“Se nos inundó todo”, dicen habitantes de Palmar de Varela
En Santo Tomás también se reportaron afectaciones a causa de la lluvia. Defensa Civil hace censo de afectados.
Un fuerte aguacero, que se presentó desde las 4:00 p.m. de este lunes en varios municipios del Atlántico, dejó decenas de familias afectadas por inundaciones en Palmar de Varela y Santo Tomás.
Muchos de sus habitantes aseguraron que, después de tantos años viviendo en el sector, nunca se habían inundado de esa manera.
“A las 5:00 de la tarde ya teníamos el agua adentro de la casa y no tuvimos tiempo de alzar las cosas. El agua nos llegaba a la altura de la cintura”, dijo María Elena Cabrales, quien vive con su madre en una de las viviendas afectadas de Palmar de Varela.
La mujer aseguró que, después de sacar el agua con la ayuda de vecinos, para ella y su familia fue una noche “horrible” porque no pudieron dormir debido a que continuaba lloviendo y temían que el agua volviera a entrar.
Rosa Flórez, una mujer que ayer cumplió 75 años, aseguró que nunca había pasado un cumpleaños angustiada.
“No me quería ir de mi casa, todo se me mojó, lo que uno ha comprado con el trabajo de los años la lluvia lo echó a perder”, dijo Flórez, quien pasó la noche en casa de uno de sus hijos debido ya que los muebles, camas y demás enseres quedaron bajo el agua.
Jorge Pacheco aseguró que la emergencia se pudo evitar si la moto bomba estuviera en funcionamiento.
“Acá tenemos unas moto bombas que ayudan en estos casos, pero la Alcaldía las tiene sin combustible, por eso es que estamos así”, dijo Pacheco.
Actualmente se adelantan los censos para establecer el número exacto de familias afectadas.
Las afectaciones en Santo Tomás.
Una gran parte de este municipio se mantiene cubierta por el agua, lo que ha llevado a que algunas personas comiencen a sacar de sus casas los pocos enseres que pudieron rescatar de la lluvia.
Jorge González, uno de los afectados del municipio, es uno de los que decidió sacar las cosas de su casa para llevarlos donde un hermano en Sabanagrande porque “va a seguir lloviendo y el agua no se va a secar todavía y es imposible seguir acá”.
Aseguró que la noche fue caótica para él y sus vecinos porque estaban pendientes de la lluvia: “Dormir bien fue imposible, uno se despertaba a cada rato pendiente de la inundación”, dijo.
Por su parte, Robert Oyarbe, padrastro de una niña especial de cinco años, aseguró que no han llegado a llevarles ayudas y que anoche tuvieron que adecuar unos tanques con sábanas y almohadas para que la niña pudiera dormir.
Él y la mamá de la menor de edad se quedaron en unas sillas porque la cama se mojó.
