Bajo la sombra de diversas especies de árboles, Barranquilla hace ‘florecer’ su relación con el medio ambiente. En la capital del Atlántico, la creación de bosques urbanos y el embellecimiento del espacio público hacen parte de los esfuerzos para la recuperación de espacios naturales por medio de la siembra masiva de árboles.
Este es un propósito que se encuentra alineado a los objetivos planteados por la Organización de Naciones Unidas en el marco de la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, que se llevó a cabo el pasado miércoles, ante el creciente peligro que corren los espacios naturales de los que depende la existencia de la humanidad.
Esta ha sido una labor que ha generado reconocimiento a nivel mundial para la ciudad. Este 2024, por quinto año consecutivo, Barranquilla ha sido galardonada como Ciudad Árbol del Mundo, un prestigioso reconocimiento otorgado por el programa Tree Cities of the World, el cual es respaldado por la Fundación Arbor Day y la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO).

El alcalde Alejandro Char mostró su satisfacción por este reconocimiento y resaltó la importancia de cuidar los árboles que se encuentran en el entorno, puesto que permiten la protección y la revitalización de los ecosistemas en la ciudad.
“Nos hemos convertido en un referente mundial. Barranquilla ha transformado su paisaje urbano, convirtiéndose en una ciudad arbolada y este es solo el comienzo. No sólo plantamos árboles, sino que también nos aseguramos de su mantenimiento”, afirmó el mandatario disrital.
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Asimismo, destacó la labor de los Guardaparques para cumplir con esta importante tarea en los parques de la ciudad: “Hemos construido más de 300 parques que son mantenidos diariamente. Contamos con cerca de 700 personas que trabajan a diario para limpiar, cuidar y podar cada árbol que hay en estos espacios. El mantenimiento es fundamental para preservar lo que hemos construido”, sostuvo.
Entretanto, el mandatario reafirmó el compromiso de la ciudad para seguir construyendo más responsabilidad con el arbolado urbano. “Ser reconocida como Ciudad Árbol del Mundo es un honor y una responsabilidad para Barranquilla. La ciudad se compromete a seguir liderando en la gestión del arbolado urbano y a compartir sus mejores prácticas a nivel mundial”, señaló.
Por su parte, Sergio Ramírez Payares, director general de Barranquilla Verde, destacó la importancia de este logro y el trabajo conjunto entre el Distrito y la comunidad para hacer de Barranquilla un modelo de ciudad verde y resiliente.
“Este reconocimiento refleja el trabajo conjunto en el Distrito, especialmente en programas de silvicultura y agricultura urbana. Estos esfuerzos demuestran nuestro compromiso con Barranquilla y sirven de ejemplo a nivel local, nacional y mundial”, enfatizó.
Cabe resaltar que Barranquilla fue reconocida como ciudad árbol por diferentes aspectos, que incluyen la responsabilidad en el cuidado de los árboles, normativas para la gestión forestal, inventarios actualizados de recursos arbóreos, asignación de recursos para planes de gestión, y la celebración anual de una “fiesta de los árboles” para educar a los ciudadanos.
La administración distrital ha destacado el apoyo del programa i-Tree eco, el cual permitió que la ciudad continúe generando información vital sobre el estado y los servicios ecosistémicos de su arbolado urbano.
De esta manera también se ha demostrado el compromiso de la ciudad con la conservación y el cuidado del medio ambiente.
Además, se han implementado medidas de compensación ambiental a nivel comunitario e industrial para fomentar un sentido de pertenencia por dichos entornos.
La arborización en parques
Los barranquilleros se sienten tranquilos al tener diferentes espacios en la ciudad con árboles alrededor, en donde pueden charlar, pasar el rato y compartir en familia. Así lo confirmó Jesús Costa Rodríguez, quién se encontraba disfrutando el pasar de la tarde con una amiga en el parque Eugenio Macías.
“Yo trabajo por acá cerca y pues me gusta venir a disfrutar de las zonas verdes y árboles que tienen estos espacios y la seguridad que uno siente porque son un sitio donde frecuenta bastante gente, lo que al final da un toque familiar y tranquilo al entorno alrededor. Hay otros parques que me gustan como el del Caribe Verde y el Santander”, dijo el hombre.
Para Alejandra Reyes, una joven universitaria, los beneficios que brinda la arborización de los parques es idónea para soportar el calor en la ciudad.
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“La arborización en los parques como el Sagrado Corazón está muy bien distribuida porque cada zona está diseñada para diferentes usos y hay algunas que necesitan más siembra de árboles que otras. En lo personal a mí me gustan los árboles porque dan fresco y me ayuda a soportar las olas de calor muy fuertes hay en la ciudad”, dijo.
Maribel Reales, ciudadana de la tercera edad, mencionó que la sombra de los árboles le permite pasar mayor tiempo con sus familiares en los parques.
“Ya es una costumbre venir con mi hija hacia los parques para jugar un rato, los niños son los que más disfrutan con la sombra y frescura que traen los árboles, por eso las escuelas de la ciudad suelen hacer sus actividades deportivas o de bienestar aquí en estas zonas. Para mí es algo bueno tanta naturaleza porque la salud a esta edad es algo muy delicado y el aire fresco nos ayuda”, relató.
Jacqueline Mercado, madre cabeza de hogar, manifestó que los árboles embellecen el paisaje: “Lo primero que ve uno por las calles de Barranquilla son los espacios verdes, eso da una buena impresión acerca de lo que se está haciendo en la ciudad y le brinda la confianza al habitante local de que las cosas a su alrededor van a cambiar y mejorar”.
Cabe destacar que más de 210 árboles, 8.200 metros cuadrados de paisajismo y 50 metros cuadrados de huertas comunitarias se han sumado a los parques de Barranquilla durante el presente año.
En el caso del sector de Villa Carolina, por ejemplo, el Distrito ha sembrado 107 árboles de almendro, San Joaquín, ceiba blanca, olivo verde y mangle verde. Por otra parte, el parque Realismo Mágico II ya cuenta con 104 árboles entre San Joaquín, mangle verde, entre otras especies; sumado a los 3.322 metros cuadrados de paisajismo.
En el parque Las Palmeras, ubicado en la Ciudadela 20 de Julio, en la localidad Metropolitana, se adelantaron labores de mejoramiento del paisajismo en 379 metros cuadrados compuestos por grama, arbustos de mangle verde y cubresuelos.

Apuesta por biodiversidad
Muchos ambientalistas como Nelson Álvarez piensan que el trabajo de reforestación en Barranquilla ha clave en la transformación del territorio en una biodiverciudad.
“Todos los árboles desempeñan un factor determinante ya que ayudan al aumento de la avifauna, teniendo en cuenta que Colombia es el país con la mayor riqueza de aves de todo el mundo, y que se encuentra en un lugar geográfico en donde muchas aves vienen haciendo migración desde Norteamérica hasta América del Sur, hacen paradas en estos sitios como la Ciénaga de Mallorquín, en donde encuentran una buena calidad de vida, debido a la conformación e interconexión de fragmentos de ecosistemas naturales como el bosque seco tropical”, dijo.
Asimismo, explicó los beneficios que tienen los árboles para el medio ambiente: “Los árboles absorben el dióxido de carbono para convertirlo en oxígeno puro. Es importante sembrar árboles nativos en campos abiertos, como las bongas, ceibas y caracolí que ayudan a regular las altas temperaturas que tanto nos afectan como consecuencias del denominado cambio climático”.
Adicionalmente, el experto señaló que la recuperación de las zonas verdes de la ciudad ha traído un impacto en el desarrollo económico debido al nuevo turismo ecológico que hay en la ciudad de Barranquilla.
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'El Gran Malecón, la ciénaga de Mallorquín, el nuevo bosque urbano de Miramar y el tren turístico de Las Flores son atractivos turísticos que tienen su base en lo ecológico, así que a eso debe aportar Barranquilla en los años venideros”, puntualizó.

Reconocimiento como Ciudad modelo
El Programa de Medioambiente de las Naciones Unidas escogió a Barranquilla como ciudad modelo en restauración y conservación por la puesta en marcha de la recuperación integral de los ecosistemas de agua dulce y la habilitación del Ecoparque Ciénaga de Mallorquín, constituido en el proyecto ‘BiodiverCities’ más importante de la capital del Atlántico.
En este reconocimiento también se tuvo en cuenta la apuesta por la recuperación de ecosistemas urbanos, protección de bosques urbanos, recuperación de cuerpos de agua (caños, arroyos) y espacios verdes.
Ana María Badel, directora de la Oficina de Relaciones Internacionales, aseguró que este reconocimiento “posiciona a la ciudad como un referente a nivel internacional y permite forjar alianzas estratégicas que promuevan el desarrollo sostenible y resiliente”.




















