Los que pensaban que en Barranquilla habían visto la boda el año entre Luis Díaz y Geraldine Ponce, donde hubo un desfile de celebridades, pues están muy equivocados. Nada se compara con la denominada Boda del Siglo que protagonizan en Venecia el magnate estadounidense Jeff Bezos y la periodista Laruen Sánchez.
Lea aquí: “De amor nadie se muere”: el nuevo grito de Karen Lizarazo
Según las estimaciones de las autoridades italianas, “la boda podría generar un impacto económico total de aproximadamente 957,3 millones de euros, equivalente a casi el 68 % de la facturación turística anual de la ciudad”.
Por el momento se ha avistado en la Laguna a la hija del presidente de Estados Unidos, Ivanka Trump, con sus hijos y su esposo, Jared Kushner, mientras se esperan a otros 200 invitados procedentes del mundo del cine, la música o la economía como Oprah Winfrey, Eva Longoria, Leonardo DiCaprio, Shakira, Robert Pattinson, Karlie Kloss, Mick Jagger y Elton John, informan los medios italianos.
Oprah Winfrey ya se dejó ver. Lo propio hizo el llamado clan Kardashian, las hermanas más famosas de Estados Unidos.
Otro que mostró toda su elegancia fue el reconocido diseñador Tommy Hilfiger, al igual que el cantante Usher.
Mientras tanto, las protestas continúan encabezadas por el comité “No hay espacio para Bezos” que han convocado una protestas para el sábado 28 de junio a las 17:00 horas, para que coincida con el momento de la ceremonia, aunque esta tampoco está confirmada.
Para el comité ‘No Bezos’, trasladar la fiesta del corazón del centro histórico de Venecia al Arsenale es una victoria, como lo es el fracaso en el desembarco en la laguna de los dos “barcos” de Bezos, el Koru y el Abeona, que anclaron en las islas Kvarner en Croacia, renunciando a Venecia, explican en los medios.
Le puede interesar: Jeff Bezos y Lauren Sánchez se dan el “sí” en medio de polémica ceremonia blindada
El grupo de activistas desplegó el pasado jueves una pancarta contra el fundador de Amazon Jeff Bezos en el campanario de San Giorgio en el que mostraba el nombre “Bezos” tachado con una gran “X” roja.
