heraldo
Referencia
Cesar

Durante el mes de julio, cuatro menores desertaron de las Farc en Cesar

Tras fugarse de la guerrilla, los menores son incorporados al Programa Nacional de Atención Humanitaria al Desmovilizado.

En lo que va de este mes, cuatro menores de edad, entre los 16 y 17 años, se escaparon de las filas de las Farc en el Cesar. Fueron reclutados cuando apenas eran unos niños, obligándolos a cambiar sus juguetes, por pesados fusiles y equipos de campamentos, para fortalecer esta organización ilegal.

Para el brigadier general Adelmo Fajardo, comandante de la X Brigada del Ejército, las deserciones de niños y jóvenes de la guerrilla, es una muestra que no quieren esa vida y que están dispuestos a retornar a la civilidad. El pasado cuatro de julio, Libardo*, de 17 años, se entregó a unidades del Batallón de Artillería No 2 La Popa, adscritas a la X Brigada del Ejército. Venía de estar al servicio del frente 59 del grupo guerrillero, que se lo había llevado dos años atrás en predios rurales de este Departamento.

“Yo tenía 15 años cuando tres guerrilleros me llevaron para el monte a la fuerza, el primer año mi familia me hacía muerto, pero después alcancé a comunicarme con mis padres y les dije que me tenían las Farc y que confiaran que me iba a volar, gracias a Dios lo logré”, manifestó.

Para escaparse, Libardo* aprovechó un permiso que le había dado un comandante subversivo para que comprara algunos alimentos al pueblo más cercano de donde estaba. Se había ganado la confianza del superior que lo autorizó salir del campamento.

Estando en el pueblo y sin vigilancia encontró la oportunidad perfecta para embarcarse en un bus de servicio intermunicipal, pasando como campesino ya que no llevaba uniforme, luego caminó varios kilómetros hasta llegar a Valledupar, donde se entregó en la base militar.

Entre 2012 y 2013, las Farc incorporaron 1.255 niños a sus filas, según cifras del Gobierno Nacional.

“Esa vida es muy dura”, manifestó el joven que fue incorporado al Programa Nacional de Atención Humanitaria al Desmovilizado.

Historias llenas de dolor

El ocho de julio, dos menores más lograron desertar del frente 59 de las Farc poniéndosde a disposición de tropas de la X Brigada en este Departamento.

Joaco* y Guillermo*, ambos de 17 años, relataron sus historias, llenas de dolor y sufrimiento. El primero de ellos, dijo que trabajaba como jornalero con unos familiares en una finca ubicada en la frontera con territorio venezolano.

“Una madrugada llegaron varios hombres y mujeres con armas y brazaletes de las Farc, me sacaron de la casa cogiendo camino por la selva”, comentó. Durante dos años, Joaco* estuvo en poder de esta organización, hasta que cansado, tomó la decisión de fugarse.

“No soportaba una semana más de maltratos y la tortura de prestar guardia con un armamento pesado al pecho, solo tengo 17 años y ya me siento cansado y viejo, la guerrilla me estaba robando la juventud, por eso esperé que todos se durmieran y empecé a alejarme del campamento, tomando como guía la misma selva donde estuve este tiempo como combatiente”, precisó.

Dijo que cuando empezó a salir el sol, se percató que había avanzado lo suficiente, pidió ayuda a una persona que lo acompañó hasta Valledupar, donde se entregó a los militares.

El menor caminó y viajó durante horas con una pistola 9 mm y dos artefactos explosivos improvisados, los cuales pretendía utilizar si era recapturado por la guerrilla. El armamento lo entregó al Ejército.

Por otra parte, Guillermo* valiéndose de que la cuadrilla  ‘Luis José Solano Sepúlveda’ del frente 59 de las Farc lo encargó de cobrar las vacunas en el sector minero, huyó para dejar las armas y regresar a la civilidad presentándose de manera voluntaria a los uniformados del Batallón Especial Energético y Vial N°3.

Indicaron que en las filas de las Farc hay muchos combatientes menores de edad, que como ellos fueron reclutados de las fincas en la región para obligarlos a entrar a una guerra que no les pertenece, y que también están cansados. “Se quieren escapar, pero les da temor”, precisó uno de los desmovilizados.

Menores han resultado heridos en combates y son auxiliados por las tropas para reintegrarlos a la sociedad civil.

El más reciente caso de deserción de estos menores de las Farc, se registró el pasado 15 de julio, cuando Richard*, de 16 años se entregó al Batallón Especial Energético y Vial N° 3.

Dijo que fue reclutado cuando tenía 13 años de edad. “Hace tres años estoy en  la guerrilla porque me obligaron, no veía la hora de regresar a mi casa, tantas caminatas y tantas noches de guardia me cansaron, además, nunca vi un peso de parte de mis comandantes, Yo quería desmovilizarme y aquí estoy para que me ayuden”, indicó. El general Fajardo, indicó que “el número de desmovilizados está creciendo considerablemente y eso es gracias al empeño de nuestros hombres por traer a la civilidad a esos niños, niñas, jóvenes y adultos que quieren retomar una vida normal y con oportunidades nuevas, trabajamos con perseverancia y firmeza en la reconstrucción de las vidas de estas personas que quieren servirle al país con dignidad y lejos de las armas”. Entre 2012  y 2013, las Farc incorporaron a sus filas a 1.255 niños en el país, según datos de la Comisión Intersectorial para la Prevención de Reclutamiento y la Utilización de la Violencia Sexual, adscrita al Gobierno Nacional.

*Nombres cambiados.

ICBF revela cifras

El Instituto Colombiano de Bienestar Familiar reveló que desde 1999 hasta diciembre del 2013, ha atendido a 5.417 niños y adolescentes, desvinculados de los grupos armados ilegales, de los cuales el 60% fue reclutado por las Farc.

Facebook
Twitter
Messenger
Whatsapp
Convierta a El Heraldo en su fuente de noticias
X
COMO REPORTAR A WASAPEA
1. Agrega a tu celular el número de Wasapea a EL HERALDO: +57 310 438 3838
2. Envía tus reportes, denuncias y opiniones a través de textos, fotografías y videos. Recuerda grabar y fotografiar los hechos horizontalmente.
3. EL HERALDO se encargará de hacer seguimiento a la información para luego publicarla en nuestros sitio web.
4. Recuerda que puedes enviarnos un video selfie relatándonos la situación.