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La designación de Bad Bunny como artista invitado al show de mediotiempo del Super Bowl del 2026 ha generado rechazo por gran parte de la comunidad estadounidense.

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El puertorriqueño Benito Antonio Martínez Ocasio, fue seleccionado por la NFL para encabezar el espectáculo que se celebrará el 8 de febrero de 2026 en el Levi’s Stadium de Santa Clara, California. Una decisión lógica, si se tiene en cuenta que se trata de uno de los cantantes más escuchados del planeta, pero también polémica, dado su posición en contra de las políticas migratorias de la administración de Donald Trump y sus reivindicaciones para visibilizar la identidad y la cultura tanto de Puerto Rico, su país natal, como de Latinoamérica.

Prueba de ello es su más reciente álbum Debí tirar más fotos, en cuyo tema Lo que le pasó a Hawaii, aborda el tema de la gentrificación y todo el amor que debe despertar en su isla natal por quedarse en su territorio y valorarlo.

Su nombramiento ha venido acompañado de una campaña en Change.org que, según datos actualizados esta semana, ha superado las 100.000 firmas en su intento de que el cantante sea sustituido en el evento. Encabezada por Kar Shell, un usuario domiciliado en el estado de Texas, la iniciativa sostiene que las actuaciones y el estilo del artista caribeño no se ajustan a lo que las familias estadounidenses esperan del máximo escenario deportivo. A su juicio, el espectáculo debería “mantener un ambiente familiar, evitar la politización del entretenimiento y celebrar las tradiciones musicales estadounidenses”.

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Los impulsores de la petición en Change.org no solo han centrado sus críticas en el artista actual, sino que han puesto sobre la mesa una alternativa concreta. Proponen que el espectáculo de medio tiempo lo encabece George Strait, leyenda de la música country, a quien consideran el Rey del Country y un símbolo de la música estadounidense que encajaría en la idea de lo que debe sonar en un “evento familiar”.