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El Centro de Rehabilitación Femenino El Buen Pastor se llenó de color, música y sonrisas durante una nueva edición de Fantasiquilla, iniciativa impulsada por la primera dama del Distrito, Katia Nule, que busca llevar momentos de diversión y aprendizaje a los niños y niñas de Barranquilla.

En esta ocasión, la celebración de disfraces reunió a más de un centenar de hijos de mujeres privadas de la libertad, quienes compartieron una tarde mágica junto a sus madres, disfrutando de actividades lúdicas, presentaciones circenses y espacios de arte pensados para fortalecer los lazos familiares.

La jornada forma parte del compromiso distrital con la promoción de los derechos de la infancia, fomentando el juego, la recreación y la expresión artística como herramientas para el desarrollo integral.

“Queremos que todos los niños y niñas de Barranquilla vivan su infancia con amor y alegría, sin importar el entorno en el que se encuentren. Hoy celebramos la vida y recordamos que ellos son el centro de nuestras acciones”, expresó Katia Nule, durante el encuentro.

Los pequeños participaron en dinámicas guiadas por un equipo recreativo que promovió la integración y la expresión emocional, además de recibir disfraces donados especialmente para la ocasión.

Por su parte, Patricia Vargas, directora del programa de Primera Infancia, destacó la relevancia social y afectiva de este tipo de actividades: “Estos espacios fortalecen el vínculo madre-hijo, aportan bienestar emocional y reafirman el derecho de todos los niños y niñas a jugar y sentirse amados”.

El evento también contó con la participación del secretario de Gobierno, Ángelo Cianci Díaz; la gerente de Transmetro, Liliana Rosales; y la directora de El Buen Pastor, Ofelia Díaz Pedroza, quienes resaltaron el impacto positivo de estas acciones en la construcción de una sociedad más empática e inclusiva.

Con Fantasiquilla, el alcalde Alejandro Char y la primera dama Katia Nule ratifican su compromiso con el bienestar de la primera infancia y con la generación de entornos donde la alegría y el afecto sean parte fundamental del proceso de transformación social.